Científicos dan color al fósil de una serpiente de hace 10 millones de años

Por desgracia, todas las representaciones artísticas que has visto sobre reptiles extintos hace millones de años son “imaginarias”. Podemos, recrear la estructra externa de un dinosaurio, o de una serpiente, basándonos en sus huesos fosilizados. Sin embargo, los pigmentos que dan color a la piel escamosa de estos reptiles antediluvianos desaparecen, así que a nuestros ilustradores no les queda más remedio que echarle imaginación. Únicamente la melanina, el pigmento empleado por la naturaleza para dar el negró, el marrón o el rojo arcilloso, logra en ocasiones preservarse en los fósiles de vertebrados, ya que no se disuelve fácilmente. Pero hasta ahora, no había forma de completar el resto de la paleta cromática. Afortunadamente el fósil de una serptiente de 10 millones de años encontrado en Teruel, podría comenzar a hacer que las tornas cambiasen, dándonos una oportunidad de representar “a todo color” a algunas criaturas extintas hace largo tiempo.

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Lo realmente curioso de esta serpiente turolense de 10 millones de años, encontrada sin cabeza en las antiguas minas de azufre de Libros, es que se fosilizó en fosfato de calcio. Dentro de la piel de una serpiente existen diminutas estructuras físicas asociadas con pigmentos, a los que se llama cromatóforos. Bien, pues en el caso de este fósil, el fosfato de calcio comenzó a mineralizarse casi de inmediato en contacto con el cuerpo del reptil, lo que permitió que se replicase con precisión su estructura a nivel subcelular.

Cuando los investigadores situaron al especimen de estudio bajo un microscopio electrónico de barrido, comenzaron a buscar formas que se pareciesen a estas estructuras productoras del color. Basándose en lo que encontraron, han podido describir la coloración de la serpiente, cuyo vientre era pálido, pero que contaba con una espalda y laterales de color verde, aderezado con motas marrón oscuro y amarillo verdoso. Encabeza este post una reproducción artística de la serpiente de Libros, basada en este trabajo científico.

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Si el trabajo es correcto, ya que por lo que leo hay discrepancias al respecto en el mundo académico, esta podría ser la primera vez que se observan estas estruturas en el fósil de un vertebrado (véase imagen superior), algo que podría abrir puertas para futuros trabajos de investigación. Conocer el color que presentaba un animal extinto en vida no solo servirá para que los artistas creen ilustraciones ceñidas a la realidad.

En muchas ocasiones el color dice mucho del comportamiento y fisiología de una criatura, ya que puede emplearlos para camuflarse, para alertar a otros animales, para lucimiento durante el cortejo, etc. Además, el color externo de un animal también puede influir internamente, ya que algunos los emplean para regular su ambiente interno y a otros les permite proteger su cuerpo de los rayos ultravioletas o de las toxinas.

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El trabajo, en el que colaboraron científicos españoles de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, acaba de publicarse en la revista Current Biology.

Me enteré leyendo Csmonitor.