El “gran cinturón de sargazo del Atlántico” se acerca y amenaza las costas de Florida y México

Una foto muestra sargazo amontonado en una playa en el condado de Palm Beach, Florida.
Una foto muestra sargazo amontonado en una playa en el condado de Palm Beach, Florida.

Durante gran parte del año, una enorme mancha marrón flota, relativamente inofensiva, por el océano Atlántico. Sus zarcillos sirven de refugio y criadero a peces, cangrejos y tortugas marinas. Abarca miles de kilómetros y es tan grande que puede verse desde el espacio.

Pero los científicos dicen que en los próximos meses, se espera que la mancha –una masa enmarañada y flotante de un tipo de alga marina llamada sargazollegue a la costa de Florida y otros lugares a lo largo del golfo de México. Y ya no será del todo inofensiva; empezará a pudrirse, emitiendo gases tóxicos y ensuciando las playas de la región durante los meses más concurridos del verano.

Las algas, que también pueden contaminar y poner en peligro la salud humana al descomponerse, ya han empezado a llegar a las costas de Key West, Florida. En México, el mes pasado se registraron niveles “excesivos” de algas en las playas del sur de Cancún. Fotos y videos de la región muestran a bañistas vadeando la suciedad marrón en playas habitualmente resplandecientes.

Una gruesa capa de sargazo cubre la playa de la bahía de Solimán, al norte de Tulum (México), y tiñe el agua de marrón el 3 de agosto del 2022. (AP Photo/Eduardo Verdugo)
Una gruesa capa de sargazo cubre la playa de la bahía de Solimán, al norte de Tulum (México), y tiñe el agua de marrón el 3 de agosto del 2022. (AP Photo/Eduardo Verdugo)

“No puedes meterte en el agua”, dijo Leonard Shea, un YouTuber de viajes, en un video reciente de la ciudad turística de Playa del Carmen que mostraba las olas rompiendo bajo una gruesa capa de algas. “No es una experiencia agradable”.

El sargazo –un tipo de macroalga que abunda de forma natural en el mar de los Sargazos– se ha visto durante mucho tiempo flotando en esteras por todo el Atlántico Norte. Pero en 2011, los científicos empezaron a observar acumulaciones extraordinarias de esta alga que se extendían en un cinturón desde África occidental hasta el mar Caribe y el golfo de México, según un estudio publicado en 2019.

La inmensa floración ha seguido creciendo casi todos los años.

Aunque los científicos todavía están tratando de entender exactamente por qué y cómo se expande la masa, conocida como el gran cinturón de Sargazo del Atlántico, parece ser estacional: coincide con la descarga de las principales vías fluviales, incluidos los ríos Congo, Amazonas y Mississippi.

La escorrentía de estas fuentes contribuye a alimentar la floración con nitrógeno y fósforo, explica Brian Lapointe, profesor de investigación de la Universidad Atlántica de Florida, que ha dedicado la mayor parte de su carrera al estudio del sargazo. Las emisiones de combustibles fósiles y la quema de biomasa –como árboles tras la deforestación– también producen nutrientes, añadió, que podrían estar ayudando al crecimiento del sargazo.

“Estas floraciones son cada vez mayores y este año parece que va a ser el más grande registrado hasta ahora”, dijo el Dr. Lapointe. En enero, los científicos midieron la mayor floración registrada en ese mes. “Es muy pronto para ver tanto”, añadió. “No es un buen augurio para un verano de playas limpias en 2023″.

El sargazo, frente a los resorts de Playa del Carmen
El sargazo, frente a los resorts de Playa del Carmen

Según la Administración Nacional de Oceanografía y Atmósfera, las floraciones de sargazo seguirán perturbando las aguas del Caribe hasta mediados de octubre.

Aunque el sargazo flotante puede beneficiar a los animales marinos al proporcionarles sombra y refugio, los problemas empiezan una vez que llega a tierra. Según los científicos, cuando el sargazo empieza a morir, degrada la calidad del agua y contamina las playas. También puede asfixiar hábitats vitales de manglares y absorber el oxígeno del agua. Las algas en descomposición también liberan sulfuro de hidrógeno, un gas incoloro que huele a huevos podridos y puede causar problemas respiratorios a los humanos.

El verano pasado, las Islas Vírgenes de Estados Unidos declararon el estado de emergencia, después de que “cantidades inusualmente altas” de sargazo se acumularan en sus costas, afectando a una planta desalinizadora en la isla de Santa Cruz. Y en 2018, después de una floración masiva que se extendió a lo largo de unos casi 9000 kilómetros en el océano Atlántico, los médicos de las islas caribeñas de Guadalupe y Martinica informaron de miles de casos de exposición “aguda” al sulfuro de hidrógeno, según un estudio publicado ese año.

En el pasado, las ciudades costeras asediadas han recurrido a diversas medidas para librarse del sargazo: En México, se ha contratado a la marina para recoger las algas del océano y rastrillar las playas del país. Mientras tanto, algunos empresarios han propuesto transformar las algas en alimento para animales, combustible o materiales de construcción.

Pero el Dr. Lapointe, profesor de investigación, advirtió que cualquiera que experimente con nuevos usos de las algas debe extremar las precauciones: el sargazo contiene arsénico, que, si se utiliza en fertilizantes, podría llegar a la cadena alimentaria.

Sin embargo, la amenaza más inmediata es para el turismo. “Está teniendo efectos catastróficos”, afirma.

Por Livia Albeck-Ripka y Emily Schmall