‘Ciencia vs política’: enfrentamiento entre científicos y la poderosa Everglades Foundation

En las dos décadas transcurridas desde que uno de los intentos de restauración ecológica más ambiciosos de la historia de la humanidad se convirtió en ley, Tom Van Lent se ha forjado una reputación de científico líder en el esfuerzo por salvar los Everglades de la Florida.

Su investigación se ha centrado en casi todos los problemas que han surgido en el esfuerzo de restauración de $21,000 millones, desde los litigios por la calidad del agua hasta las operaciones de gestión del agua y los problemas de desarrollo. Van Lent tal vez es más conocido, sin embargo, por su forma clara y sencilla de comunicar conceptos técnicos muy complejos, a veces con una oposición considerable, a los responsables de la toma de decisiones y sus electores: en particular, los más de ocho millones de floridanos que dependen de los atesorados y problemáticos humedales como fuente primaria de agua potable.

“Después de trabajar en los Everglades 42 años, a menudo me he dado cuenta que la complejidad se usa para ocultar la simple verdad”, dijo Van Lent, quien ahora es asesor científico del grupo sin fines de lucro Friends of the Everglades. “Hay verdades sencillas y es importante centrarse en lo principal y la complejidad suele distraer”.

Ahora, la ciencia de Van Lent —y su determinación de transmitir los hallazgos científicos como mejor le parezca-— están en el centro de una amarga batalla legal con su antiguo empleador, Everglades Foundation, en donde trabajó 17 años, incluso como científico jefe.

En una demanda civil, la fundación acusó a Van Lent de robar “secretos comerciales” y destruir archivos cuando dejó la organización en febrero de 2022, potencialmente para enriquecerse o en beneficio de Friends of the Everglades, donde ahora es contratista remunerado. La fundación dijo que los “secretos comerciales” incluyen memorandos e informes internos, documentos técnicos y presentaciones confidenciales relacionadas con el espectro de temas en los que Van Lent trabajó mientras estuvo en la fundación. Van Lent negó las acusaciones.

Las partes llegaron a un acuerdo en septiembre pasado y a una orden judicial que prohibía a Van Lent revelar información confidencial y le ordenaba devolver el material, pero unas semanas más tarde la fundación acusó a Van Lent de infringir la orden judicial. En mayo, un juez de circuito se puso de parte de la fundación y lo declaró culpable de desacato penal indirecto. Aún no se ha fijado la fecha de la sentencia, pero Van Lent podría enfrentar penas que van desde una multa simbólica hasta el encarcelamiento. Van Lent tiene previsto apelar el fallo.

El litigio conmocionó a la comunidad de defensores de los Everglades, por lo demás muy unida, y puso de manifiesto una prolongada tensión entre la ciencia y la política en la ingente labor de restauración. Algunos defensores se preguntaron si los “secretos comerciales” se refieren a descubrimientos científicos que en principio deberían ser públicos.

“¿Qué quiere mantener en secreto Everglades Foundation?”, dijo Stuart Pimm, especialista en Especies Amenazadas de la Universidad Duke, cuyas investigaciones han incluido el hábitat del gorrión marino del Cabo Sable de los Everglades. “Porque no es así como funciona la ciencia”.

La disputa parece provenir en parte de un controversial plan para un embalse descrito por el gobernador Ron DeSantis, entre otros, como “la joya de la corona de la restauración de los Everglades”.

El embalse, de 16 millas cuadradas, sería el mayor de este tipo que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército haya construido y algunos grupos de defensa del ambiente expresaron su preocupación por su diseño, que dijeron que no cumple los requisitos de restauración. La fundación, estrechamente alineada con DeSantis, aspirante a la candidatura presidencial republicana a en 2024, apoya el embalse.

La restauración de los Everglades tiene por objeto restablecer los atributos históricos clave del río de hierba, especialmente la calidad, el almacenamiento y el caudal del agua. Se calcula que llevará muchas décadas. Parque Nacional de los Everglades.
La restauración de los Everglades tiene por objeto restablecer los atributos históricos clave del río de hierba, especialmente la calidad, el almacenamiento y el caudal del agua. Se calcula que llevará muchas décadas. Parque Nacional de los Everglades.

