La ciencia revela cuál es el peor efecto del cambio de hora en EU

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 30 (EL UNIVERSAL).- Cada primavera y otoño, Estados Unidos ajusta sus relojes para adaptarse al Daylight Saving Time (DST), una práctica destinada a maximizar la luz solar en el día. Sin embargo, su impacto en el bienestar de las personas ha generado creciente preocupación, ya que diversos estudios señalan que esta alteración puede afectar negativamente la salud mental y física.

El DST consiste en adelantar los relojes en marzo y atrasarlos nuevamente en noviembre. A pesar de que la medida se implementó como una estrategia de ahorro energético, su efectividad en este aspecto es debatida y sus efectos en el ritmo circadiano han cobrado relevancia.

Investigadores de la Universidad de Harvard afirman que cuando se adelanta el reloj, el cuerpo se desajusta de la exposición a la luz solar, lo que provoca un trastorno conocido como "desincronización circadiana". Según la doctora Phyllis Zee, experta en medicina del sueño, esta falta de luz en la mañana puede desajustar el reloj biológico, dificultando el descanso nocturno y afectando el funcionamiento diurno. Esto es especialmente relevante en el caso de una transición permanente al horario de verano, que algunos sectores han propuesto para evitar cambios de hora repetidos.

La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) estima que el 55% de las personas experimentan síntomas de fatiga y problemas de concentración en las primeras semanas de adaptación. Investigaciones de Johns Hopkins y la publicación Journal of Clinical Sleep Medicine relacionan esta pérdida de sueño con un aumento de problemas cardiovasculares y del estado de ánimo, señalando un incremento en síntomas de ansiedad y depresión, especialmente en estudiantes y personas con antecedentes de trastornos emocionales.

Este domingo 3 de noviembre, a las 02:00 de la madrugada, los ciudadanos en las zonas con DST deberán atrasar sus relojes una hora, regresando al horario estándar. Aunque para muchos representa el regreso de la luz matutina, se cuestiona si los beneficios del DST justifican sus efectos adversos en la salud y si la práctica debería mantenerse en el futuro.