Chicago proporcionará refugio seguro a migrantes enviados de Texas. ‘Merecen nuestro respeto. No son carga’, dice la alcaldesa Lightfoot

El miércoles por la noche, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, corrió a un depósito del Ejército de Salvación donde saludó al grupo de migrantes que fueron enviados a la ciudad por el gobernador de Texas, Greg Abbott.

Hablando con familias y niños cansados, recordó Lightfoot, “simplemente les dije que estaríamos aquí para ayudarlos”.

“Creo que todos estaban muy, muy agradecidos después del trayecto en el que se embarcaron desde sus países de origen y de que el gobernador de Texas los haya tratado con tanta rudeza, vinieron aquí y encontraron una experiencia completamente diferente, creo que algunos de ellos estaban un poco sorprendidos”, dijo Lightfoot en una conferencia de prensa por la tarde. “Creo que a medida que la realidad de que vamos a tratarlos con dignidad y respeto realmente se asiente, confío en que las cargas que han estado llevando serán un poco más livianas”.

Durante semanas, el republicano Abbott, ha enviado autobuses llenos de inmigrantes que cruzaron la frontera en Texas, a Washington, D.C. y a la ciudad de Nueva York, como parte de un esfuerzo por criticar las políticas de inmigración de la nación y aliviar lo que él dice son pueblos fronterizos sobrecargados en su estado. Ahora, Abbott dice que Chicago se agrega a la lista, poniendo a la ciudad en el centro de atención nacional.

Lightfoot no perdió el tiempo en responder, dijo que su administración había pasado semanas preparándose para la posibilidad y criticando a Abbott por lo que dijo que eran actos “racistas”, inhumanos y xenófobos.

“El gobernador Abbott ha confirmado lo que, lamentablemente, muchos de nosotros ya sabíamos: es un hombre sin moral, sin humanidad ni vergüenza”, dijo Lightfoot. “En lugar de tratar a estas personas con el respeto que se merecen o el debido proceso que requerimos. El gobernador Abbott optó por subirlos de manera inhumana a los autobuses, enviarlos en un viaje de más de 12 horas a través de un país que no conocen y dejarlos sin tener en cuenta cuáles son los próximos pasos. Estos son seres humanos. Mamás y papás, niños pequeños, ancianos que merecen nuestro respeto y dignidad. No son carga. No son bienes. Son seres humanos”.

La alcaldesa también elogió la respuesta de la ciudad a la llegada de dos autobuses llenos de inmigrantes como un momento importante en la historia de Chicago, que demostró su reputación como un refugio seguro para las personas que buscan una vida mejor.

“Somos Chicago, una ciudad acogedora, una ciudad donde vivimos nuestros valores todos los días, una ciudad donde los inmigrantes y refugiados han sido parte del tejido de la ciudad desde nuestros primeros días”, dijo Lightfoot. “Anoche, mostramos nuestro temple, lo mejor de lo que somos”.

Lightfoot ha sido una abierta defensora de los derechos de los inmigrantes desde que se convirtió en alcaldesa en 2019 y no ha tenido reparos en defender a Chicago en el escenario nacional. Se ha enfrentado con el expresidente Donald Trump, el senador de Texas, Ted Cruz y el candidato republicano a gobernador de Illinois, Darren Bailey, cuando intentaron utilizar la ciudad como un saco de boxeo político.

Meses después de ser elegida, Lightfoot irrumpió en una conferencia de prensa realizada por el director de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU en Chicago, donde apareció con un grupo de activistas de inmigración y calificó de “tonterías” las críticas del director Robert Guadian a la ordenanza de ciudad santuario.

Más tarde, la alcaldesa impulsó una revisión de la ordenanza Chicago ‘s Welcoming City que prohibía a la policía cooperar con las autoridades federales de inmigración para deportar a los inmigrantes que viven en el país sin permiso legal y que tienen antecedentes penales. También realizó recorridos a pie por los vecindarios de Chicago con grandes poblaciones de inmigrantes, donde repartió volantes de “conozca sus derechos”.

