Chile: Corte condena 6 ex agentes secretos de dictadura por asesinato de diplomático español en 1976

SANTIAGO (AP) — La Corte Suprema de Chile condenó el martes a seis exagentes de la policía represiva de la dictadura militar por la muerte en 1976 del diplomático español Carmelo Soria Espinoza, un funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL.

Soria, militante socialista, fue detenido por agentes de la dictadura, quienes lo trasladaron a un cuartel donde lo torturaron hasta la muerte, según las investigaciones judiciales.

Los asesinos lanzaron el automóvil de Soria y su cuerpo a un canal que atraviesa la capital chilena.

Entre los condenados a 15 años de cárcel figuran Raúl Iturriaga Neumann y Pedro Espinoza Bravo, miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), un organismo de la dictadura militar responsable de seguimientos, detenciones irregulares, torturas y asesinatos.

Otros cuatro exagentes secretos fueron sentenciados a penas que van de los 10 a los 15 años de prisión.

La misma Corte Suprema sobreseyó y amnistió en 1996 el proceso por el asesinato del economista, pero la denuncia de su hija, Carmen Soria ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por “denegación de justicia” llevó al Estado chileno a reabrir la causa.

La sentencia del martes señala que “existe convicción de que en este caso hubo una agrupación criminal en la Dirección de Inteligencia Nacional. Resulta claro que la asociación ilícita concibió, diseñó y aplicó un plan a desarrollar”.

El dictamen judicial agrega que la DINA “operó sistemática y clandestinamente en contra de múltiples opositores políticos del gobierno militar y de sus colaboradores, entre los que consideraron a Carmelo Soria Espinoza”.

Según el fallo, recuerda que tres de los condenados ahora —Espinoza, Iturriaga y Juan Morales Salgado, también miembro de la Dirección de Inteligencia— fueron también condenados a penas menores por el delito de asociación ilícita por el asesinato en septiembre de 1974 del excomandante en jefe del Ejército, el general Carlos Prats, y de su esposa, Sofía Cuthbert.

El automóvil en que viajaban en Buenos Aires fue pulverizado por una bomba instalada en su automóvil por agentes de Inteligencia, según la investigación judicial.

La CEPAL valoró los esfuerzos desplegados por la familia de Soria que concluyeron en la condena de los asesinos divulgada el martes por el máximo tribunal de justicia chileno. El organismo recordó que una placa con el nombre de Soria se encuentra en su sede en Santiago “como mudo testigo de su ausencia”.