Ciclo de Cine Cubano en Miami abre con El Súper. ‘Si lo estrenan en TV, la libertad llegó a Cuba’

Un escape de Cuba en un barco del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), caminatas por el barrio neoyorquino de Washington Heights, un almuerzo en un restaurante chino de Nueva York y el cruce del río Bravo con unas cuantas películas cubanas se confabulan, junto a tantos otros talentos, casualidades y decisiones de artistas cubanos para que El Súper, un clásico del cine del exilio, abra una nueva etapa del Ciclo de Cine Cubano del Miami Dade College, que revive en el Koubek Center a partir del 26 de enero.

Iván Acosta, el autor de la obra de teatro El Súper, salió de Cuba con su familia en 1961 en un barco del INRA rumbo a Jamaica. En el Refugio en Miami, donde recibían a los cubanos del principio del exilio, le dieron la opción a la familia de elegir entre varias ciudades, y la madre de Acosta se decidió por Nueva York, “la capital del mundo”.

Unos años después, en Washington Heights, Acosta solía encontrarse al regreso del trabajo con varios representantes de un empleo clave en la ciudad, los superintendentes de los edificios. El Súper le llamaban los latinos –sobre todo neoyorricans y cubanos que poblaban el barrio– a quienes se ocupaban de las calderas y otras labores de mantenimiento de los edificios. Su reino era el sótano, donde vivían en apartamentos modestos con su familia. En las calles de Nueva York, al abrigo de los parques, era otra cosa, allí se realizaban en conversaciones que recordaban su tierra y sus aficiones.

“Siempre me encontraba a ocho o 10 súpers, la mayoría cubanos, conversando sobre política, sobre la situación en Cuba, sobre la pelota. Ahí en ese grupo, habrían varios Roberto Amador Gonzalo, El Súper”, dice Acosta sobre el personaje que ya tenía dibujado cuando en 1977 se sentó frente a la máquina a escribir la obra de teatro que triunfó en las salas de Nueva York.

Allí la fue a ver varias veces otro cubano, León Ichaso, que la llevó al cine en 1979 junto a Orlando Jiménez Leal, que había realizado en Cuba, con Sabá Cabrera Infante, el corto PM (1960), cuya censura fue el detonante de la política cultural cubana con la frase de Fidel Castro: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución nada”, quien al pronunciarla, para que no cupiera duda, se había quitado la pistola y la había puesto sobre la mesa.

“Una noche vino mi amigo León Ichaso, con Mariano Ros, y otros amigos, entre ellos, el productor Manolo Arce. Luego vino el ya reconocido cineasta Orlando Jiménez Leal”, rememoró Acosta en entrevista con el Nuevo Herald. “León regresó a ver la obra dos o tres veces más. Eramos muy amigos. Nos fuimos a cenar a un restaurante chino cubano, Las Palmas, y me dijo: ‘Iván, nos gustaría filmar tu obra. Después nos reunimos con Orlando, que en aquel entonces eran cuñados. Les dí el permiso para filmar la obra, y en el invierno de 1978, se filmó El Súper”.

Una nueva vida para Ciclo de Cine Cubano

En 1993, poco después de que el crítico de cine Alejandro Ríos comenzara a trabajar en el Miami Dade College a cargo de las relaciones públicas en español, nació el Ciclo de Cine Cubano, con el apoyo del doctor Eduardo Padrón, que presidía la institución educativa. La primera película que se presentó en el teatro del Wolfson Campus fue La bella del Alhambra, aprovechando que su director, Enrique Pineda Barnet, estaba en Miami.

“Traje unas cuantas películas cubanas como Alicia en el pueblo de Maravillas (1991), que no se habían visto en Miami. Cruzaron conmigo el río Bravo”, recuerda Ríos, que había conseguido que el gobierno cubano le dejara sacar algunas películas recientes para presentarlas en unas conferencias en México.

El ciclo, coordinado por Ríos, continuó mostrando filmes realizados en Cuba, como La vida es silbar y Madagascar, de Fernando Pérez, y también películas de directores que estaban en el exilio como Fausto Canel, Nicolás Guillen Landrián, Roberto Fandiño, Orlando Rojas y el mismo Ichaso, a quien se le dedicó una serie completa de sus filmes en el 2005.

“Hay que reconectarse con el arte que está marcando pautas sobre la idea de una Cuba libre”, dice Ríos con respecto a esta nueva etapa del Ciclo de Cine Cubano, que está bajo la sombrilla del Festival de Cine de Miami, y cuenta con el apoyo de todo un equipo y de María Carla Chicuén, directora de Asuntos Culturales del College, que dirige el Teatro Prometeo, el Festival de Cine, la Torre de la Libertad y las galerías de arte de MDC.

