Los Chicago Bears cierran acuerdo de compra de terreno en Arlington Heights

Los Chicago Bears se embarcaron en una nueva era el miércoles con la compra de un terreno en Arlington Heights donde el equipo espera construir un nuevo estadio cerrado con un gran desarrollo residencial y de entretenimiento.

A pesar de la venta, la organización sostiene que el estadio y el desarrollo siguen siendo grandes incógnitas, dependiendo de que el equipo obtenga certeza sobre los límites de impuestos a la propiedad y los subsidios públicos para ayudar a construir la infraestructura para el proyecto. Pero el equipo emitió una carta abierta definiendo la compra como “un próximo paso importante” para ver si el plan es factible.

Al desembolsar $197 millones para el sitio del hipódromo internacional de Arlington de 326 acres, los oficiales del equipo planean dejar atrás el Soldier Field de Chicago a favor de ser dueños de su propio estadio donde también podrían celebrar eventos destacados como el Super Bowl o los campeonatos de baloncesto de la NCAA.

El anuncio se produce poco después de que se presentara un proyecto de ley de “megaproyectos” en Springfield que podría ayudar a los Bears a financiar sus planes al congelar la evaluación del impuesto a la propiedad hasta por 40 años. Pero es poco probable que los legisladores estatales de Chicago ayuden a que los Bears se vayan, y los legisladores del sur del estado querrán algo a cambio. Incluso la patrocinadora del proyecto de ley, la senadora estatal Ann Gillespie, demócrata de Arlington Heights, ha expresado dudas sobre la medida.

Ya hay oposición en Springfield a las exenciones fiscales para que los Bears abandonen Soldier Field, donde han jugado desde 1971. Cuando los legisladores estatales crearon recientemente un fondo para atraer empresas a instalarse en Illinois, se esforzaron por prohibir su uso para equipos deportivos profesionales que se trasladan dentro del estado.

El gobernador J.B. Pritzker también expresó su objeción a los subsidios estatales y dijo: “No es nuestra obligación como estado intervenir y proporcionar una financiación importante, y ciertamente no quiero cargar a los contribuyentes con, ya sabes, un apoyo importante para los negocios privados.”

El equipo enfrenta todavía varios otros obstáculos para hacer realidad su sueño. Los funcionarios escolares locales han expresado su preocupación de que obtendrán más estudiantes de nuevas viviendas como parte del proyecto, pero con ingresos reducidos debido a las exenciones fiscales para el equipo.

Esa perspectiva ha llevado a algunos distritos escolares a seguir adelante con la contratación de un cabildero para influir en la legislación. Los líderes de Arlington Heights han dicho que están alentando a las partes involucradas a escuchar los intereses locales como los distritos escolares.

La reubicación también vendría con una sanción si los Bears cancelan su contrato de arrendamiento antes de tiempo en Soldier Field, que se extiende hasta 2033. Si el equipo se fuera en 2026, tendría que pagar una sanción de $84 millones.

El alcalde de Arlington Heights, Thomas Hayes, dio la bienvenida al equipo a su villa, y dijo que se deben abordar las preocupaciones de los residentes sobre el tráfico y otros aspectos. La Junta de la villa ha señalado su apoyo general a la medida al aprobar un acuerdo preliminar no vinculante con el equipo que prevé posibles subsidios, incluidas exenciones fiscales especiales para el área.

Pero la sección de Illinois de Americans for Prosperity, un grupo libertario financiado por los hermanos Koch, ha luchado contra cualquier “bienestar corporativo” para el proyecto y espera poner un referéndum en la boleta electoral para oponerse a cualquier subsidio local. El grupo también publicó una encuesta que muestra que los residentes de Arlington Heights dan la bienvenida a los Bears pero no quieren pagar impuestos adicionales por la reubicación.

Irónicamente, el movimiento histórico de los Bears se puso en marcha en 2002, cuando Chicago trató de apaciguar al equipo renovando el Soldier Field a un costo de $690 millones. Los contribuyentes todavía están pagando su parte de $432 millones, más intereses, de la renovación que fue criticada rotundamente.

Al construir un estadio moderno dentro de un monumento histórico, el resultado fue el estadio más pequeño de la Liga Nacional de Fútbol (NFL), con una capacidad de 61,500 y la falta de comodidades que tienen muchos otros estadios.

El equipo alquila en el Distrito de Parques de Chicago por alrededor de $6.5 millones al año, menos de lo que le han pagado a algunos de los jugadores estrella del equipo, pero no controla los ingresos por derechos de nombre, estacionamiento o concesiones. En el pasado, el campo de juego a menudo estaba en mal estado y las relaciones con el Distrito de Parques a veces eran tensas. WBEZ informó que el Distrito de Parques rechazó la propuesta inicial del equipo para un salón de apuestas deportivas en 2021.

Sin embargo, el equipo recaudó dinero de los fanáticos que pagaron las costosas licencias de asientos personales requeridas para obtener boletos de temporada después de la renovación. Si el nuevo estadio se lleva a cabo, es probable que el equipo requiera que los fanáticos paguen nuevamente por las nuevas licencias de asientos.

