Cochabamba, el "granero de Bolivia" sitiado por los bloqueos

Un hombre descarta tomates que se echaron a perder debido a los bloqueos en carreteras en la región boliviana de Cochabamba, el 30 de octubre de 2024. (AIZAR RALDES)
Un hombre descarta tomates que se echaron a perder debido a los bloqueos en carreteras en la región boliviana de Cochabamba, el 30 de octubre de 2024. (AIZAR RALDES) (AIZAR RALDES/AFP/AFP)

Entre el olor a fruta podrida en un mercado mayorista de Cochabamba, epicentro de las protestas en apoyo a Evo Morales en Bolivia, Damaris Masías llora al ver cómo las 10 toneladas de tomate que trajo en su camión son arrojadas a la basura.

"Sólo Dios sabe con cuántas lágrimas ha llegado este tomate", dice la agricultora de 48 años a la AFP. Lotes enteros de pimentón y vainitas (habichuela) también se descomponen en el mismo lugar.

Su carga se arruinó en el trayecto de 270 kilómetros que hay entre la localidad de Omereque y la capital de Cochabamba, el departamento más castigado por las tomas de carreteras de los seguidores del expresidente Morales, investigado por un caso de estupro en 2016 que él niega.

Era su propia producción y las de sus vecinos. El camión debía hacer el mismo recorrido en ocho horas, pero debido a las protestas, que piden el "cese de la persecución judicial" contra Morales y la renuncia del presidente Luis Arce, las cajas arribaron en nueve días.

"Hay personas pobres allá. ¿Cuánto sacrificio, cuánto capital han puesto? Traté de llegar, pero no se ha podido vender", agrega.

Las protestas iniciaron el 14 de octubre. Desde entonces, los bloqueos aumentaron de cuatro a 24, según autoridades.

Pero sobre todo castigan a Cochabamba, donde Morales tiene su base política y se resguarda de una eventual orden de arresto.

- Ciudad golpeada -

A 15 minutos del mercado está la oficina de encomiendas de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación, donde una larga fila de clientes de trescientos metros espera su turno para enviar encargos y mercancías.

"Estamos buscando puentes aéreos para que el producto no se arruine", dice Christian Vrsalovic, un productor de lácteos que ahora paga cinco veces más por transporte para cumplir con los envíos semanales a sus clientes.

Sus empleados esperan su turno para despachar desde las tres de la mañana.

Debido a los bloqueos, Cochabamba ha perdido hasta el momento cerca de 20 millones de dólares solo en el sector agropecuario, de acuerdo con la Confederación Nacional de Agricultura de Bolivia (Confeagro).

"Cochabamba es el gran eje articulador de la economía. Por aquí pasa toda la agroindustria de exportación de Santa Cruz (el departamento más rico del país), que va hacia los puertos de Arica (Chile) para que genere divisas al país que tanta falta le hacen", explica Rolando Morales, vicepresidente de Confeagro.

Desde 2015, Bolivia empezó a echar mano de sus reservas de dólares para subsidiar la gasolina y el diésel importados. Los fondos se están agotando.

La crisis se ha agravado por los bloqueos, que generan escasez de combustibles y largas colas en las gasolineras y han hecho que se disparen los precios de la canasta básica.

La inflación en septiembre de este año fue de 6,2% interanual, la más alta desde julio de 2014. Las protestas, que han impactado en los consumidores, podrían elevar aún más la cifra de octubre.

- "Qué caro está" -

En un mercado minorista de Cochabamba, Ana Luz Salazar, una vendedora de 55 años, alinea los pollos amarillos que no ha podido vender durante el día.

Esta carne, explica, ha pasado de 2 a 3,4 dólares por kilo desde que empezaron los bloqueos y eso ha hecho caer "bastante" sus ventas.

"Los clientes nos riñen. Nos dicen 'qué caro está'. Otros no compran y se retiran", afirma.

En las afueras de la ciudad de 660 mil habitantes, en una granja avícola del empresario Iván Carreón, de 48 años, los largos galpones lucen vacíos.

"Son 15 mil ponedoras (de huevos) en jaula que tuvimos que vender antes de que termine su ciclo fisiológico (...) para garantizar el alimento balanceado para los otros lotes que tenemos", dice.

La soya y el maíz que nutren a los pollos y gallinas de Cochabamba provienen de Santa Cruz, que tiene sus principales accesos tomados por las protestas.

En el caso de las carnes rojas, la situación es aún más preocupante. Rolando Morales, de Confeagro, advierte que sin alimento los animales podrían morir en una semana.

"Cochabamba, que antes era 'el granero de Bolivia', se ha quedado (solo) en el titular", concluye Morales.

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