Las películas se proyectarán gratis, una o dos veces al mes, en la sala del Koubek Center, que cuenta con la tecnología y el espacio para mostrar los filmes y recibir a los espectadores y para que se realicen los conversatorios con directores y actores. Este es uno de las aspectos más importantes del Ciclo, que contará en su primera presentación con la presencia de Jiménez Leal y el productor de El Súper, Manuel Arce.

La vigencia de El Súper

A 45 años de su estreno, El Súper conserva su vigencia, dice Ríos, resaltando el humor y la ira de los personajes por estar en otro país y no poder disfrutar de lo que hubiera sido Cuba.

Refleja además una época de incomunicación con Cuba, en la que los exiliados, como el protagonista de El Súper, se enteraban muy tarde y de una manera muy triste de la muerte de sus seres queridos, en este caso de la madre.

“Es uno de los peores momentos que puede vivir alguien, en la distancia, sin poder ir porque el gobierno no se lo permite”, dice Ríos, señalando que hoy hay “gente regulada que no puede salir de Cuba, porque el gobierno no se lo permite”, dice sobre la prohibición que el régimen impone a opositores y periodistas independientes, en medio de un gran éxodo de la población cubana que en dos años, solo en Estados Unidos, alcanza 561,800 personas entre los que llegaron por reunificación familiar y los que cruzaron ilegalmente la frontera.

“Si estrenan El Súper en televisión, la libertad llegó a Cuba, por las cosas que se dicen”, apunta Ríos.

El Súper, un clásico del cine realizado por cubanos exiliados, estrenado en 1979, inaugura Ciclo de Cine Cubano en el Koubek Center del MDC, en La Pequeña Habana.
El Súper, un clásico del cine realizado por cubanos exiliados, estrenado en 1979, inaugura Ciclo de Cine Cubano en el Koubek Center del MDC, en La Pequeña Habana.

El filme no solo tiene la virtud de resumir la idiosincrasia cubana, sino que “califica al dictador como debe ser”.

“El Súper no le pasa la mano al exilio”, añade Ríos. Los personajes critican a Estados Unidos, y también lo que han sufrido en Cuba. “Eso es una película que no se puede realizar en la isla”.

El Súper trata la melancolía y la nostalgia, pero eso no anula a los personajes. “Son gente luchadora, que siguen manteniendo sus costumbres”, dice Ríos, indicando que se adelanta a otros filmes que abordan la idiosincrasia de comunidades como la asiática y la griega.

A pesar de que vive en un sótano es un “triunfador”, dice Ríos, sobre el protagonista, interpretado por Raimundo Hidalgo-Gato, fallecido en 1991.

La actriz Elizabeth Peña, en su debut cinematográfico, representa a Aurelita, la hija del matrimonio de Hidalgo-Gato y Zully Montero, una gran actriz con una extensa carrera en el teatro, la televisión y el cine, que no estará presente en la proyección del Koubek Center porque se encuentra en Nueva York.

Hidalgo-Gato y Montero protagonizaron la obra de teatro y el filme.

“Iván, tremendo mamotreto, cuando me la lea te aviso”, le dijo Hidalgo-Gato a Acosta cuando recibió el manuscrito de la obra. “Al día siguiente, Mundito me llamó por la madrugada, y me dijo, gagueando –porque el era gago, excepto cuando actuaba– ‘O, o, o, oye Iván, me has hecho llorar, no puedo dormir. Hay que montar esta obra, y yo quiero ser El Súper”, recuerda el dramaturgo que le dijo su protagonista.

“Elizabeth Peña iba a hacer el papel de Aurelita en la obra, pero el Repertorio Español le ofreció el papel de Julieta, en Romeo y Julieta, allí les podían pagar mucho mejor que en el Centro Cultural Cubano de Nueva York, además, nadie sabía qué iba a pasar con El Súper”, rememora Acosta.

El filme se convirtió en un clásico y lanzó las carreras de Ichaso y Peña, que alcanzaron gran reconocimiento en Hollywood, antes de sus fallecimientos, en el 2023 y el 2014, respectivamente.

El Ciclo de Cine Cubano continúa con otra pieza fílmica de Jiménez Leal, el documental 8-A, el jueves 29 de febrero.

“Debería trasmitirse en Europa otra vez. Mira, esa es la dictadura por la que sienten simpatía”, dice Ríos sobre el documental que Jiménez Leal realizó con las grabaciones que le llegaron de un residente de Key West, que podía captar la señal de la televisión cubana, que convirtió en un circo y un reality show las sesiones del juicio a altos oficiales del ejercito y la contrainteligencia, que hasta días antes eran considerados héroes de la revolución.

El Súper abre el Ciclo de Cine Cubano, viernes 26 de enero, 7:30 p.m. y continúa con 8-A, el jueves 29 de febrero, 7:30 p.m. en el Koubek Center del MDC, 2705 SW 27 Ave., la entrada es gratis, pero puede reservar espacio en https://mffcubancinema.eventive.org/schedule