Los cinco dardos demoledores de Corinna que hunden la imagen del rey emérito

Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn ha interpuesto en Londres una demanda por acoso contra el rey emérito. (Photo by Dan Kitwood/Getty Images)
Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn ha interpuesto en Londres una demanda por acoso contra el rey emérito. (Photo by Dan Kitwood/Getty Images)

Cuando se informó de que el rey emérito había cambiado de opinión para estar presente en el sepelio de la reina de Inglaterra, la lectura inicial que hizo la prensa fue la del órdago a su hijo, el rey Felipe VI. Pero tras ese movimiento se escondía una segunda intención. Certificar con su desplazamiento a Londres que Juan Carlos I aún pertenece a la Casa Real española. Y con ello aferrarse a la supuesta inmunidad que le protegería de la demanda por acoso que la Corte de Apelaciones de Londres va a comenzar a instruir en unas semanas tras la querella que le interpuso Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

Pero el emérito no es el único que tiene un as en la manga. Su ex amiga especial también. En su caso participando en un podcast -Corinna interviene junto a otras "personalidades independientes" en un proyecto de Project Brazen- en el que desvelará detalles secretos de su relación y que, solo con lo que se ha adelantado, ya está erosionando la imagen pública del monarca.

Serán ocho capítulos en los que la alemana irá elevando paulatinamente el listón para explicar en primera persona todo el mal que le ha reportado haber tenido una relación íntima y personal con el que fuera Rey de España.

En el avance que se ha hecho público, Corinna calienta motores asegurando que los inicios de su relación fueron dignos de "un cuento de hadas" en el que no faltaban ramos de flores que la alemana recibía a diario sin importar en qué punto del planeta estuviera en cada momento. Pero incluso en esta descripción del coprotagonista de su historia cuando todo era de color de rosa se cuela la primera crítica. "Era muy acogedor y amable. Y muy abierto", señala antes de concluir que el emérito "no parecía una persona rígida".

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Ser rígido, según la RAE, puede implicar que esa persona es "rigurosa" o "severa", cuya acepción implica "dureza en el castigo". Por si surgieran dudas sobre si Corinna se refiere a una u otra definición, ella misma aporta pistas inequívocas al señalar que en la figura que ha reinado en España durante décadas "hay algo de perturbador en él y bastante despiadado".

Y añade que actúa así por una simple "cuestión de supervivencia" cuando ve que sus relaciones se deterioran: "Imagina que la persona que dice amar a tus hijos y que eres el amor de tu vida te involucra en una investigación criminal".

Pero sin tiempo para profundizar en esa característica del monarca, Corinna mete una marcha más y dice que el emérito se movía como pez en el agua en un mundo de "codicia, corrupción, violencia, riqueza oculta, espionaje internacional, conspiración, hedonismo y caza de elefantes". Lo que suena a una lista de adjetivos vejatorios es en realidad una enumeración de cinco posibles delitos. Una amenaza de nuevos casos que podría llevar a la Justicia para que ésta actuara contra Juan Carlos I. ¿Tramas corruptas?, ¿episodios violentos?, ¿fuga de capitales?, ¿espionaje? ¿conspiración para delinquir?

Para saber los términos exactos de las acusaciones de Corinna habrá que esperar a su capítulo semanal. Pero la primera indicación no tiene desperdicio. Se circunscribe al año 2012 cuando supuestos agentes del CNI la presionaron para que devolviera los 65 millones de euros que el Rey Juan Carlos le dio "por gratitud y por amor": "Me despierto de madrugada y siento que hay alguien de pie, junto a mi cama, en mi propia habitación de hotel; Si no obedeces estas instrucciones, podrías morir en un túnel como la Princesa Diana" cuenta Corinna que le amenazaron.

Con este aperitivo es fácil pronosticar el podcast será un éxito y que le producirá más de un dolor de cabeza al rey emérito.

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