Cine árabe honra aliento de niños palestinos

Jesús Díaz, enviado

SHARJAH, Emiratos Árabes Unidos, octubre 27 (EL UNIVERSAL).- "Yo tengo muchas metas que quiero cumplir. Y si Dios quiere, les prometo que todo lo que haga en la vida tendrá mensaje", dice Jan Ramez con su voz de pequeño de ocho años y la experiencia de una película, "ElBo3bo3", estrenada en Medio Oriente en junio.

El niño egipcio ha sido asignado como uno de los oradores de la inauguración del único festival de esta región que ha decidido no cancelar debido a los conflictos en Palestina: el Internacional de Cine de Sharjah, en Emiratos Árabes.

"Antes de irme, diré algo más: en mi nombre y en el de cualquier niño árabe, quiero decir a los niños de Palestina que nuestro corazón está con ustedes y que muchas gracias por su aliento", añade.

Entonces todos aplauden al pequeño de cabello crespo, incluidas algunas celebridades prominentes de esta región del mundo.

Detrás de Jan, en otro momento, se proyectará en una pantalla a un padre de familia aferrándose al cuerpo de un pequeño de menor edad, que es llevado en brazos a un hospital en Gaza. La imagen no es grotesca, es sensible.

Tariq Rimawi es un cineasta jordano; su padre y abuelo son de Palestina. Habla con ironía del hecho de que nunca han tenido un pasaporte de su tierra de origen. Él dejó dos hijos en casa. Antes de viajar a los Emiratos, el más chico, de tres, se petrificó al ver el televisor casi por accidente.

"Estaba jugando con su juguete, encendimos el televisor, estaban las noticias y vemos a un niño que estaba herido por una bomba y sosteniendo su juguete", cuenta.

"Para mí, fue una imagen tan fuerte; yo puedo estar tranquilo de que mi hijo esté en un lugar seguro, pero, ¿qué pasa con el sufrimiento de esos pequeños?"

Hasta ahora, a sus 43 años, hablar del abandono en Palestina es un tema de todos los días.

En 2016 leyó un artículo acerca de una organización por la defensa de los animales que salvó a algunos animales del "peor zoológico del mundo", ubicado dentro de la Franja de Gaza.

En algún momento, alguien contrabandeó animales a través de los túneles a Gaza, y con ellos crearon un zoológico.

"Los niños estaban realmente felices de ver animales por primera vez", dice Rimawi. "El cuidador regresó a los 51 días, cuando todo había acabado, y encontró que la mayoría de los animales ya habían muerto por el estrés, enfermedades y el hambre".

El tema salió de las paredes de Gaza: se supo que una persona había momificado los animales muertos para que los niños los siguieran viendo. Ahí entró un grupo a favor de los animales y los rescató, dejando a los niños encerrados en su jaula de concreto.

Esto sirvió al realizador jordano para hacer la animación Zoo, que ha sido presentada varias veces esta semana en el festival, incluida la inauguración, y en dos encuentros frente a niños.

Una industria que se une

¿Será prudente llevar a cabo el festival?, se preguntó Sheikha Jawaher bint Abdullah Al Qasimi, la directora del encuentro fílmico.

Los Emiratos Árabes Unidos es una federación de Asia Occidental integrada por siete emiratos; Abu Dabi, el más grande; Dubái el más poblado y comercial; pero Sharjah presume de su enfoque cultural.

"Vi que muchos festivales se estaban cancelando, pero como nuestro enfoque está en los niños y jóvenes, no es tanto de entretenimiento, sino más bien educativo e inspirador, de aprendizaje".

El día uno destacó la noticia en los medios locales: el festival donaría todo lo recaudado a proveer de víveres a la gente en Palestina; además, los actores y realizadores invitados no dudarían en externar su postura. El primero fue Hussein Fahmy, un veterano egipcio.

"Todos nuestros corazones están con los niños de Palestina", indicó el histrión.

Luego habló el sirio Samer Al-Masry, al presentar su cinta Éxodo: "Sólo pedimos al Señor que detenga este sufrimiento, esta tragedia y que proteja a los niños".

"Todo nos está afectando mucho", profundiza Sheikha Jawaher, la directora del festival. "Confieso que cuando vienen los niños de sus escuelas a ver las películas, veo sus rostros, y miro a los de Palestina muertos. Y pienso, ‘¿qué me está pasando?’ Veo a mis hijos dormidos y pienso, ‘¿cómo están pasando la noche en Gaza?’"

Laila Elwi es la diva del evento. La actriz egipcia ha filmado más de 70 películas y ganado un tanto de premios, incluido el más prestigioso del Festival de El Cairo.

Ella lanzó un llamado a todo árabe dedicado al cine: hacer una película sobre Palestina que pueda ser vista en Occidente.

"Seguramente no encontraremos una producción occidental que nos respalde. Será una producción árabe, pero podría haber un director y actores internacionales para llegar más al Occidente", sugiere la egipcia, que trabajaría sin pago.

Al Rimawi, director de Zoo, secunda la idea del poder del cine: "Lamentablemente no podemos hacer mucho; así que para nosotros, y para mí como cineasta, la única forma es haciendo películas que lleven amor, paz y esperanza al pueblo palestino".

Pero esa revolución desde el cine, enclavada en el pequeño Sharjah, es un sueño que la realidad aplasta, de acuerdo con la propia Elwi: "Le digo a cada padre cuyo hijo se ha convertido en mártir: 'Ya está en el Paraíso y desde ahí le dirá: Dios es suficiente, el mejor protector'", dice entre lágrimas.