Clan de Florida vendía lejía como cura ‘milagrosa’. Un padre y sus tres hijos van a prisión

Un padre y sus tres hijos, todos condenados por vender una solución tóxica de lejía como una cura “milagrosa” a través de una falsa iglesia en línea de la Florida, protestaron por sus sentencias de prisión impuestas por una jueza federal el viernes, diciendo que el castigo era “duro”.

La audiencia de sentencia en el tribunal federal de Miami dio un giro inusual cuando el padre, Mark Grenon, dijo a la jueza que él era en realidad la víctima. Argumentó que sus 1,152 días bajo custodia equivalían a un “secuestro” y que el gobierno federal le debía pagar $5.76 millones por “retenerlo ilegalmente”.

“¿Sí o no?”, preguntó Grenon, de 66 años, a la jueza federal Cecilia Altonaga.

“Esa es una pregunta sin sentido”, le dijo Altonaga a Grenon. “No voy a responder a eso”.

Poco después, Altonaga sentenció al padre a cinco años de prisión, le impuso una multa de $5,000 y le ordenó pagar $1,948 por concepto de indemnización a las víctimas de la estafa de la familia de Bradenton, que era vender una “solución mineral milagrosa” a miles de consumidores de todo el país. La jueza también sentenció a uno de sus hijos, Joseph Grenon, de 36 años, a 5 años, sin multa, pero le impuso la misma orden de restitución.

Cuando los cuatro familiares fueron acusados en 2020, el padre y Joseph Grenon estaban escondidos en Colombia, según las autoridades federales. El gobierno estadounidense solicitó su extradición. El gobierno de Bogotá los entregó con la condición de que solo fueran acusados de confabulación para estafar al gobierno federa;, lo que limitaba su pena a un máximo de cinco años.

Antes del juicio se desestimaron otros cargos de desacato.

Los otros dos hijos del padre no tuvieron tanta suerte.

La jueza sentenció a Jonathan Grenon, de 37 años, y a Jordan Grenon, de 29, a más de 12 años de prisión por haber sido declarados culpables del principal cargo de confabulación y de un par de cargos de desacato derivados de su infracción de las órdenes judiciales de dejar de vender al público la peligrosa solución. Jonathan no fue multado, pero a su hermano Jordan se le ordenó pagar $2,500. También se les ordenó a ambos que pagaran la misma indemnización que los demás familiares.

Mark Grenon, a la derecha, y Joseph Grenon, a la izquierda, durante una actualización de video de Genesis II Church of Health and Healing en Bradenton, una organización cuasi-religiosa que promueve y vende lejía industrial como una cura para el COVID-19 y otros padecimientos médicos.
Mark Grenon, a la derecha, y Joseph Grenon, a la izquierda, durante una actualización de video de Genesis II Church of Health and Healing en Bradenton, una organización cuasi-religiosa que promueve y vende lejía industrial como una cura para el COVID-19 y otros padecimientos médicos.

Los Grenon se representaron a sí mismos en el juicio y en la audiencia de sentencia, aunque había abogados de oficio a su disposición. En la audiencia del viernes, los Grenon no permitieron que esos abogados hablaran en su nombre.

En el juicio y durante la sentencia, los fiscales federales describieron a los cuatro acusados de estafadores que usaron una fachada religiosa falsa en un portal digital, Genesis II Church of Health and Healing, para vender $1 millón de su “Solución Mineral Milagrosa” en anuncios de video como una cura para 95% de las enfermedades conocidas en el mundo, desde el SIDA hasta el coronavirus. Lo calificaron de “estafa por dinero”.

“Los acusados se aprovecharon de muchas poblaciones vulnerables”, incluidos los niños con autismo, dijo el viernes el fiscal federal adjunto Michael Homer.

La jueza dijo que los Grenon nunca han mostrado ningún remordimiento por su delito.

En la audiencia de sentencia, los cuatro acusados invocaron repetidamente su fe en Dios y en Jesús, diciendo que no habían “consentido” el proceso judicial y que debían ser puestos en libertad tras pasar unos tres años detenidos tanto en Estados Unidos como en Colombia.

“Lo perdí todo”, dijo Jonathan Grenon, añadiendo que estaba casado y tenía cinco hijos. “Creo que debería ser puesto en libertad con mi familia”.

Los otros dos hermanos hicieron súplicas similares de clemencia, en vano.

En julio, tras deliberar durante solo 30 minutos, el jurado federal de Miami declaró a los cuatro acusados culpables de confabularse para estafar al gobierno federal y a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) mediante la distribución de un medicamento no aprobado y de marca falsa.

Durante el juicio, Homer y su compañero fiscal John Shipley dijeron que los Grenon se hacían llamar “obispos” y vendían la solución como “sacramentos” a consumidores del sur de la Florida y otras partes de Estados Unidos a cambio de una “donación” a la iglesia Genesis, antes que la FDA adoptara medidas enérgicas contra la familia en 2020.

Los Grenon fueron acusados ese abril de confabularse para estafar al gobierno federal tras el estallido de la pandemia, cuando desafiaron las órdenes de la FDA y de los tribunales de no vender más la supuesta solución de cura. Su caso penal fue la primera acción de aplicación de la ley relacionada con la pandemia en la Florida. En las advertencias públicas, la FDA afirmó haber recibido varios informes de hospitalizaciones y padecimientos potencialmente mortales a causa del consumo de la peligrosa sustancia.

La solución en cuestión es una mezcla que tiene clorito sódico que, cuando se mezcla con agua y un “activador” de ácido cítrico, se convierte en dióxido de cloro, un potente blanqueador que suele usarse para el tratamiento industrial del agua o el blanqueo de tejidos, pasta y papel.

En el juicio, la jueza Altonaga dio instrucciones a los jurados de que los Grenon no podían ampararse en la Primera Enmienda, concretamente en la libertad religiosa, para defender la venta del peligroso producto porque su supuesta iglesia no era una entidad religiosa.

En su alegato final, Shipley insistió en este punto. “No se puede crear una iglesia falsa e infringir la ley”, argumentó.

Durante el juicio, un agente de la FDA testificó sobre tres videos producidos por Grenon en los que se presentaba la solución como una cura para el cáncer y el COVID-19, entre otras enfermedades mortales.

“Intentamos crear un mundo sin enfermedades”, decía Mark Grenon en un video en el que presentaba la sustancia. “Se ha demostrado que es tremendamente eficaz para curar el cáncer”.

Otro video, fechado el 8 de marzo de 2020, se titulaba: “El coronavirus es curable. ¿Usted lo cree? ¡Más le vale!”

Homer preguntaba al agente de la FDA, José Rivera, si hay cura para el coronavirus, que puede causar enfermedades respiratorias graves y la muerte.

“No, no la hay”, respondió Rivera.

Para reforzar su investigación, Rivera, con otro nombre, dijo que compró varias botellas del producto de los Grenon a través de su portal digital a $15, $20 y $30 cada una. Se enviaron a domicilios de la Florida y Georgia. En una ocasión, Rivera se quejó de que su esposa ficticia, de quien dijo batallaba con el cáncer, no mejoraba después de tomar la sustancia durante tres semanas. El agente declaró que recibió un correo electrónico de uno de los hijos de Grenon en que le decía que tendría que consumirla durante más tiempo para que fuera eficaz.

Los fiscales dijeron que el frente religioso de la familia Grenon, la Genesis II Church of Health and Healing, vendió decenas de miles de pedidos de la solución en infracción de la ley federal desde 2010.