Claroscuros de las terapias alternativas para los sofocos en la menopausia
Por Roxanne Nelson 18 mayo (Reuters Health) - Es posible manejar los síntomas menopáusicos, como los sofocos, sin utilizar hormonas, aunque la evidencia detrás de las terapias alternativas aún es débil, según informó un equipo de Europa. Un equipo multinacional analizó estudios previos sobre los tratamientos disponibles, desde el ejercicio hasta la terapia conductual, en una revisión que dirigió la Sociedad Europea de Menopausia y Andropausia (EMAS, por su nombre en inglés). El autor principal, Gesthimani Mintziori, de la Universidad Aristóteles, Tesalónica, Grecia, comentó que el equipo redactó un borrador de un documento de posición sobre las alternativas hormonales, ya que "determinar qué es o sería lo mejor" podría llegar a ser confuso para las mujeres. Los sofocos y la sudoración nocturna son parte de los síntomas vasomotores, que están entre los síntomas más comunes y molestos que padecen las mujeres durante la menopausia. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) incluye una combinación de estrógeno y progestina, que reduce los sofocos que provocan tanto la menopausia natural como la que induce el uso de medicamentos como el tamoxifeno. En el 2002, un ensayo clínico de Estados Unidos conocido como Women's Health Initiative reveló que el tratamiento con estrógeno y progestina elevaba levemente el riesgo de cáncer mamario, infarto y coágulos sanguíneos. Aunque la TRH es el remedio más efectivo para los sofocos y otros síntomas, muchas mujeres dejaron de utilizarla por esas complicaciones. El equipo revisó los estudios publicados sobre una amplia variedad de terapias alternativas. Incluyeron desde ensayos clínicos con el diseño más riguroso hasta estudios pequeños u observacionales sobre los cambios del estilo de vida, la alimentación, los suplementos alimentarios, los fármacos recetados y las terapias conductuales y alternativas/complementarias, según publica el equipo en Maturitas. Los autores no hallaron evidencia suficiente o no contradictoria sobre la utilidad del ejercicio para aliviar los sofocos, aunque opinan que podría mejorar la calidad de vida y contrarrestar el aumento del riesgo cardíaco después de la menopausia. La evidencia sobre la efectividad de los suplementos o la dieta rica en fitoestrógenos (como la soja) tampoco demostró ser demasiado sólida. En cuanto a los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y de los inhibidores de la recaptación de la serotonina y la norepinefrina (IRSN), que sirven para tratar la depresión y la ansiedad, el equipo halló evidencia de que reducen la frecuencia y la gravedad de los sofocos. Sólo la paroxetina (Brisdelle) está aprobada en Estados Unidos para tratar los sofocos. En algunos estudios publicados, la gabapentina, que se utiliza para tratar algunos tipos de convulsiones y el dolor nervioso, demostró ser efectiva. Finalmente, el equipo publica que la evidencia asociada con las intervenciones conductuales, como la terapia cognitiva, y las terapias alternativas, como la acupuntura, sigue siendo limitada. FUENTE: Maturitas, online 22 de abril del 2015.