Después de dejar la fundación para trabajar con Friends of the Everglades, Van Lent tuiteó sobre de su nueva oportunidad con un grupo que, dice “pone los hechos por encima de la política”. Declaró a Inside Climate News que el tuit podría haber provocado la demanda. La fundación dijo que la única motivación del litigio era recuperar los materiales que sostiene que Van Lent descargó y destruyó.

“Everglades Foundation convirtió el embalse en la pieza central de sus relaciones públicas y sus esfuerzos políticos”, dijo Van Lent. “Así que cualquiera que potencialmente se interponga en su camino, por supuesto, es un objetivo potencial”.

“El papel del científico debe ser articular los hechos, sean cuales sean, para que la gente pueda tomar decisiones”, dijo. “Hay otras aportaciones además de la ciencia: política, derecho, economía... hay todo tipo de cosas que intervienen en una solución y la ciencia no es el único factor. La política es sin duda una de esas aportaciones y ahí es en donde a menudo hay roces”.

Un ecosistema reconfigurado por la política

Para apreciar esta tensión entre ciencia y política en el esfuerzo de restauración, es importante comprender que los Everglades, poéticamente conocidos como el río de césped, ya no fluyen libremente, sino que han sido remodelados por la política y sostenidos por la ciencia y la ingeniería de algunas de las infraestructuras de gestión del agua más complejas del mundo.

La ciencia y la política funcionan como fuerzas competidoras que dirigen el flujo de agua a través de unas 2,200 millas de canales, 2,100 millas de diques y bermas, 84 estaciones de bombeo y 778 estructuras de control del agua, que en conjunto sirven de soporte vital a una cuenca hidrográfica que antaño abarcaba gran parte de la península, pero que ha quedado reducida a un vestigio de lo que fue.

La restauración de los Everglades implica una serie de proyectos a escala del paisaje, como el embalse, destinados a recuperar atributos históricos clave de los Everglades, especialmente la calidad, el almacenamiento y el caudal del agua. La cuenca comienza en el centro de la Florida, en la cabecera de Kissimmee River, e incluye Lake Okeechobee, las marismas de hierba de sierra del sur y la Bahía de la Florida, en el extremo sur de la península.

“Todos los martes a las 11:00 a.m. nos sentamos con los gestores del agua, los ingenieros y los científicos y empezamos en la cabecera del río, discutimos lo que ocurre desde el punto de vista hidrológico y medioambiental, y los científicos hacen recomendaciones para la gestión del agua”, dijo Fred Sklar, director de la Sección de Evaluación de los Sistemas de los Everglades del Distrito de Gestión del Agua del sur de la Florida (SFWMD), un grupo de científicos que estudian las implicaciones de la restauración y ayudan a orientar las decisiones de los gestores del agua sobre dónde y cómo debe fluir el agua.

“Llegamos a un acuerdo en lo que respecta a cómo mover el agua y cómo asegurarnos de que las cosas se mantienen sanas o mejoran”.

El SFWMD, la agencia estatal que supervisa la restauración, no es una organización política, pero, al igual que su aliado federal, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, se rige por leyes y reglamentos dictados por funcionarios electos que están en deuda con las partes interesadas, desde poderosos urbanizadores e intereses agrícolas hasta grupos ecologistas y ciudadanos de la Florida.

“Todo se reduce a la realidad práctica que la Florida se drenó para dar cabida al desarrollo y la agricultura”, dijo Eve Samples, directora ejecutiva de Friends of the Everglades. “Cuando existen esas tensiones, suele ser porque el esfuerzo de restauración exigiría algún tipo de sacrificio por parte de esas dos fuerzas: el desarrollo o la agricultura”.

Esta tensión entre ciencia y política se remonta a los inicios de la restauración de los Everglades y a una demanda federal presentada contra el estado en 1988 por problemas de calidad del agua en el Parque Nacional de los Everglades y el Refugio Nacional de Vida Silvestre Arthur R. Marshall Loxahatchee. El litigio desembocó en un decreto de consentimiento y un plan de restauración a principios de la década de 1990 que, según los grupos ecologistas, no iba lo suficientemente lejos.

