Cientos de personas aún piden justicia al cumplirse tres años de la explosión de Beirut

Beirut, 4 ago (EFE).- Un año más, varios cientos de personas han vuelto a salir a las calles de Beirut demandando justicia para los más de 200 muertos y 6.500 heridos que dejó la explosión ocurrida en la ciudad el 4 de agosto de 2020, cuya investigación está suspendida debido a la obstrucción de políticos sospechosos de estar implicados en el caso.

Una marea de fotografías de las víctimas, alzadas por los manifestantes, viajó esta tarde desde la sede de la Brigada de Bomberos en Karantina hasta el puerto de Beirut, donde estaban almacenados sin medidas de seguridad los cientos de toneladas de nitrato de amonio que saltaron por los aires.

La marcha estuvo encabezada por un camión de los bomberos de Karantina adornado con retratos de algunos de los diez miembros que el equipo perdió hace hoy tres años, mientras trataban de extinguir el incendio que provocó la tragedia en el recinto portuario.

Entre una gran bandera del Líbano con manchas rojas para simbolizar la sangre derramada en la catástrofe, desfilaron pancartas con lemas como "Demandamos una misión internacional de investigación", "Una clase política criminal está obstruyendo la justicia" o "El Líbano es rehén de un régimen criminal".

OBSTRUCCIÓN A LA PESQUISA

La investigación judicial iniciada en el país poco después de la explosión ha sufrido continuas obstrucciones por parte de ex altos cargos sospechosos de negligencia en el caso y, sin apenas haber podido avanzar, quedó suspendida de forma indefinida a finales de 2021.

A comienzos de este año, el juez investigador, Tarek Bitar, trató de reanudar la pesquisa de forma unilateral, solo para acabar siendo denunciado por el fiscal general del Líbano, Ghasan Oueidat, una de las personas que había llamado a declarar junto a exministros y ex altos mandos de la seguridad.

Oueidat ordenó además entonces la liberación de todas y cada una de las 17 personas que habían permanecido detenidas en relación con el caso, amparándose en su derecho a la libertad al no haber una investigación en activo desde hacía casi un año.

Este callejón sin salida es el que movió a una de las mujeres que participó en la protesta de hoy, pese a que no se había unido los dos años anteriores.

"Esta es la primera vez que participo, no fui afectada por la explosión; claro que mi casa y esas cosas lo fueron, pero no perdí a ningún ser querido. Sin embargo, hoy decidió unirme porque la gente no se está tomando este asunto en serio", explicó a EFE, pidiendo permanecer en el anonimato.

Para ella, "cuantas más masas, cuanta más gente mostremos como imagen de que estamos decididos a obtener justicia", más posibilidades de que sus voces sean escuchadas.

Desde el entonces primer ministro libanés, Hasan Diab, hasta el antiguo presidente de la República, Michel Aoun, han reconocido que sabían de la existencia del nitrato de amonio, un químico utilizado como fertilizante pero también para la fabricación de explosivos.

Cientos de toneladas de ese producto habían permanecido varios años almacenadas en el puerto de Beirut hasta que acabaron explotando y arrasadon barrios enteros de la capital libanesa.

INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL

Aunque no cree que "vaya a llevar a nada", la manifestante suscribe los llamamientos a que se abra una investigación internacional para suplir la falta de justicia a nivel doméstico.

Ayer mismo, más de 300 ONG y personas a título propio enviaron una carta conjunta a los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidiendo una vez más una investigación "internacional, independiente e imparcial" de la catástrofe.

"Durante tres años, las autoridades libanesas han obstruido repetida y deliberadamente la investigación de la explosión, mostrando total indiferencia hacia el derecho de las víctimas y sus familias a la verdad y la justicia", denunció en un comunicado Ramzi Kaiss, investigador de Human Rights Watch (HRW), una de las ONG firmantes de la misiva.

Como el último 4 de agosto, los manifestantes se congregaron hoy en el puerto de Beirut para escuchar recitar los nombres de todos los fallecidos cuando el reloj se acercaba a las 18.08, la hora exacta en que se produjo la deflagración hace tres años.

En el minuto preciso, los organizadores hicieron estallar una gran nube de humo rojo sobre los asistentes mientras comenzaban a sonar las bocinas de ambulancias y coches de bomberos para honrar a las víctimas una vez más.

Noemí Jabois

(c) Agencia EFE