Cefereso 16: “a la semana que llegué me quería morir”; exinternas denuncian negligencias médicas en el penal de mujeres en Morelos
Nayeli estuvo internada tres años y nueve meses en el Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) 16, ubicado en Morelos. Durante ese tiempo se la pasó dopada y deprimida, casi no comía, pues los alimentos estaban descompuestos. Parte del tiempo se la pasaba enferma.
“Ellos mismos te enferman, ellos mismos te dan los medicamentos para que todo el día estés como estúpida y no pidas algo”, dice.
Vivía en un pabellón, junto con otras siete mujeres, con quienes compartía las 24 horas. No tenía actividades recreativas, las pocas consistían en hacer manualidades y dibujos. Fue trasladada de Zacatecas de un penal de fuero común a uno federal en Morelos. Se supone que ahí estaría mejor.
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“Yo pedí mi traslado, o sea, hasta eso yo lo pedí porque supuestamente iba a tener una mejor rehabilitación. En la primera semana me quería matar. Ya no aguanté, dije ‘me quiero morir’. Yo gritaba con desesperación sáquenme de aquí me voy a matar”, relata.
Ahora Nayeli forma parte del colectivo Artículo 20 que ayuda a visibilizar las 19 muertes de mujeres que han ocurrido dentro del Centro Federal, así como las condiciones en que viven las internas. Solo en lo que va de noviembre, dos mujeres presuntamente se suicidaron al interior del penal, con lo que suman 19 casos en los últimos tres años.
El martes pasado, en una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado mexicano responsabilizó a las familias de “abandonar” a las mujeres, así como a las “sentencias que dictan los jueces y magistrados del Poder Judicial”.
Un día después de esta audiencia, integrantes del colectivo Artículo 20 realizaron una protesta frente al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, ubicado en la Ciudad de México, para exigir que no responsabilicen a las familias de las fallas del sistema penitenciario, en particular las condiciones en las que viven las internas en el Cefereso 16. Además entregaron un oficio en donde exponen la preocupación por las muertes de las mujeres en el Cefereso 16.
Viridiana Molina, representante de la organización Artículo 20, quien también fue interna del Cefereso 16, señala que no sólo son 19 mujeres que fallecieron dentro del penal, sino que desde la apertura del Cefereso en 2016 a la fecha, van 26.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, elaborado anualmente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), revela que los intentos de suicidio son un problema crónico en el Cefereso 16. En 2020, el penal reportó una cifra alarmante: 161 intentos de suicidio entre una población de 812 internas en ese momento.
“Para nosotros es importante hacerles visibles, ya que muchas de las muertes de nuestras compañeras fueron por negligencia médica. A una de ellas le dijeron que tenía colitis, pero realmente tenía cáncer de estómago, o una compañera no tenía un riñón y lo único que le daban eran pastillitas. Hasta el final nunca se le brindó la atención adecuada”.
Nayeli relata que cuando estaba en el Cefereso le dio un preinfarto. Ella padece del corazón. “Me sacaron después de tres horas y cuando me conectaron los aparatos me dijeron que no tenía nada. Yo traigo seguimiento desde el otro penal donde me trasladaron porque por lo mismo, yo estaba súper mala”.
Una de las demandas del colectivo Artículo 20 es que se separe el fuero federal del fuero común. “Las que se quieran ir a sus estados de origen que sean trasladadas, ya que de esa forma están cerca de sus familiares”, expresa Viridiana Molina.
“Estamos en contra de lo que dijeron en la Comisión Interamericana, que las mujeres se suicidan porque ellas están en abandono o porque tienen problemas emocionales y mentales. Sin embargo, no se habla con una perspectiva de género, ya que los contextos de las compañeras son totalmente diferentes. Muchas de ellas tienen hijos con parálisis o tienen papás de la tercera edad”, indica Molina.
Para Jazmín, quien es familiar de una interna en el Cefereso, el abandono no es por parte de los familiares, sino por las autoridades del penal. Debido a que las mujeres son de varios estados del país, para las familias resulta complicado trasladarse a Morelos, sin embargo les realizan llamadas o videoconferencias.
“(En el Cefereso) no las procuran, no les dan atención médica, no le dan buena alimentación. Eso es un abandono de ellos mismos. Eso es abandono, pero le echan culpa a los familiares. Ellos mismos son quienes las tienen así, las están abandonando porque no les dan atención médica y por eso ellas prefieren tomar pastillas para no sentir dolor y pasar la noche”, relata.
Jazmín señala que su familiar tiene un quiste vaginal. Se lo detectaron desde que estaba recluida en Acapulco y ahí tenía tratamiento, pero a raíz de su traslado al Cefereso en Morelos no la han tratado ni le han dado medicamentos.
“No les dan medicamento y las quieren engañar con una pastilla para que ellas supuestamente se controlen, pero las perjudican más, porque se vuelven adictas a esas pastillas y es cuando hacen cosas que no tienen que hacer”.
Señala que dentro de ese penal hay muchas injusticias. “Hasta los mismos custodios golpean a las PPLS (Personas Privadas de su Libertad). Las internas las violan, las golpean, son muchas cosas y por eso estamos exigiendo el traslado de los delitos comunes a sus lugares de origen. Es lo que queremos”.