La capital de Puebla reconoce legalmente el trabajo de las personas recolectoras de residuos

FOTOS: Verónica Santamaría
FOTOS: Verónica Santamaría

Puebla capital, una de las principales ciudades del país, reconoció dentro de su marco legal el trabajo que realizan las personas recolectoras de base. Es decir, dejan la informalidad para pertenecer al padrón de recicladores voluntarios, una figura laboral que se aprobó el 5 de octubre de 2022 en la Agenda de Cabildo.

Desde agosto, el ayuntamiento de Puebla realizó un análisis del Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun) para conocer el contexto del trabajo de las y los recolectores en la localidad. Con los resultados, se comparó su situación con la de otros ayuntamientos y se revisaron los lineamientos del programa que ofrece el Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL) de la entidad.

Fernanda Huerta López y Ana María Jiménez Ortiz, regidoras del ayuntamiento de Puebla, señalaron durante el Foro Reciclando con Rumbo que la creación de la figura “personas recolectoras” era necesaria para reconocer y dar valor a quienes limpian de forma voluntaria las calles y colonias.

“Queríamos conocer el contexto de las y los recolectores en el municipio. El objetivo era muy claro y era dignificar lo que ellos hacían. Después de la pandemia, se incrementó (la presencia de) las personas recolectoras en nuestra ciudad y necesitamos tomar cartas en el asunto”, dijo Huerta López durante la presentación. 

El 19 de septiembre de 2022, se aprobó en la Comisión de Infraestructura, Movilidad y Servicios Públicos la creación de la figura de “personas recolectoras”, que fue integrada a la fracción XLIII del artículo 1351 del Coremun de Puebla, referente a limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos.

“A pesar de ser de diferentes bancadas y grupos políticos, todos se sumaron al proyecto, entendían la necesidad de dignificar el trabajo de las y los recolectores en el municipio por el bien de las personas y los niños en la ciudad”, añadió Huerta López.

Cifras del Diagnóstico básico para la gestión integral de los residuos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) muestran que en Puebla se generan al día 5 mil 991 toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU), con una capacidad de recolección de 4 mil 564 toneladas en promedio. Esto la coloca como la sexta entidad del país que más RSU genera.

Un paso a la formalidad

Josefina Meza es coordinadora de recolectores en Puebla capital, donde habitan 1 mil 692 mil 181 personas, según cifras del Inegi. Durante años, se ha dedicado a recuperar, reciclar y limpiar las calles.

En entrevista con Animal Político, explicó que durante años ella, sus compañeros y compañeras recolectoras en el municipio fueron criminalizados, violentados, extorsionados y discriminados, mientras trabajaban por las calles en la recuperación de residuos valorizables que vendían para generar ingresos.

Ante estos hechos, constantemente se acercaron a las autoridades del ayuntamiento para obtener apoyo que les protegiera. Con el tiempo, Josefina y sus compañeros lograron que la administración actual atendiera sus demandas para continuar con su trabajo de forma segura. 

“A mí me gusta mi trabajo. No es un trabajo sucio y lo hago con gusto. Fueron muchos años de ser criminalizados y discriminados. Estamos agradecidos con el ayuntamiento porque hoy se reconoce nuestro trabajo y el cuidado que hacemos al medio ambiente”, señaló.

El Código Reglamentario para el municipio define a las “personas recicladoras” como aquellas que “perciben un ingreso a través de la recolección selectiva al recuperar, separar y acopiar productos y materiales que se obtienen de residuos sólidos urbanos para el reciclaje o aprovechamiento y comercialización, quien no cuenta con vínculo laboral con empresas prestadoras de servicios de residuos sólidos, empresas comercializadoras de residuos sólidos, ni empresas generadoras de residuos sólidos”.

Son personas que no trabajan directamente con empresas concesionadas para la gestión de residuos ni con el ayuntamiento. Sin embargo, su labor es reconocida y dignificada.

Hasta ahora, pocos municipios cuentan con una figura similar que reconozca la labor de las personas recicladoras, como ocurre en Guanajuato y Coahuila, según señaló la regidora Huerta López.

Obligaciones y derechos

Entre las obligaciones y los derechos que contempla la figura de “personas recicladoras” en el municipio de Puebla, destacan el dirigirse hacia la ciudadanía y a sus compañeras y compañeros con respeto; portar el chaleco distintivo e identificación de autorización; en caso de extravío, deberán notificarlo inmediatamente al organismo para su reposición; informar al organismo el horario en el que realizarán la recolección y mantener limpias las áreas donde realicen sus actividades.

Además, evitar destruir o romper las bolsas de basura; cuidar el mobiliario urbano, como contenedores, botes papeleros, campanas y demás mobiliario; reportar al organismo alguna mala práctica de sus compañeras o compañeros y permitir las revisiones de rutina de las autoridades municipales para prevenir la portación de armas, objetos o sustancias prohibidas.

Otro logro para las personas recicladoras en el municipio es contar con elementos y herramientas que les permitan realizar sus actividades de forma segura, como uniforme (camisa, pantalón, chaleco, gorra) y una identificación oficial que otorga el Organismo Operador del Servicio de Limpia.

En cambio, también tienen algunas prohibiciones, como dañar, destruir o robar el mobiliario urbano; realizar su actividad fuera de la zona asignada; reciclar con menores de edad; apartar contenedores; realizar su actividad en estado de ebriedad o bajo el influjo de cualquier estupefaciente o sustancia psicotrópica.

Para abonar a la solución de la gestión de residuos en la capital poblana, las organizaciones ambientales Ecolana y Latitud R, enfocadas en el reciclaje, presentaron el programa “Yo soy reciclaje inclusivo”, que se suma a la implementación del Plan de Reciclaje Inclusivo y Participativo: Reciclando con Rumbo, el cual se ejecuta en la ciudad.