Carga con todo un país y los pronósticos en contra, ¿podrá Chito Vera destronar al Suga en Miami?

Algunos fantasmas del pasado nunca terminan por irse.

Por mucho que Sean O’Malley minimice lo sucedido en el 2020, cuando cayó víctima de una patada brutal de Marlon Vera, lo cierto es que esa imagen la han presentado una y otra vez delante de su mente. Ya no puede evadirla, o tal vez nunca la evadió y estuvo mintiendo todo el tiempo.

A pesar de esa derrota, que él asegura jamás tuvo lugar, lo cierto es que O’Malley se convirtió en campeón del mundo y tuvo la buena idea de pedir para su primera defensa a aquel antiguo rival que le había propinado su primera y única derrota.

Irónicamente y por fortuna para “Chito’’ Vera, fue el campeón el que buscó la revancha que tendrá lugar este sábado en la UFC 299 dentro del Kaseya Center de Miami, como parte de una velada que desde ya ha sido un éxito de todo tipo y que otros choques de alto nivel.

El reto de O’Malley es borrar cualquier duda y recuerdo del fracaso anterior, la presión de Vera estriba en que esta puede ser su última oportunidad de pelear por la faja mundial de las 135 libras, porque detrás vienen otros aspirantes como una jauría de lobos hambrientos.

Muchos dirán que O’Malley fue ayudado a llegar hasta aquí, pero sus victorias sobre Pert Yan y sobre el entonces campeón Aljamain Sterling pavimentaron el camino hasta Miami, mientras que Vera tuvo que medirse a hombres experimentados y capaces, con algún que otro problema por delante, como le sucedió ante José Aldo y Cory Sandhagen.

¿CÓMO SERÁ ESTE COMBATE?

Hay dos vertientes para explicar lo que puede suceder entre ambos. Algunos esperan un choque épico. Dos trenes que vienen en ruta de colisión a medida de que el enfrentamiento avance hacia sus asaltos finales, pero otros temen que se trabe en un juego de ajedrez y cautelas.

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Si O’Malley aún ho ha olvidado la patada que le sacó de paso en el primer choque entre ambos, se mantendrá a distancia, midiendo cada palmo de octágono y en espera de que Vera cometa un solo error para descargar su mano venenosa, como hizo ante Sterling.

Todo dependerá, entonces, del ecuatoriano, quien deberá presionar de manera sostenida, no comenzar a trabajar demasiado tarde en el combate, pero no descuidar las salidas de sus impactos para no caer víctima de esos contragolpes que tanto le gustan al “Suga’’.

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Vera no debe ser letárgico como le vimos ante Sandhagen, ni tan paciente de la forma en que encaró la pelea contra Dominick Cruz, no tan desenfrenado al uso de lo comprobado contra Rob Font, pero él asegura tener el número de O’Malley. Qué pueda anotarlo en su libreta de triunfos por segunda vez, eso ya es otra historia.

SERÍA UN TRIUNFO HISTÓRICO

De la misma manera en que el título de Brandon Moreno cambió la historia de las artes marciales mixtas en México, o de la forma en que Ilia Topuria volvió loca a España tras doblegar a Alexander Volkanovski, Chito Vera sabe que un éxito en Miami generaría un impacto sumamente favorable para su deporte en Ecuador.

Tradicionalmente un país de fútbol, periodistas de más de 40 medios ecuatorianos comentaban algo muy importante: Vera ha logrado construir un momento único, al punto que el país estará más pendiente de lo que suceda el sábado que de cualquier otra competencia en cualquier cancha del mundo.

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A veces esa es una presión demasiado pesada para llevar sobre los hombros, pero Chito parece disfrutar esa atención.

En ocasiones se quejó que Ecuador no tomaba nota de lo que él estaba haciendo, pero hasta el presidente del país, Daniel Noboa, quien es su amigo personal cuando ni pensaba ocupar ese alto cargo, ha estado pendiente y será un fanático más que verá la pelea.

Si Vera gana y se convierte en campeón será algo tremendo con un efecto telúrico en las MMA. Si pierde, O’Malley podrá continuar con su narrativa de ser la figura más importante de los deportes de combate.

Pero ambos tienen presiones. ¿Quién se va de Miami con los brazos en alto?