Centro Carter enviará observadores, pero persisten dudas sobre elecciones en Venezuela

El Centro Carter acordó enviar observadores a las próximas elecciones venezolanas, en medio de preocupaciones de que la contienda presidencial del 28 de julio carezca de suficientes monitores independientes para garantizar la transparencia y legitimidad de los resultados.

La decisión, inicialmente informada por Bloomberg, se hizo pública tres semanas después que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, una entidad estrechamente controlada por el gobierno de Nicolás Maduro, decidiera prohibir la participación de unos 100 observadores de la Unión Europea para monitorear las elecciones.

En un comunicado de prensa emitido el viernes por la mañana, el centro dijo que su misión llegará a Caracas el 29 de junio y que expertos adicionales y observadores regionales se unirán al equipo en julio.

El centro, sin embargo, advirtió que el alcance de su trabajo será limitado.

“Dado su tamaño y alcance limitados, la misión del Centro no llevará a cabo una evaluación integral de los procesos de votación, conteo y tabulación”, dijo el comunicado.

El Centro Carter ya ha observado varias elecciones en Venezuela, la más reciente de ellas fue en el 2021, cuando desplegó una misión de expertos para las elecciones regionales y locales. La agrupación ha observado 124 elecciones en 40 países y tres naciones nativas americanas. Además, ha enviado 17 misiones de expertos a 15 países.

Las preocupaciones sobre la posibilidad de fraude aumentaron tras conocerse la decisión del CNE y aún más después con la noticia de que los gobiernos de Colombia y Brasil, considerados aliados del régimen de Caracas, no enviarán sus propios observadores a pesar de que éstos le habían recomendado a Maduro que celebrara las elecciones para restablecer la cuestionada legitimidad del gobernante.

El régimen de Caracas se había negado a invitar a los observadores de la Organización de Estados Americanos y, tras la decisión del Centro Carter, grupo internacional importante que queda por pronunciarse es la Organización de Naciones Unidas.

Además del Centro Carter, los otros grupos que tienen previsto participar incluyen la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, una organización promovida por el fallecido gobernante venezolano Hugo Chávez para contrarrestar a la OEA; la Unión Interamericana de Organismos Electorales y el bloque de naciones caribeñas conocido como CARICOM.

Estados Unidos y más de 50 otros países habían declarado que Maduro ocupaba ilegalmente la presidencia de Venezuela después de acusarlo de cometer fraude en las elecciones presidenciales de 2018.

Maduro está actualmente muy por detrás del candidato opositor Edmundo González en las encuestas, quien le lleva una ventaja de unos 40 puntos porcentuales, y sus esfuerzos de campaña han hecho poco para mejorar un nivel de apoyo popular que fluctúa cerca del 10%.

Actualmente, sus principales esfuerzos parecen estar dirigidos a disuadir a los venezolanos de participar en la campaña de González, orquestando una serie de arrestos de voluntarios en las últimas semanas y amenazando con tomar medidas para castigar a las pequeñas empresas que brindan apoyo logístico.

Maduro había prohibido previamente la candidatura de la principal líder de la oposición, María Corina Machado, quien ganó unas elecciones primarias con más del 92% de los votos. Luego, prohibió que la candidata que había nombrado Machado para que la sustituyera, la profesora Corina Yaris.

González, un ex embajador muy respetado en círculos diplomáticos pero poco conocido ante el público en general, había logrado inscribir su candidatura ante el CNE. Al inicio tenía una aceptación muy baja pero su popularidad se disparó inmediatamente después que recibiera el respaldo público de Machado y de los otros líderes de los partidos de oposición, convirtiéndose de la noche a la mañana en una considerable amenaza para los planes de Maduro de ser reelegido.