Caída de mercado bursátil en China amenaza con exponer fisuras

Por Nathaniel Taplin y Umesh Desai SHANGÁI/HONG KONG (Reuters) - Pese a las palabras tranquilizadoras de los reguladores de que la deuda marginal para comprar acciones en las bolsas chinas es manejable, el apalancamiento total podría llegar hasta 645.000 millones de dólares, lo que amplifica el riesgo no sólo para los inversores minoristas sino también para el sector empresarial. La deuda marginal, la que toman los inversores para pagar sólo parte del costo de las acciones que compran, se ha casi duplicado desde comienzos de 2015, según cifras oficiales. El rápido crecimiento de las operaciones financiadas con deuda llamó fuertemente la atención la semana pasada cuando el índice bursátil chino CSI 300 cayó un 14 por ciento, avivando el temor a que ventas forzadas provocaran una amplia inestabilidad financiera. Sin embargo, las cifras oficiales cuentan sólo una parte de la historia. Si bien la deuda marginal en las corredurías alcanzaba a 2,2 billones de yuanes (354.000 millones de dólares) a fines de junio, según Nomura, analistas dicen que el dinero prestado por "financieras en las sombras" para especular en acciones podría haber duplicado ese monto, llevando la deuda total a un 20 por ciento del valor de las acciones que se negocian. El mercado bursátil chino fue impulsado por el crédito en el primer semestre del año, subiendo hasta un 150 por ciento desde noviembre, pero ha retrocedido más de un 20 por ciento después de que alcanzó un máximo a mediados de junio. Los principales índices se recuperaron el martes por señales de que el Gobierno chino está incrementando su apoyo al mercado, pero algunos agentes temen que el alivio tenga corta vida. A diferencia de otras economías, los inversores minoristas son dominantes en China y representan el 80 por ciento del mercado, por lo que son quienes corren mayor riesgo ante posibles demandas de las corredurías para que paguen sus deudas o entreguen garantías si el valor de las inversiones cae. Xingyu Chen, analista de Phillip Securities en Hong Kong, dijo que el mayor riesgo no es el de la deuda con corredurías reguladas, que típicamente permiten a los inversores con deuda marginal comprar acciones por el doble del valor de su efectivo, sino de los prestamistas en las sombras, con los que el apalancamiento es mucho mayor. "Aquello que han pedido prestado fuera del circuito de las corredurías, están apalancados 1 a 5 o 1 a 4. Esos inversores están en una situación terrible", dijo. Sin embargo, el daño de una baja de las acciones puede ser aún más amplio, dicen economistas. Muchas compañías han estado colocando dinero en acciones este año porque sus negocios tradicionales están débiles, por lo que una caída bursátil sostenida podría revelar un sector empresarial mucho más débil de lo que se aprecia en general. "Las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas muestran que las ganancias por inversión en valores fueron responsables de la vuelta del crecimiento de los beneficios de las empresas industriales en abril, tras seis meses de caídas", escribió Mark Williams de Capital Economics en una nota de investigación del 26 de junio. "Si el crecimiento del sector financiero va a regresar a las tasas que vimos en el primer semestre del año pasado, estimamos que el crecimiento del PIB perderá un punto porcentual", agregó. El problema es que en un escenario en el que los retornos sobre la inversión corporativa están estimados en alrededor del 3 por ciento -mucho más bajos que el costo de capital–, tiene más sentido para compañías con acceso a préstamos baratos que busquen rendimientos de dos dígitos invirtiendo en acciones y no en activos productivos. Pero ese modelo de negocios sólo funciona mientras los mercados estén subiendo. "En este momento tenemos más del 50 por ciento de nuestros activos en el mercado bursátil", dijo una fuente en uno de los tres principales fondos de inversión -quien pidió permanecer anónimo pues no está autorizado a hablar del asunto-, agregando que la posición financiera de las compañías a las que les prestan dinero se está deteriorando. (1 dólar = 6,2000 yuanes) (Reporte adicional de Engen Tham en Shanghai, Elzio Barreto en Hong Kong y Shu Zhang en Pekín; editado en español por Hernán García)