En 2021, Churchill Downs anunció que los terrenos del hipódromo estaban en venta y puso fin a las carreras de caballos allí. Los Bears anunciaron un acuerdo preliminar de compra en septiembre de ese año. Ha habido que esperar hasta ahora para que los responsables del equipo investigaran y cerraran el trato.

El año pasado, el equipo anunció planes para construir un estadio cerrado de 2,000 millones de dólares en el solar, que los Bears dijeron que pagarían ellos mismos. El equipo solicitó la ayuda de los contribuyentes para construir nuevas carreteras, servicios públicos y otras infraestructuras para el complejo multiusos de 5,000 millones de dólares, que probablemente incluirá apartamentos, condominios, bares, restaurantes, un hotel, zonas verdes y aparcamientos. El hipódromo sería demolido, pero se mejoraría el acceso desde la estación de Metra existente, junto con nuevas entradas y salidas desde la Ruta 53 adyacente.

En un principio, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, tachó de “ruido” la propuesta de los Bears, diciendo que debían concentrarse en ganar. Sin embargo, el verano pasado, en un intento por mantener al equipo, la ciudad propuso un plan de 2,000 millones de dólares para construir una cúpula en el Soldier Field. Los responsables del equipo dijeron que no estaban considerando ningún otro acuerdo que no fuera el del hipódromo, inaugurado en 1927 y que durante décadas se conoció oficialmente como Arlington Park.

El equipo calculaba que el proyecto tendría un impacto económico anual de 1,000 millones de dólares, pero los economistas suelen advertir que los acuerdos de estadios subvencionados no suelen amortizar la inversión pública.

La reciente construcción de estadios en otros lugares demuestra que una empresa así requiere años de trabajo.

El estadio Allegiant de Las Vegas, donde los Raiders juegan en casa, costó 1,900 millones de dólares, se empezó a construir en 2017 y se inauguraró en julio de 2020. El SoFi Stadium, en Inglewood (California), tuvo un precio mucho mayor, estimado en 5,500 millones de dólares, y se beneficia de albergar a dos equipos. El estadio de los Rams y los Chargers de Los Ángeles también abrieron sus puertas en 2020.

El mes pasado, el propietario y presidente de los Bears, George McCaskey, declaró que la propiedad de Arlington Park era el “objetivo” del equipo a la hora de explorar nuevas posibilidades de estadio. El nuevo presidente y consejero delegado de los Bears, Kevin Warren, subrayó además que el equipo no estaba actualmente en posición de considerar grandes propuestas para mejorar o renovar el Soldier Field.

“Estoy deseando centrarme en el proyecto de desarrollo del estadio”, dijo Warren durante su rueda de prensa introductoria en Halas Hall. “Pero creo que lo más importante que podemos hacer es asegurarnos de que somos metódicos y detallistas y nos tomamos el tiempo necesario para planificarlo adecuadamente”.

Como director de operaciones de los Minnesota Vikings, Warren lideró la construcción del U.S. Bank Stadium en el centro de Minneapolis, inaugurado en 2016. El proyecto costó 1,060 millones de dólares.

El U.S. Bank Stadium acogió la Super Bowl LII en febrero de 2018 y fue la sede de la Final Four masculina un año después.

Warren dijo el mes pasado que, con un potencial nuevo estadio de los Bears, su objetivo sería “crear una atmósfera que se convierta en un ambiente de 365 días al año.” “Así que hay mucho por hacer”, añadió. “Es emocionante. Es un reto”.

Si el equipo sigue adelante, la urbanización sería uno de los mayores proyectos de la historia del Medio Oeste. El equipo estimó que la construcción crearía 48,000 puestos de trabajo y 9,000 millones de dólares de estímulo económico, y una vez finalizado, generaría más de 1,000 millones de dólares de impacto económico anual.

En general, los economistas han cuestionado tales proyecciones. La villa de Arlington Heights ha contratado a su propio consultor para revisar las cifras y ver si compensarían la inversión de los contribuyentes locales.

El equipo dijo que seguirá reuniéndose con residentes locales, propietarios de pequeñas empresas, distritos escolares, funcionarios electos y otras partes interesadas para conocer su opinión.

“Para que el desarrollo avance”, declaró el equipo, “y para que este esfuerzo sea financieramente viable, es esencial una asociación público-privada que aborde impuestos predecibles y la necesaria financiación de infraestructuras para usos públicos”.

En respuesta, el alcalde Hayes dijo que está “muy entusiasmado con esta oportunidad única y muy agradecido de que los Bears hayan elegido hacer una inversión tan importante en nuestra comunidad”.

La senadora Gillespie dijo que su propuesta de impuesto a la propiedad fue recibida con un “silencio de radio” por parte de los Bears, pero agregó: “Me alegra ver que han llegado al paso final y que se están comprometiendo, y espero a ver cómo se desarrolla todo esto”.

-Traducción por José Luis Sánchez Pando/TCA