La discordia, por ejemplo, en torno a una norma de calidad del agua y a si los contaminadores estaban pagando su parte justa en el esfuerzo ayudaría finalmente a dar lugar a un monumental plan de restauración federal-estatal que se convirtió en ley en 2000 y sigue en marcha hoy en día.

La agitación también llevó a George Barleym, rico urbanizador de Orlando, y a Paul Tudor Jones II, inversionista multimillonario en Wall Street, quienes son muy amigos y está decididos a salvar su adorado lugar de pesca en la Bahía de la Florida, a crear en 1993 una organización que podría hacer más científico el debate político: la Everglades Foundation. Van Lent se incorporó en 2005 como su primer científico.

“Creo que mucha gente se sentía excluida, porque el proceso tenía una base científica muy fuerte y para entender todo eso se necesita un experto”, dijo Van Lent. “Querían ayuda para entender lo que decían las agencias; también querían, creo, evaluaciones objetivas que los ayudaran a entender los hechos, y ese fue mi papel inicial”.

Por aquel entonces, Van Lent ya gozaba de gran prestigio, pues había empezado su carrera en el SFWMD. Más tarde dejó el distrito de gestión del agua y se incorporó al Parque Nacional de los Everglades, donde su investigación coincidió con la puesta en marcha del enorme plan de restauración en 2000.

El Parque Nacional de los Everglades al anochecer. Anthony Sleiman, Servicio de Parques Nacionales.
El Parque Nacional de los Everglades al anochecer. Anthony Sleiman, Servicio de Parques Nacionales.

“Cuando Tom se fue a la Fundación pensé que era fantástico”, dijo Pimm, especialista en especies amenazadas de la Universidad Duke. “Consiguieron que el mejor hidrólogo de los Everglades fuera a trabajar con ellos”.

En la fundación, Van Lent hizo análisis científicos y recomendaciones para la organización y otros grupos que carecían de personal científico, informando a la comunidad de defensa de los Everglades sobre las propuestas de los líderes electos y las agencias gubernamentales. Algunas de sus recomendaciones se incorporaron a importantes proyectos de restauración.

Con el tiempo, la fundación creció y también su influencia. Cuando el entonces gobernador Charlie Crist anunció en 2008 un plan de $1,750 millones para comprar la empresa agrícola y procesadora U.S. Sugar y dedicar los terrenos a la restauración de los Everglades, la noticia sorprendió a casi todos los defensores de los Everglades excepto a la fundación, que llevaba meses participando en las negociaciones. El acuerdo se redujo posteriormente cuando la economía entró en recesión, entre otras razones.

Hoy la fundación está bien conectada y bien financiada. Su directiva incluye a Jimmy Buffett y Jack Nicklaus y su director ejecutivo es Eric Eikenberg, experimentado estratega político que había sido jefe de gabinete de E. Clay Shaw, Jr., republicano que sirvió en el Congreso durante 26 años, y luego de Crist, republicano que más tarde cambió su afiliación a demócrata. Crist se postuló de nuevo para gobernador el año pasado pero perdió ante el titular republicano: DeSantis.

Jones, quien ocupa el puesto 299 en la lista Forbes de los estadounidenses más ricos de 2023, con un patrimonio neto de $7,500 millones, sigue siendo un activo colaborador de la fundación. Barley murió en 1995 en un accidente de aviación cuando se dirigía a reunirse con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para tratar el futuro de los Everglades, dejando a su viuda Mary Barley al frente de la causa.

Everglades Foundation organiza una recaudación de fondos anual en The Breakers, el exclusivo complejo turístico en Palm Beach. Este año actuó Lionel Richie y Billy Joel y su esposa Alexis fueron presidente y presidenta honorarios del acto. El presupuesto operativo anual de la fundación supera los $10 millones y su plantilla de 31 personas incluye siete científicos a tiempo completo. La organización también apoya la investigación sobre los Everglades en la Universidad Internacional de la Florida y la Universidad de Miami.

