Hay un claro ganador en el primer partido de pretemporada de los Dallas Cowboys

En el primer partido falso de los Dallas Cowboys de la temporada 2023, su mejor jugador fue uno que ni siquiera estaba allí.

Zack Martin, guard All-Pro, y quien actualmente tiene un holdout de contrato, no asistió al AT&T Stadium el sábado por la tarde para el partido de los Cowboys contra los Jacksonville Jaguars.

Si fuiste lo suficientemente valiente para ver este desastre, verías que el señor Martin no debe moverse de su sofá hasta que el equipo le dé el nuevo contrato que desea.

Oficialmente, en el lugar de Martin como guard derecho estuvo Josh Ball, un jugador de tercer año de Marshall que no ha jugado en esa posición desde que estaba en la preparatoria.

En el otro puesto de guard estaba Matt Farniok, un seleccionado en la séptima ronda de la escuela anteriormente conocida como Universidad de Nebraska.

Incluso si Martin no estuviera en hold out, se habría unido el sábado a sus otros compañeros veteranos que no jugaron en la derrota por 28-23.

Como suele ocurrir en estos partidos de pretemporada cada vez más inútiles, el “scrimmage controlado” de los Cowboys con los Jaguars tuvo muchos momentos del tipo “¡No lo veas! ¡Cierra los ojos!”.

Entre ellos el del pateador, quien falló un punto extra. También incluyó al quarterback suplente Will Grier.

Ver a Josh Ball sustituir a Martin ofreció tantos de esos momentos que los entrenadores podrían “accidentalmente” quemar la película en lugar de seguir viéndola. Lo mismo puede decirse de Farniok, que ahora mismo será un guard/tackle según se requiera.

Es solo un partido desechable, pero nada de lo que se vio sugiere que los Cowboys vayan a hacer otra cosa que no sea acobardarse hasta que se les caiga la cara de vergüenza y le den a Martin el aumento que busca antes de que empiece la temporada regular.

No es culpa de Ball. Él es un tackle de 6 pies 8 pulgadas que fue empujado a esta posición. Dijo que era la primera vez que jugaba de guardia desde que estaba en la preparatoria.

“Definitivamente tengo cosas en las que debo trabajar”, dijo después del partido. “No estuvo tan mal. Tengo que estar un poco más bajo. Tengo que mover más los pies. Esta es una oportunidad para jugar, y donde me quieran, ahí jugaré”.

Martin no estado con el equipo desde que comenzó el campamento de entrenamiento el mes pasado; según las reglas del acuerdo de negociación colectiva de la NFL con la NFL Players Association, perderse un día de campamento bajo un holdout equivale a una multa de $50,000.

Pero no se preocupen por la multa; el nuevo contrato de Martin cubrirá mágicamente sus pérdidas.

Gana $14 millones al año, y cuando firmó su extensión de contrato por seis años y $84 millones en 2018, era el guard mejor pagado de la NFL. Ahora es el octavo guard mejor pagado de la NFL; sin embargo, posiblemente sigue siendo el mejor en su puesto.

Los equipos de la NFL incumplen contratos de forma rutinaria, así que cuando un jugador hace lo mismo es algo justo dentro del injusto juego que son las negociaciones contractuales con una franquicia de la NFL.

Esta semana nos han recordado el valor que tiene Martin para este equipo y lo cerca que estuvieron de no seleccionarlo.

Esta semana, el nuevo documental de Netflix, “Untold: Johnny Football”, la historia de la carrera futbolística del ex quarterback de Texas A&M Johnny Manziel, generó mucha expectación en todo el mundo del football.

Una escena crucial de la película es el Draft de la NFL de 2014. Manziel estaba en la pizarra cuando los Cowboys seleccionaron en el puesto 16, y Jerry Jones presionó a su “equipo” para que seleccionara a “Johnny Football” a pesar de que tenían a Tony Romo.

El vicepresidente del equipo, Stephen Jones, y otros, convencieron a Jerry de que la mejor selección era un aburrido guard de Notre Dame.

Como se ve en el documental, Manziel quedó destrozado cuando los Cowboys no lo seleccionaron. Se fue siete selecciones más tarde a Cleveland y jugó 14 partidos en la NFL.

Martin se convirtió de inmediato en uno de los mejores en su posición, y algún día debería entrar en el Salón de la Fama del Football.

Tiene 32 años y parece que pudiera jugar otras tres o cuatro temporadas. Si se mantiene sano. Si él quiere.

Por el momento, Jerry está haciendo el tipo de ruidos tranquilos y amenazadores que se le conocen en estas situaciones. Dijo que ha aprendido a “seguir adelante” en este tipo de escenarios.

Eso aplicó a Dez Bryant. Lo mismo para Terrell Owens. A tantos otros. Terence Newman. Marion Barber (RIP). DeMarcus Ware. Emmitt Smith.

Todos esos jugadores que una vez tuvieron grandes contratos fueron liberados a la mitad de sus respectivos plazos porque ya no valían la pena.

Martin tiene más en común con Zeke y Greg Ellis que con cualquiera de los Cowboys mencionados.

En 2006, Ellis sudaba abiertamente la camiseta para pasar de defensive end a linebacker en un cambio de esquema bajo la dirección del entrenador Bill Parcells; Ellis no ocultó que quería un contrato reestructurado.

Le llevó un tiempo y un cara a cara con Jerry Jones, pero lo consiguió.

Luego está el holdout de Zeke.

En septiembre de 2019, Zeke se mantuvo fuera durante el campamento de entrenamiento, durante el cual Jerry hizo famosa la pregunta: “¿cuál Zeke?”.

Los Cowboys cedieron porque querían ganar, y las alternativas detrás de Zeke no eran buenas. Zeke no se perdió ni un partido por su holdout.

Los Cowboys están en la misma posición ahora con Zack Martin.

Quieren ganar.

Como lo demostró el partido de pretemporada del sábado, lo que los Cowboys tienen detrás de Martin hará que Dak Prescott, Tony Pollard y cualquier otro se lastimen.

Zack no tiene necesidad de moverse de su sillón hasta que los Cowboys le den su nuevo contrato.