Cineastas de la isla y del exilio evocan una Cuba secreta en el Festival de Cine de Miami

El Festival de Cine de Miami (MFF por sus siglas en inglés) del Miami-Dade College, cuenta en su 41ra edición con una sólida participación de cineastas cubanos de ambas orillas, con obras que concursan en varias categorías y que forman parte de la programación especial, así como en la sección “Spotlight on Cuba”, que debuta en esta edición y se llevará a cabo en el Koubek Center, del 6 al 13 de abril.

“Spotlight on Cuba” está compuesta por nueve materiales fílmicos de temática y extensión diversa, dos de ellos dirigidos por mujeres, unificados por lo que podríamos llamar la evocación de una Cuba secreta, elevada a una dimensión metafórica latente en la que los recuerdos y la más cruda realidad marcan el tempo cinematográfico.

“Yo creo que las diferencias entre los cineastas de la isla y los exiliados son circunstanciales¨, asegura el crítico Alejandro Ríos, programador de cine cubano del Festival por segundo año consecutivo. “Cuando la Cuba real los convoca, tratan de entregar lo mejor de sus valores estéticos y conceptuales. Los impele una suerte de obsesión”.

¿Cuál es el objetivo de esta interesante muestra?, le preguntamos. “Traer al Festival lo que vale y brilla del cine que temáticamente dilucide el tema cubano para los congéneres y para aquellas personas que sienten curiosidad por experimentar a través del espejo del séptimo arte, la realidad de la isla, sin interferencias, tal cual”, responde Ríos. “Y con total transparencia. Valga aclarar que el programa no existe para complacer a la dictadura, sino para cuestionarla y afrontarla”.

LA POÉTICA DEL DOLOR, LA DISTANCIA Y EL PERDÓN

En “Seguridad”, un documental de 76 minutos realizado con una naturalidad que nos recuerda el “free cinema”, Tamara Segura, radicada en Canadá, nos narra su regreso a Cuba después de cuatro años de ausencia, en un viaje al encuentro de su pasado, marcado por la violencia y el alcoholismo de un padre abusador que fallece a solo días del regreso de la cineasta; y la coexistencia con la politización y la consigna de una joven que tuvo la desdicha de nacer el 2 de diciembre, aniversario del desembarco del yate “Granma”, y el dudoso honor de ser “la miliciana más joven de Cuba”.

“La idea de hacer ‘Seguridad` surge días después de la muerte de mi padre, cuando encontré en su casa una caja de fotos de familia. Esas fotos no solo eran su única herencia, sino también el testimonio de una historia no contada”, revela Segura. “Como cineasta y como hija se me hizo imposible ignorar esas imágenes. Asumí el documental como una especie de última voluntad de mi padre, donde tuve la oportunidad de exorcizar muchos demonios personales. El título se refiere a la forma en que siempre me he referido a mi familia, mi ‘seguridad’, y la ironía que eso supondría en el contexto familiar y nacional”.

“Las conversaciones con mi familia fueron para mí una purificación espiritual. Durante las entrevistas con mi abuela mi mayor miedo era no saber el impacto que tendría en ella abrir viejas heridas”, añade la cineasta. “Al final, siento que ventilar un tema tabú en nuestra casa fue también para ella una liberación. Justo cuando terminamos el rodaje rompió el primer aguacero de mayo, lo cual en Holguín es un momento muy esperado y celebrado por sus poderes curativos. Lo interpreté como un símbolo de un hechizo roto después de cuatro décadas”.

“Seguridad”.  Radicada en Canadá, la cineasta Tamara Segura regresa a Cuba después de cuatro años para reconstruir un pasado del que pretendió escapar.
“Seguridad”. Radicada en Canadá, la cineasta Tamara Segura regresa a Cuba después de cuatro años para reconstruir un pasado del que pretendió escapar.

Un hechizo que se rompe por algo más que un aguacero de mayo. Tamara Segura realiza un viaje paralelo, donde descubre que el destino de su padre y el suyo convergen finalmente en la revelación de que ambos fueron y son víctimas de un régimen totalitario y terrible, para el que no hay perdón. “Es mucho más fácil perdonar a alguien que ya no está, que ya no puede hacerte daño. Este no es el caso de Cuba donde la posibilidad del perdón resulta mucho más amarga e improbable”, puntualiza la cineasta.

CONTRA EL OLVIDO Y LA CENSURA

Ernesto Daranas es un realizador que tiene una extensa y laureada carrera, con películas y documentales como “Sergio & Serguei”, “Conducta”, “Los dioses rotos” y “Los últimos gaiteros de La Habana” entre otras obras fundamentales.

En esta edición, y en el marco de “Spotlight on Cuba”, presentará “Landrián”, que concursa por el Premio al Logro Documental, una exploración al rescate de Nicolás Guillén Landrián (Nicolasito), uno de los cineastas cubanos más sensibles, profundos y vanguardistas de los años sesenta y setenta, condenado al olvido por la burocracia cultural y los órganos represivos, como tantos otros intelectuales cubanos.