La fundación está a la vanguardia de todas las cuestiones importantes relacionadas con los Everglades, incluido el controversial plan para el embalse apoyado por DeSantis.

El gobernador, un impulsor del embalse

DeSantis sirvió en el Congreso de 2013 a 2018 y fue responsable de autorizar proyectos de restauración de los Everglades como miembro de la Comisión de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes. Se reunió en varias ocasiones con representantes de la fundación que “lo guiaron a través de la importancia de los proyectos”, dijo Eikenberg, quien estuvo presente en las reuniones.

“Comprendió su valor económico y su importancia para la economía de la Florida”, dijo Eikenberg, quien ha dirigido la fundación como presidente ejecutivo desde 2012.

La campaña a la gobernación de DeSantis en 2018 coincidió con un brote estatal de algas tóxicas que enfermó a los floridanos y dejó a la vida silvestre panza arriba. Entre sus contribuyentes estaba Jones, quien le dio $250,000 a su comité de acción política. Después de asumir el cargo, DeSantis tomó varias medidas para abordar los problemas de calidad del agua, incluida la inversión de millones de dólares en fondos estatales para la restauración de los Everglades. Cuando en 2019 DeSantis destituyó a toda la junta del SFWMD, que en ese momento se consideraba que favorecía a los contaminadores, la fundación estaba lista para ayudar con recomendaciones para reemplazarlos.

Caimanes tomando el sol en el Parque Nacional de los Everglades. Leslie Velarde, Servicio Nacional de Parques.
Caimanes tomando el sol en el Parque Nacional de los Everglades. Leslie Velarde, Servicio Nacional de Parques.

El gobernador también impulsó el embalse, un proyecto destinado a limpiar y transportar más agua hacia el sur, adonde una vez fluyó el llamado río de hierba, pero la fundación y otros grupos de defensa ya estaban planteando preocupaciones por las propuestas para el diseño del embalse. En 2018, Eikenberg y Van Lent, aparentemente unidos, dijeron públicamente que las propuestas no incluían suficientes humedales artificiales para limpiar el agua y que el estado debería buscar la posibilidad de obtener más acres de los terratenientes, políticamente poderosos cultivadores de azúcar.

Finalmente, las propuestas siguieron adelante y los grupos de defensa continuaron expresando su preocupación, pero no la fundación. Los grupos sostenían que el embalse no cumplía los requisitos de restauración porque no conduciría suficiente agua hacia el sur ni limpiaría el agua de acuerdo con las normas establecidas; asimismo, dijeron que la profundidad de 23 pies del embalse era excesiva y proporcionaría otro lugar para que el crecimiento de las floraciones tóxicas, amenazando la salud humana y la vida silvestre.

Los defensores del medio ambiente también argumentaron que los diseños no habían tenido en cuenta el cambio climático y que el proceso se había precipitado demasiado como para incluir plenamente al público; igualmente, pidieron que se adquirieran más terrenos de los propietarios de la zona.

Dentro de la fundación, la relación de trabajo entre Eikenberg y Van Lent se estaba deteriorando. Los documentos judiciales citan el testimonio de un empleado de la fundación que describió un desacuerdo en 2015 o 2016 en el que el científico “estaba gritándole al señor Eikenberg hasta el punto de que el señor Eikenberg se sintió como si pudiera ser agredido”.

En 2020 Van Lent fue trasladado a un cargo no directivo después que Eikenberg “ya pensó que podía confiar en el Dr. Van Lent para hablar en nombre de la fundación”, según los documentos. Van Lent declaró ante Inside Climate News que bajo la dirección de Eikenberg durante 11 años, la fundación había experimentado una “transformación”, razón por la que se marchó.

“Una de las cosas que dijo Eric es que hay ciencia y ciencia política y que la ciencia política está por encima de la ciencia”, dijo Van Lent. “Eso provocó muchas tensiones, porque lo que Eric quería era básicamente ajustar los hechos al mensaje, que era el apoyo al embalse.

“Y mi opinión es que puedo apoyar o no el embalse”, dijo. “Solo tengo que presentar los hechos a ustedes. y ustedes tienen que hacer lo que puedan con ellos”.