Otros líderes de Illinois se apresuraron a condenar a Abbott y prometer su apoyo a los inmigrantes. El gobernador J.B. Pritzker dijo en un comunicado que “Illinois da la bienvenida a refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes” y agregó que el estado está trabajando con funcionarios federales y municipales “para garantizar que estas personas sean tratadas con respeto y seguridad mientras buscan conectarse con su familia y amigos.”

Dijo que su bisabuelo emigró de Ucrania en 1881 y que “inmigrantes como mi familia en busca de libertad y oportunidades construyeron este país”.

La senadora estadounidense Tammy Duckworth, demócrata de Illinois, compartió sentimientos similares y prometió ayudar a Lightfoot y Pritzker a “asegurarse de que tengan lo que necesitan a nivel federal”.

“Ningún truco repugnante, político y racista del gobernador de Texas podría impedirnos (dar la bienvenida a los migrantes)”, dijo.

Caleb Senn, secretario general del Ejército de Salvación, también se comprometió a apoyar a los migrantes.

“Nuestra misión es garantizar que todas las personas, ya sea de Chicago o Venezuela, no pasen hambre y tengan un lugar seguro para dormir”, dijo.

Bailey, senador estatal conservador de Xenia, al sur del estado y aspirante republicano a gobernador, dijo que la llegada de los inmigrantes era otro ejemplo de los problemas fronterizos y culpaba de ello al presidente Joe Biden.

“La crisis en la frontera tiene un costo humano terrible y nosotros en Illinois estamos a punto de verla de cerca. Ninguna ciudad o estado tiene los recursos para manejar esto”, dijo Bailey en un comunicado. “Pritzker debería hacer que su amigo Biden arregle la frontera. Biden también nos debe los recursos para examinar y cuidar a estas personas”.

Aunque los funcionarios de Illinois presentaron la crisis como una oportunidad para mostrar compasión, aún quedaban importantes obstáculos logísticos. Cuando se le preguntó si los aproximadamente 75 inmigrantes que llegaron obtendrán una vivienda permanente, por ejemplo, Lightfoot dijo que dependerá de los planes de cada persona: algunas personas quieren mudarse a otras ciudades donde ya tienen familiares o contactos, señaló.

Lightfoot señaló que varias organizaciones sin fines de lucro, incluido el Ejército de Salvación y Proyecto Resurrección, habían brindado una “gran cantidad” de asistencia. Queda por ver si podrán manejar más autobuses llenos enviados por Abbott, aunque Lightfoot expresó su confianza en la preparación de la ciudad.

La presidenta de la junta del condado de Cook, Toni Preckwinkle, dijo que el sistema de salud del condado “está preparado para brindarles a nuestros nuevos vecinos exámenes de salud, atención primaria, vacunas y otros servicios médicos necesarios”. La unidad de inmigración del defensor público del condado de Cook puede brindar ayuda legal, dijo en un comunicado. “Está claro a través de las acciones de ayer que debemos mostrar a otros estados cómo liderar con compasión en un momento de necesidad humanitaria”.

Lightfoot dijo que también querrá dinero del gobierno federal para ayudar a lidiar con la situación.

Cuando se le preguntó sobre cualquier coordinación con los funcionarios de Texas, Lightfoot dijo que hubiera sido bueno que la administración de Abbott hubiera comunicado detalles sobre las personas que enviaría, como cuántos serían y si alguien necesitaba atención médica. Eso no sucedió, dijo la alcaldesa.

“Eso es lo que haría un líder. El gobernador Abbott no lo es”, dijo Lightfoot. “Eso no es lo que ha hecho. En cambio, lo que están viendo es lo que hacemos en Chicago, en Illinois”.

La alcaldesa dijo que espera que lleguen más migrantes, y ayudar a cuidarlos es “algo que debemos hacer”, a pesar de los problemas.

“Esta es una crisis humanitaria fabricada por un político barato que se enfoca en su propia fortuna política y complace, francamente, el mínimo común denominador en su partido a expensas de las vidas de estas personas”, dijo Lightfoot. “Así que tenemos que ser lo opuesto a eso, y hacer lo que sea necesario para estar de pie en este momento y lo haremos”.

Este texto fue traducido por Leticia Espinosa/TCA