Chicos vestidos como chicas y chicas vestidas como chicos: la genial protesta de los alumnos de un instituto por una injusta norma de vestimenta

Poner normas de vestimenta en un instituto público estadounidense no parece la mejor de las ideas. En el país que se vanagloria de defender la libertad individual por encima de todo, es fácil que una ley represiva sea contestada de manera clara. Y más si pasa en California, estado liberal donde los haya.

Y si no que se lo digan a la junta directiva del instituto Buchanan High School. En una sorprendente votación, los miembros acordaron que los alumnos no debían vestir como ellos quisieran, sino que se debían respetar unas normas básicas de vestimenta. A saber: los chicos no podrían llevar piercings ni pendientes, ni tampoco el pelo largo.

Pero aunque los directores pretendían que los alumnos tuvieran una imagen más decente -de acuerdo a sus antiguos gustos- el tiro les salió por la culata: se olvidaron de mencionar la ropa.

Así que todos los alumnos protestaron aceptando la norma, pero cambiándose por completo de ropa: los chicos empezaron a ir a clase con vestidos, leggings y camisas vaporosas, y las chicas se recogieron el pelo, se quitaron los pendientes y vistieron camisas de franela, polos y camisetas. Vamos, que cambiaron de sexo.

La protesta del alumnado ha llegado a oídos de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, que ha declarado por medio de un portavoz que la medida del instituto era represiva e incompatible con la libertad.

Por su parte, los profesores del Buchanan High School no han podido sancionar a ningún chaval porque técnicamente no están incumpliendo las normas. Solo un par de chicas que llevaban en sus espaldas el mensaje ‘Dresscode Suks’ (las normas de vestimenta apestan) fueron sancionadas por ello.

Según informa Buzzfeed, la norma de vestimenta fue votada por culpa de la reclamación de un alumno llamado William Pleasant, que denunció que el centro no le había aceptado por culpa de su larga cabellera. Para evitar problemas legales, los miembros de la junta directiva crearon el nuevo código de vestimenta, que obliga a todos los alumnos a llevar el pelo corto.

De momento, sigue la batalla del dresscode dentro del instituto. Los chicos visten como chicas, y las chicas, como chicos. Si los ideólogos de la norma pensaban que con ella iban a conseguir que nadie destacara por sus aspecto físico, se han equivocado de pleno: ahora el instituto Buchanan es famoso en el mundo por ello.