En una entrevista con Inside Climate News, Eikenberg declinó hacer comentarios directos relacionados con Van Lent. Dijo que la fundación no era una organización política, pero añadió que “El trabajo científico no va a restaurar los Everglades”.

“Hay que operar dentro de una realidad política y la ciencia política es tan importante como la ciencia medioambiental”, dijo. “Y ¿la narrativa de que es demasiado político? Ha sido político desde el primer día”.

Tras dejar la fundación en febrero de 2022, Van Lent se unió a Friends of the Everglades, inicialmente como asesor no remunerado y más tarde como contratista remunerado. Entonces la fundación lo demandó en abril de 2022, acusándolo de una “campaña secreta de robo y destrucción de material sensible de la fundación”.

“Copió cientos de archivos y carpetas que contenían información confidencial y patentada, secretos comerciales de la fundación y cientos de gigabytes de datos en sus discos duros personales para llevárselos, sin el permiso de la fundación e infringiendo sus obligaciones laborales con la fundación”, dijo la organización en su demanda. “De igual forma, destruyó cientos de gigabytes de datos de la fundación, incluidos miles de archivos y carpetas que tenían copias de modelos científicos propiedad de la fundación y datos relacionados, así como copias del producto del trabajo que la fundación le había encargado crear”.

Van Lent negó haber robado o destruido “secretos comerciales”.

“No sé de qué están hablando exactamente”, dijo. “No tengo ninguna información suya”.

“Haces copias de seguridad de tu computadora”, dijo Van Lent. “La copia de seguridad original tenía una mezcla de archivos personales y archivos de Everglades Foundation. Hice una copia de la copia de seguridad, borré todos los archivos de información personal y le envié a la Everglades Foundation todos sus archivos de la copia de seguridad, después tomé esa copia de seguridad y en mi copia personal borré todos los archivos de Everglades Foundation”,

En su denuncia, la fundación dijo que presentó la demanda después de ponerse en contacto con Van Lent y pedirle que devolviera el material, cosa que dijo no hizo. Después de acusarlo de infringir la orden judicial, Van Lent se declaró inocente y se llevó a cabo un juicio el 10 y 11 de mayo. Van Lent fue el único testigo que declaró a su favor.

La fundación había contratado a un investigador forense para que analizara sus dispositivos, incluidos su computadora de trabajo y dos discos duros externos, y las pruebas se presentaron ante el tribunal. En su fallo, dictado el 25 de mayo, el juez Carlos López citó pruebas que indicaban que Van Lent había borrado cientos de miles de archivos de una computadora portátil después que se dictó la orden judicial.

El juez también dijo que en varias ocasiones consideró que el testimonio del científico no era creíble. “El Dr. Van Lent tenía la clara intención de llevarse los materiales de la fundación para usarlos en el futuro y privó intencionadamente a la fundación de esos mismos materiales para que no pudieran ser usados de una forma con la que él no estaba de acuerdo”, escribió López.

Mientras se desarrollaba el proceso legal, DeSantis estaba haciendo campaña para la reelección y ganó ampliamente en noviembre, con Jones aportando otros $200,000 al Partido Republicano de la Florida. En enero, una orden ejecutiva emitida por el gobernador pidió, entre otras cosas, el desembolso de $3,500 millones en cuatro años para los Everglades y los recursos hídricos, el nivel más alto de financiación en la historia del estado, dijo el gobernador. En junio firmó un presupuesto estatal que incluía $1,600 millones para los Everglades y la calidad del agua.

En febrero se inició la construcción del embalse de 23 pies de profundidad sin que se hubieran abordado muchas de las preocupaciones planteadas por los grupos de defensa ambiental. El proyecto, de $3,900 millones, incluye el embalse y un humedal artificial y su finalización está prevista para 2030.

En un comunicado, la fundación dijo que empezó a apoyar el proyecto del embalse como marco después de que el estado pudiera garantizar que el agua almacenada se trataría según las normas de restauración y pronosticó que los beneficios se extenderán por toda la cuenca, que abarca el centro y el sur de la Florida; sin embargo, persiste la preocupación por la calidad del agua, planteada también por la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) en un informe de noviembre.

