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San Juan, 3 nov (EFE).- El tradicional bipartidismo que ha dominado la vida política de Puerto Rico se enfrenta en las elecciones del próximo 5 de noviembre a una alianza inédita que ha logrado sacar rédito al descontento de la población y sus ansias de cambio. La unión del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) ha movilizado a una importante parte de la población, que ha mostrado fervor por sus candidatos, especialmente por el aspirante a la gobernación, el independentista Juan Dalmau. Esta ola de apoyo a la llamada Alianza de País, a la que se han sumado cantantes, actores y escritores de renombre, tiene nerviosos de cara a los comicios al gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP) y al opositor Partido Popular Democrático (PPD), que se han alternado en el poder en la isla por décadas. El senador por acumulación de MVC Rafael Bernabe afirmó en una entrevista con EFE que "ese es el problema para el bipartidismo, la Alianza", ya que "el entusiasmo que ha generado es extraordinario". Las encuestas publicadas por los dos principales periódicos de la isla otorgan a Dalmau un 29 % de intención de voto, mientras que Jenniffer González, aspirante del PNP, cuenta con el favor del 31 % o del 37 %, dependiendo de la encuesta, y Jesús Manuel Ortiz, del PPD, del 18 % o 22 %. Esperanza en el cambio "Yo creo que leímos correctamente la calle, la gente lo que pedía era la alianza del PIP y MVC, y que eso iba a agrupar a muchísima gente que no son ni del PIP ni del MVC, pero que ven en esa alianza la esperanza de una transformación", explicó Bernabe, también candidato al Senado en estas elecciones. Los puertorriqueños elegirán en los comicios gobernador, comisionado residente en Washington, representantes, senadores y alcaldes, cargos hasta ahora ocupados mayoritariamente por el PNP y el PPD. "La gente se nos acerca con este sentido de esperanza, de posibilidad. No solamente los jóvenes, que jugarán un papel muy importante, gente mayor que ha votado tradicionalmente por el PPD o el PNP y que ha dicho hasta aquí llegamos", explicó a EFE la senadora del PIP y candidata en estos comicios, María Lourdes Santiago. Bajo el lema 'Patria Nueva', las caravanas electorales de la Alianza han congregado a miles de vehículos y gente de todas las edades, un gran movimiento nunca antes visto por estas formaciones y que no han logrado en esta ocasión ni el PNP ni el PPD. Los resultados electorales de 2020 fomentaron la unión La alianza entre el PIP y MVC empezó a gestarse tras las elecciones del 2020, cuando Dalmau obtuvo un 13 % de los votos y Alexandra Lúgaro, entonces candidata de MVC, se hizo con un 14 %, mientras que el gobernador elegido, Pedro Pierluisi, tuvo el 33 %. "El reclamo que había de muchísimas personas en la calle era que tenía que haber una alianza, que no nos iban a perdonar que fuéramos estas dos fuerzas políticas compitiendo una contra otra y asegurando de esa manera que volviese a ganar el bipartidismo, dado que éramos fuerzas políticas muy afines", aseguró Bernabe, quien ha colaborado estrechamente este cuatrienio en el Senado con Santiago. Ambas formaciones están en contra de la privatización de los servicios esenciales y defienden el medioambiente, los derechos laborales y de las mujeres y abogan por la descolonización de Puerto Rico, que es un Estado Libre Asociado a EE.UU. La creación de la Alianza no estuvo exenta de problemas. Los tribunales no permitieron candidaturas coaligadas y excluyeron a cuatro miembros de MVC de la papeleta por no tener endosos, cuando eso no era antes necesario si no se realizaban primarias. La Alianza, blanco de los ataques del PNP Ante el auge de la Alianza, el PNP ha centrado su campaña en desprestigiar a esta coalición en sus anuncios en medios de comunicación y discursos de campaña, olvidándose en muchas ocasiones de su tradicional rival: el PPD. "Esta elección es si el pueblo de Puerto Rico quiere la izquierda comunista con los ejemplos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, o quiere y atesora su ciudadanía americana", dijo González en un acto en alusión a la Alianza. Para Santiago, actual portavoz del PIP en el Senado, esos ataques con el miedo al comunismo se fundamentan en que "el PPD y el PNP representan proyectos políticos anquilosados" y en que necesitan inventarse esas acusaciones porque la Alianza ofrece "una hoja de trabajo intachable" frente a los casos de corrupción en esos partidos. La crisis económica y social que atravesó Puerto Rico en la última década es una de las razones que "va a destruir el bipartidismo", según Bernabe, quien considera que "realmente hay una posibilidad real de victoria" para la Alianza. Marina Villén (c) Agencia EFE