La coalición de Derechas escenifica su unidad en el fin de campaña en Italia

Roma, 22 sep (EFE).- Abrazos, sonrisas y mensajes de que gobernarán unidos los próximos cinco años y bajo el lema "Juntos, por Italia", así se presentaron en la plaza del Popolo de Roma los líderes de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, de la Liga, Matteo Salvini, y Forza Italia, Silvio Berlusconi, en el mitin de clausura de la campaña electoral en vista de las elecciones generales del próximo domingo.

La más aplaudida fue Giorgia Meloni, romana, respecto a sus aliados del norte de iIalia, pero también una imagen de lo que será el resultado en las urnas donde se prevé que Hermanos de Italia se convierta en el primer partido del país con el 25 % de los votos, según los últimos sondeos publicados.

En la plaza del Popolo, que no se llenó para la ocasión, banderas de los tres partidos y pancartas como la de Hermanos de Italia: 'Somos Giorgia' o "Es tiempo di patria" firmada por la Juventud Nacional de Roma del partido de Meloni o "Menos impuestos, más trabajo" de los votantes de Forza Italia.

Hacía dos años que no se veía juntos en un mitín - desde las elecciones en Emilia Romaña - a los tres líderes. La coalición de la Derecha tiene casi 20 puntos de ventaja, 46,6 % contra el 27,2 % de los progresistas, según los últimos sondeos de intención de voto.

UNA MELONI MUY MODERADA: EN EUROPA CON LA CABEZA BIEN ALTA

Entre gritos de "Giorgia, Giorgia...", Meloni, aseguró hoy que con la victoria de la coalición de derechas Italia irá "con la cabeza bien alta en Europa y Occcidente".

La líder ultraderechista aseguro que Italia será "un socio de confianza y serio", empezando por la defensa del pueblo ucraniano de la agresión rusa y afirmó que con la Derecha en el poder se pedirá "con mayor fuerza que los estados occidentales distribuyan igualitariamente las cargas y se cree un Fondo de Compensación para ayudar a los países más golpeados por la guerra".

En un discurso muy moderado que cerró el evento, Meloni aseguró: "Estamos listos y lo veréis el 25 de septiembre, hasta la última votación para devolver la libertad y el orgullo a la nación”.

Confirmó que si los italianos les dan la mayoría, introducirán el presidencialismo en el país. "Estaremos felices si la izquierda quiere ayudarnos a hacer más eficientes nuestras instituciones, pero si los italianos nos dan los números, lo haremos de todos modos", aseveró.

Al igual que el resto de sus aliados aseguró: “El nuestro será un gobierno sólido, cohesionado, con un fuerte mandato popular y que durará 5 años”

.BERLUSCONI Y SALVINI PROMETEN UNIDAD.

Por su parte Salvini reitero su discurso antiinmigración y aseguró que como ministro del Interior detuvo la llegada de los migrantes y que lo volverá a hacer, en referencia al juicio que afronta por haber impedido durante más de 20 días que el barco del a ONG española Open Arms con un centenar de migrantes llagase a puerto.

"Estamos aquí para hacer una promesa: gobernar bien y juntos durante 5 años. La izquierda está dividida mientras nosotros estamos unidos aquí, sin insultar ni amenazar".

Mientras que Berlusconi que llegó a Roma para la ocasión después de haber hecho campaña sólo en televisiones y redes sociales: “Estamos unidos y somos la verdadera mayoría del país. “Nos hemos aliado para evitar que nuestro país caiga en una deriva autoritaria, estatista y justicialista que habría puesto en grave peligro el futuro de Italia y de nuestra libertad".

LAS DIFERENCIAS QUE NO SE VIERON EN EL PALCO

Mientras que en el palco de la plaza del Popolo todo fueron sonrisas y abrazos, son varios los temas que no se afrontaron y que enfrentarán a los tres partidos en cuanto lleguen al poder.

El primero será la formación del Ejecutivo que tenga en cuenta a todas las fuerzas políticas, a pesar de que Hermanos de Italia se convertirá en el partido más votado con casi el 25 % de los votos. Ya Salvini advirtió a su socia antes del mitin de hoy: "los ministros los elegimos juntos".

También divide la petición de Meloni de una revisión del plan de Recuperación diseñado por el gobierno de Mario Draghi para gestionar los extraordinarios fondos europeos, lo que para Berlusconi sería un grave error.

Probablemente la mayor distancia entre los aliados está en la desviación del gasto público, pues Salvini lo invoca, pidiendo 30.000 millones para hacer frente al aumento del precio de la energía, mientras que Giorgia Meloni se mantiene firme en el no y segura de que "no es la solución, sino un pozo sin fondo para el dinero que damos a la especulación".

La otra ruptura salió a la luz con toda su evidencia cuando el 15 de septiembre Hermanos de Italia y la Liga votaron en contra de la resolución del Parlamento Europeo contra la Hungría "antidemocrática" de Viktor Orban. La respuesta de Berlusconi fue clara: "Sus políticas están lejos de las nuestras, y también lo está su visión de Europa".

Cristina Cabrejas

(c) Agencia EFE