Una casita albergó terror de los estadounidenses

Daniela Wachauf, enviada

MATAMOROS, Tamps., marzo 9 (EL UNIVERSAL). - Con un olor nauseabundo y abandonada. Mucho polvo, basura, una escalera de madera recargada en la pared, un anafre oxidado con trozos de carbón, cubetas y una mesa verde plegable, así era por dentro la casa de seguridad donde estuvieron cautivos los cuatro estadounidenses en La Lagunota, en el ejido El Tecolote, a 10 kilómetros de Matamoros, Tamaulipas.

En la cabaña, de aproximadamente 10 por 7 metros, color terracota y techo de lámina, al interior aún se pueden observar las moscas que revolotean sobre las manchas de sangre que habrían dejado Latavia McGee, Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams.

A un lado de ahí se encuentra una choza de color blanco muy deteriorada con una cama, un colchón sucio, una sábana arrugada, un cojín viejo y la cabecera oxidada.

Hay dos sofás sucios, que es donde presuntamente se quedaba José Guadalupe "N", de 24 años, quien se encontraba vigilando a los extranjeros y fue detenido por las autoridades.

Entre las dos casas había unos guantes de látex azules, probablemente de los peritos.

Después de que llegó EL UNIVERSAL, elementos de la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas colocaron una manta con la leyenda "Bien inmueble asegurado".

Acordonaron la entrada del predio, tras fijar un pedazo de madera en la tierra para colocar las cintas de aseguramiento.

Para llegar a la casa de seguridad se requiere pasar por terracería a la altura del puente internacional Los Tomates y por una zona industrial hasta llegar al ejido de El Tecolote.

En tanto, la población de Matamoros realiza sus actividades de manera normal.

Un vendedor en una tlapalería comenta que la mayoría se cuestiona qué va a pasar más adelante, si habrá una reacción de la autoridad en contra de la delincuencia para que Matamoros sea una ciudad tranquila.

Señala que la situación está más aplacada por el momento, con la presencia de decenas de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional y policías estatales. Un taxista que omite dar su nombre, porque hay halcones en todas partes, expresó que se vivieron momentos de tensión el 3 de marzo por los enfrentamientos de civiles armados.