Chivas femenil y el histórico triunfo que nos recordó de qué se trata el futbol

Chivas ganó su segundo título de Liga MX Femenil. (Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)
Chivas ganó su segundo título de Liga MX Femenil. (Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)

Chivas se coronó en la Liga MX Femenil y los festejos nos recordaron lo más puro que tiene el futbol. Quizá había que volver a los orígenes para revivir la pasión que este juego despierta en todo el mundo. Blanca Félix y su histórica atajada (porque eso es, histórica) ya pertenecen al libro de oro del futbol, pero han conseguido su entrada con un sello propio.

Todavía hay muchas cosas que nos sorprenden del futbol femenil y quizá se trata de todo aquello que habíamos olvidado durante tanto tiempo, sobre todo en México, donde la gente que ostenta el poder se encarga de hacer las cosas lo peor que puede y la mayor cantidad de veces posibles. Pero Chivas y Pachuca, en su afán consagratorio, en una disputa deportiva del más alto nivel, provocaron que millones de mexicanos se reencontraran aquellos sueños en los que se funda el amor por el futbol.

No es casualidad que las calles de Guadalajara se hayan inundado de playeras rojiblancas. La Minerva, ese monumento reservado para los días grandes, recibió a una multitud exultante que no solo estaba ahí porque su equipo tenía dos horas de ganar un campeonato. Su presencia ahí tenía motivos mucho más profundos: volvieron a ver el rostro del verdadero futbol. Por eso las banderas por todo lo alto y las gargantas desaforadas, porque valía la pena, porque era volver a donde todo comenzó.

Y todo fue gracias a ellas: Licha Cervantes, Casandra Montero, Blanca Félix, Karol Bernal, Joseline Montoya, Carolina Jaramillo. Un equipo que pasará a la memoria y que ya merece ser recordado por dos motivos: haber roto la hegemonía regiomontana y darle su segundo título a Chivas en la Liga MX Femenil. Méritos propios que únicamente deben ser comparables con lo que ellas hagan, porque para un gran sector de la prensa los logros de la femenil únicamente son importante en función de lo que hagan y dejen de hacer los jugadores del equipo varonil. Y no, ellas tienen su propio mérito y son dueñas de cada uno de sus logros.

Si en realidad se quiere establecer una comparación que valga la pena entre una y otra rama, lo que tendría que discutirse hasta el cansancio es el asunto de los salarios y por qué a las jugadoras se les sigue negando un sueldo que corresponda no solo con el esfuerzo que hacen dentro del campo y los sacrificios extracancha, que ya sería motivo suficiente, sino con lo que generan a nivel comercial: ya se puede quedar en el pasado la frase aquella de que el futbol femenil “no vende” y todas sus variantes.

Blanca Félix celebrando el título de la Liga MX Femenil. (Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)
Blanca Félix celebrando el título de la Liga MX Femenil. (Cesar Gomez/Jam Media/Getty Images)

También, desde luego, el mérito recae en un equipo ejemplar como lo es Pachuca y que fue liderado por una jugadora tan representativa como Charlyn Corral, que para nada define su carrera en el penal errado de ayer. Su legado es mucho más grande y cobrará importancia con el paso del tiempo, pues ella es una de las precursoras de lo que hoy podemos ver en los campos del futbol mexicano todas las semanas.

El futbol femenil ya tiene un lugar propio en el país. No es que se lo esté ganando todavía. La pasión que despierta habla por sí sola. Ya no es el fenómeno aislado que los directivos han querido ver durante todos estos años. Y eso se ha conseguido en apenas diez torneos. Ese tiempo ha sido suficiente para enganchar a una afición que estaba ávida de ver futbol de verdad, el futbol que nos contaron cuando éramos niños y que durante tanto tiempo quedó en el abandono. Ese juego que se gana con talento y coraje y en el que el respeto al rival es primordial. Gracias, Chivas y Tuzas, por haber jugado al futbol.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

La otra cara de Dominika Paleta, muy diferente a la que ves en TV