“Landrián” es una doble reconstrucción de la vida y la obra del cineasta, poeta y pintor. En la primera faceta desempeña un papel vital su viuda, que sirve como hilo conductor en esta historia como guardiana del legado que dejara el artista. La segunda faceta es una ardua labor de búsqueda y rescate en las maltrechas bóvedas de la Cinemateca de Cuba, donde se pudren cientos de latas de película sin posibilidad de salvación, a pesar de la tan cacareada membresía en la Federación Internacional de Archivos del Cine (FIAF).

“Tal vez lo más importante ha sido la gentileza de Gretel Alfonso (viuda de Landrián) y de Livio Delgado (fotógrafo de varias de sus películas)”, asegura Daranas. “Ellos nos aportaron también mucha información que resultó decisiva tanto para la restauración como para el propio documental que terminamos haciendo y que contó con la fotografía de Ángel Alderete”.

Daranas se transforma en arqueólogo y, en unión de los laboriosos trabajadores del archivo, logra rescatar algunos materiales y choca con la terrible realidad de que hay otros irrecuperables, lo que deja un vacío en la filmografía de Landrián, salvado en cierta medida por algunas notas en diarios y cuadernos que conserva Gretel Alfonso.

De todas formas, la persistencia y la dedicación logran materializar un documental que es revelación de una realidad que trasciende al propio Nicolasito y se hace extensiva a todos y cada uno de los que sufrieron y sufren los desmanes de ese régimen totalitario. “Landrián” es un paso más hacia la recuperación de un artista olvidado que resurge de las cenizas del ostracismo y la locura para ocupar su justo lugar.

“Desde hace ya 20 años, y gracias al trabajo de varios colegas y críticos, Landrián se ha convertido en un cineasta de culto para las nuevas generaciones de cineastas cubanos. Mucho más que mi película, ha influido en esto la vigencia de su propia obra y la lamentable persistencia de la censura y la exclusión en el cine que se hace hoy en la Isla”.

 “Objetos de deseo”. Con este corto de ficción filmado en Miami, Alejandro Rentería nos muestra un lado oscuro de la ciudad.
“Objetos de deseo”. Con este corto de ficción filmado en Miami, Alejandro Rentería nos muestra un lado oscuro de la ciudad.

DIVERSIDAD DE TALENTOS, TEMÁTICA Y ESTILOS

Es menester la mención de otros filmes que componen “Spotlight on Cuba” y otros que concursan en diferentes categorías, demostrativos de la diversidad de talentos, inspiraciones y estilos.

Uno de ellos es “Unión de Reyes”, dirigida por el conocido actor Danny Pino (quien desempeña también un papel protagónico), una historia de secretos y desencuentros familiares que revelan una vez más la tragedia del exilio. Un corto en el que las actuaciones, el argumento y la carga emotiva marcan una pauta de éxito.

“Los Frikis”, de Tyler Nilson y Michael Schwartz, está inspirada en la tragedia del grupo punk que decidió, para enfrentar la crisis económica, inyectarse el virus del VIH para vivir en un sanatorio donde al menos tienen techo, cama y comida, y un espacio utópico donde ensayar una libertad inexistente en la Cuba de un período especial interminable.

Por su parte, Alán González participa con dos obras en “Spotlight on Cuba”: “La mujer salvaje”, sobre una valerosa madre que lucha en vano contra la violencia doméstica y la pobreza; y “Azul Pandora”, historia de una transgénero llena de contradicciones, búsquedas y desengaños, resistencia y reticencia.

Es imposible no hacer referencia al cortometraje “Objetos de deseo” de Alejandro Rentería. Un cortometraje que nos muestra un aspecto sombrío de Miami, inspirado en el cuento “Una oferta razonable” de Jorge Luis Sánchez Noya, quien se propuso hacer una serie de relatos que transcurren en nuestra ciudad. Su brevedad no conspira contra una atmósfera opresiva donde las actuaciones de sus dos protagonistas son un auténtico duelo de talentos, y su final inesperado nos deja con “deseos” de ver más.

EL FUTURO PARA LAS DOS ORILLAS

Después de haber visto y seleccionado la muestra, así resume Alejandro Ríos el futuro del cine cubano de la isla y el exilio.“Prominente. Hay una componenda no escrita ni planeada entre cineastas de las dos orillas, para trazar el mapa de la isla atribulada y sus resonancias en el exilio. Es la exploración indetenible de un dilema que se ha extendido más de la cuenta. Habrá que regresar al cine cubano digno, para explicar el origen y el devenir de la hecatombe dictatorial. El programa ‘Spotlight on Cuba ‘cumple ese cometido desde la rispidez represiva o de una historia de amor”, concluye.

Spotlight on Cuba. 41er Festival de Cine de Miami del MDC. Del 6 al 13 de abril en el Koubek Center, 2705 SW 3rd Street. Boletos: https://miamifilmfestival2024.eventive.org/schedule. Información: https://miamifilmfestival2024.eventive.org/welcome

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