Temor por la propia ciencia

Muchos grupos de defensa del ambiente expresaron su apoyo a Van Lent; dijeron que el litigio distrae de la misión más amplia de la restauración de los Everglades y da una mala imagen de la comunidad de grupos y organismos que participan en el esfuerzo.

“La situación de Tom Van Lent es una locura. Es una locura”, dijo Cris Costello, responsable de organización Sierra Club de la Florida.

Los grupos dijeron que el litigio podría tener un efecto desalentador en otros trabajos científicos sobre los Everglades y se preocupan por si los “secretos comerciales” en el centro de la disputa implican hallazgos científicos importantes para la restauración, un esfuerzo financiado con fondos públicos.

Pimm, especialista en Especies Amenazadas de la Universidad Duke, pronosticó que la batalla legal dañará la reputación de la fundación como organización sin fines de lucro basada en la ciencia. “La forma en que funciona la ciencia es compartiendo las observaciones científicas y lo que parece estar en el centro de todo esto es un esfuerzo por impedir que Tom las comparta”, dijo.

La Marjory Stoneman Douglas Wilderness en el Parque Nacional de los Everglades. Denise Díaz, Servicio Nacional de Parques.
La Marjory Stoneman Douglas Wilderness en el Parque Nacional de los Everglades. Denise Díaz, Servicio Nacional de Parques.

Eikenberg dijo que el litigio no tiene motivaciones políticas ni está relacionado con DeSantis y que los documentos judiciales hablan por sí solos; sostiene que la reputación de la fundación no se verá dañada por el conflicto.

“La experiencia de Everglades Foundation ha permanecido constante”, dijo. “La fundación ha mantenido su compromiso de garantizar que la investigación científica independiente siga disponible, no solo para las agencias gubernamentales, sino también para nuestros aliados”.

Friends of the Everglades emitió un comunicado en el que afirmaba que Van Lent nunca le ha transmitido información confidencial sobre la fundación a su nuevo empleador.

“Tom está muy preocupado por este proyecto de embalse y tiene mucha credibilidad y experiencia para desacreditarlo y ponerlo en duda”, dijo Eve Samples, directora ejecutiva del grupo. “No sé si eso es lo que motiva la demanda, pero sí sé que son hechos”.

Van Lent dijo que tiene la sensación de que la fundación intenta aislarlo. “Todo esto ha sido un ejercicio de intimidación”, dijo. “Creo que intentan marginarme, atacarme, desprestigiarme”.

Desde que tiene uso de razón, dijo Van Lent, quería ser ingeniero civil, como su padre. Creció en Dakota del Sur, pero siempre se sintió atraído por el agua. Uno de sus primeros recuerdos es cuando, en primavera, al derretirse la nieve, ponía un dique en las alcantarillas y desviaba el agua a la calle donde vivía.

“Me metí en muchos problemas por eso”, dijo.

Después de la universidad, consiguió un trabajo en el SFWMD y se enamoró de los Everglades. Hoy, en Friends of the Everglades, sigue analizando propuestas de restauración y compartiendo los resultados con otros grupos, aunque muchos están formando sus propios equipos científicos.

“Los desacuerdos científicos son constantes y, en realidad, son algo saludable, porque obligan a investigar más y a obtener más datos”, dijo Van Lent. “Así es como avanza el proceso científico; así es como aprendemos”.

“Si se quiere restaurar los Everglades y no solo estudiarlos, tiene que seguir haciéndolo. Hay que dar la cara”, dijo. “Hay que hablar claro y, aparte de eso, no hay otra forma de avanzar y no siempre es muy positivo ni fácil, como estoy descubriéndolo, pero hay que hacerlo”.

Este reportaje se hizo en colaboración con Florida Climate Reporting Network, una iniciativa de varias redacciones fundada por el Miami Herald, el South Florida Sun Sentinel, Tel alm Beach Post, el Orlando Sentinel, WLRN Public Media y el Tampa Bay Times.