El choque entre Suiza y Serbia reaviva el recuerdo de las tensiones políticas de 2018
Por Gabrielle Tétrault-Farber
DOHA, 30 nov (Reuters) - Suiza y Serbia lucharán este viernes por la plaza restante en el Grupo G para pasar a las eliminatorias, en una revancha del choque del Mundial de 2018 que podría reavivar las tensiones políticas entre ambas selecciones.
Suiza, con tres puntos, parece bien situada para acompañar a Brasil en los octavos de final. Una victoria sobre Serbia garantizaría a los helvéticos un puesto en la siguiente fase, mientras que un empate también sería suficiente, a menos que Camerún dé la campanada contra Brasil, lo que significaría que la diferencia de goles sería un factor determinante.
Suiza y Serbia -que junto a Camerún necesitan una victoria para tener posibilidades de avanzar- sólo se han enfrentado una vez, en la fase de grupos del Mundial 2018. Aquel partido queda grabado en la memoria de los aficionados como uno con fuertes tintes políticos.
El centrocampista suizo Granit Xhaka, nacido en Basilea de padres de etnia albanesa de Kosovo, celebró su gol contra Serbia formando un águila bicéfala con sus manos, un símbolo nacionalista albanés que se encuentra en la bandera de Albania.
Xherdan Shaqiri -nacido en Kosovo, que declaró su independencia de Serbia en 2008- añadió otro gol suizo e imitó la celebración de Xhaka en la victoria por 2-1 en la fase de grupos, lo que enfureció a la selección serbia y provocó que el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, multara a ambos jugadores por conducta antideportiva.
Shaqiri, que no jugó el lunes en la derrota de Suiza ante Brasil (1-0) por una distensión muscular, pero que se espera que regrese ante Serbia, dijo en referencia al partido de 2018 que los suizos estaban en Qatar para jugar al fútbol.
La polémica sobre Kosovo ya ha calado en Serbia en este Mundial, con la FIFA abriendo un procedimiento contra la Federación de Fútbol de la nación después de que una bandera que mostraba a Kosovo como parte de su país fuera supuestamente colgada en el vestuario cuando se enfrentaron a Brasil.
La Federación de Fútbol de Kosovo, que se convirtió en miembro del organismo rector del fútbol europeo, la UEFA, y de la FIFA en 2016, tachó el incidente como "acción agresiva" de Serbia.
(Reporte de Gabrielle Tétrault-Farber; editado en español por Tomás Cobos)