Kishida reformará su Ejecutivo para recuperar la confianza ante el escándalo de los fondos

Tokio, 13 dic (EFE).- El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció hoy el reemplazo de varios miembros de su Ejecutivo implicados en el escándalo de financiación ilícita que ha desatado una crisis de Gobierno, con vistas a "recuperar la confianza" de la ciudadanía.

El líder nipón confirmó así la remodelación de su Gabinete que venían adelantando los medios locales, tras destaparse la investigación de la fiscalía nipona sobre los cobros en negro de altos cargos del Ejecutivo y del partido gobernante procedentes de eventos de recaudación de fondos de esta formación.

Kishida "lamentó profundamente" que este caso haya causado "las sospechas de la ciudadanía", y afirmó que con vistas a recuperar la confianza popular, "liderará los esfuerzos para remodelar la cultura" dentro de su partido, en una rueda de prensa convocada este miércoles, coincidiendo con el final de la última sesión parlamentaria del año.

En este sentido, el primer ministro nipón anunció que este jueves "remodelará puestos de su Ejecutivo y cargos políticos del partido", aunque no dio más detalles sobre los nombres afectados.

Entre las figuras que serán reemplazadas destacan el portavoz y número dos del Gobierno, Hirokazu Matsuno; el titular de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura; el ministro de Interior, Junji Suzuki, y el de Agricultura, Ichiro Miyashita, según publican los medios locales.

Kishida señaló que las reformas se llevarán a cabo "mientras se espera a la clarificación de los hechos" que están bajo investigación.

"Las personas afectadas deben explicar los hechos y estos deben ser confirmados", dijo el primer ministro nipón, quien también anunció otras medidas para recuperar la confianza ciudadana.

Una lista creciente de altos cargos implicados

La fiscalía investiga una serie de ingresos procedentes de eventos de colecta organizados por facciones -agrupaciones políticas- del partido gobernante, y que fueron a parar a altos cargos que supuestamente no los declararon, lo que supondría una vulneración de la normativa nipona.

Los cobros en negro ascenderían a 500 millones de yenes (unos 3,2 millones de euros) y fueron distribuidos entre docenas de miembros de una de las principales facciones del Partido Liberal Democrático (PLD), según los detalles del caso publicados por medios locales.

Además de los cuatro citados miembros del Ejecutivo, otros perfiles de peso dentro del PLD salpicados por las irregularidades son el secretario general del partido en la Cámara Alta, Hiroshige Seko, el jefe de estrategia política Koichi Hagiuda o la exministra de Juegos Olímpicos Seiko Hashimoto.

Otro 'barón' del partido conservador, Tsuyoshi Takagi, anunció este mismo miércoles su dimisión de su puesto en la cúpula del partido, mientras que se espera que muchos de los antes citados presenten también su renuncia antes de ser oficialmente reemplazados por Kishida.

El propio primer ministro también ha decidido abandonar el puesto de líder de su propia facción dentro del partido gobernante, así como paralizar la celebración de cualquier evento de recaudación de fondos hasta que finalice la investigación de la fiscalía.

El escándalo también afecta a la facción que dirigía hasta ahora Kishida -aunque su nombre no ha aparecido por ahora entre los que cobraron fondos en negro-, y unido a la ruleta de cambios en el Ejecutivo, deja en una posición muy débil al actual mandatario, que afrontará en 2024 unas primarias de su partido.

Al ser preguntado hoy en rueda de prensa sobre si contempla la dimisión como primer ministro para asumir responsabilidades por el caso o no presentarse para la reelección al frente de su partido, Kishida dijo "no tener tiempo ni espacio para pensar en eso" y afirmó estar "dedicando todos sus esfuerzos a los temas actuales".

La tasa de aprobación popular de Kishida se sitúa en el 23 %, la más baja desde que llegó al cargo en octubre de 2021, según la última encuesta de la cadena estatal NHK.

(c) Agencia EFE