Las Campos, los Pantoja y los Flores: tres clanes destruidos por su ‘pacto con el diablo’ en Mediaset

El gigante Mediaset es, indudablemente, el líder en entretenimiento televisivo en nuestro país. Los programas del corazón de Telecinco siempre han contado con unas cifras de audiencia muy elevadas, desde ‘Aquí hay Tomate’ hasta ‘Sálvame’ pasando por ‘Salsa Rosa’ o el ‘Deluxe’.

Los famosos que se prestan a trabajar en dichos programas aumentan su fama y su popularidad pero, si traspasan la delgada línea roja y venden su vida, corren el riesgo de acabar hundidos en la miseria.

Por ejemplo, en ‘Sálvame’ tenemos a "los intocables" del programa como Kiko Hernández del cual nunca se suele hablar a nivel personal; nadie sabe nada de sus relaciones sentimentales, familiares o de su vida privada y es que él empezó siendo carnaza de reality show cuando salió de 'Gran Hermano 2' y ha sabido labrarse con los años en el medio, un reputado papel de tertuliano del corazón por la información y las exclusivas que siempre aporta . Por otra parte, también están las periodistas que no venden su vida, como María Patiño o Gema López de las cuales tampoco se suele hacer sangre, aunque del posado en bikini de las revistas no se escapan y es que también se las ve como personajes en ese sentido, dado que su vida interesa al público a pesar de no haber entrado nunca a un reality ni haber vendido exclusiva alguna a las revistas.

Sin embargo hay personajes que han pasado por Mediaset firmando ese ‘pacto con el diablo’ en el que se les ofrece todo (buen sueldo, buenas condiciones, popularidad, audiencia…) pero el precio que acaban pagando por vender su vida es muy alto.

Actualmente, en el panorama del mundo del corazón, tres de los clanes más famosos de nuestro país están en crisis y Telecinco ha jugado un papel crucial a la hora de retransmitir sus problemas y de hurgar en la herida, eso sí, con beneficio económico para los protagonistas.

Se trata de la familia Campos, el clan Pantoja y, como no, los Flores (pero no los de Lola) y todos ellos han sufrido lo indecible en este último año. Hasta hace unos meses, las Campos estaban unidas y eran, como siempre habían sido, una piña inseparable. Sin embargo, actualmente, sus relaciones están muy deterioradas y, además, los programas hacen eco de las constantes ‘traiciones’ entre ellas.

Cuando María Teresa Campos y sus hijas, Terelu y Carmen, se lanzaron de la mano de Raul Prieto a estrenar su reality show “Las Campos” en la cadena de Fuencarral, abrieron una veda a su vida privada, sobre todo la veterana y Carmen, dado que la vida de Terelu siempre había sido aireada en la prensa rosa, (recordemos su "pim pam" con Pipi Estrada que tanto jugo de tomate exprimió).

Borrego se volvía asidua a delante de las cámaras cuando siempre había trabajado detrás y, por elección propia, se tornó personaje. Teresa mostraba una faceta mucho más íntima en su casa y, con el tiempo la llegada de su novio Edmundo Arrocet sacó su peor cara mediática.

En este último año hemos visto a Teresita perdiendo desmesuradamente los papeles contra Jorge Javier Vázquez, diciéndole que su pareja no le quería y que tuviese cuidado no le fuera a dar otro ictus, demasiado fuerte.

También la hemos visto contando sus penas sobre cómo Bigote la dejó por WhatsApp y cantándole a la cámara implorando que volviese a su lado. La Campos fuerte de antaño dio paso a este desdibujado personaje victimista y malherido que es hoy, en parte, también por la imagen de ella que esboza su hija Terelu.

Terelu empezó a comerciar con su vida hace años y, en el pasado a corto plazo, todos la recordamos hartándose a porras en el reality show. A día de hoy está enfadada por la traición de su madre al ocultarle la entrevista de Gustavo sobre Edmundo. Con Carmen, también está cabreada porque dice que tiene doble juego, mostrándose impasible ante las cámaras y apoyando sus opiniones en la privacidad de su entorno.

Carmen, por su parte, está de uñas con su hermana y ha admitido que no se hablan. Mucho tiene que ver en eso su sobrina Alejandra Rubio con la cual la relación lleva siendo tensa varios meses dado que la joven no comprende ni apoya que su tía sea amiga de personajes como Kiko Hernández que tanto daño le han hecho a su familia y, en concreto, a su madre. La vuelta de Borrego a ‘Sálvame’ no habría hecho más que tensar estas relaciones familiares que, a día de hoy, penden de un hilo.

Tres cuartos de lo mismo ha ocurrido en la familia de Isabel Pantoja que está patas arriba desde que Kiko Rivera descubriera los enseres personales de su padre, el torero Paquirri, escondidos en una habitación de Cantora que estaba abierta mientras la pintaban.

El DJ contó todo esto en “La herencia envenenada”, un especial de varias semanas en Telecinco que arrasó en audiencia y quebró la imagen de Isabel hasta el día de hoy. A nivel mediático, con la cárcel, el machaque de ‘el tomate’ y su historia co Julián Muñoz, su imagen ya era mala pero esto la acabó de rematar mediáticamente.

Su propio hijo la acusó de mentir, de estafar y a esa guerra se sumaron sus hermanos, Fran y Cayetano Rivera, reclamando lo que por herencia les pertenecía también a ellos dado que Paco, fue también su padre.

Con la relación madre e hijo rota, Chabelita entró en escena y es que todo esto sucedía mientras ella concursaba en ‘La Casa Fuerte’. Al salir, se encontró con que su madre no le hablaba y tuvo que saltar la valla de Cantora para poder verla, aún así, la relación no mejoró.

Tras meses de polémicas y asuntos millonarios como el valor de la mitad de Cantora que pertenece a Rivera, Irene Rosales se posicionaba con su marido y Anabel Pantoja se quedaba neutral.

Con el fallecimiento de doña Ana, la cosa ha dado un giro espectacular y Kiko ha perdonado a su madre arremetiendo duramente contra su hermana “que no da un palo al agua”, según dijo en una exclusiva, y contra su prima a la que acusa de haberle mentido y haber malmetido entre él y Pantoja.

Actualmente madre e hijo empiezan a cerrar filas e Isa Pantoja ya no se calla y ataca duramente a su hermano recordándole que, aunque sea el hijo más querido, no es menos que él. Anabel, por su parte, se enfrenta a una posible infidelidad de Omar Sánchez días después de haberse casado, al fin, con ‘su negro’.

La vida de Anabel podría derrumbarse tal y como sucede con la de Antonio David Flores al que Mediaset no ha dado tregua desde su despido en marzo. Él trabajaba en ‘Sálvame’ prácticamente a diario y gozaba de buena prensa desde su paso por GH VIP en el que le defendió su hija Rocío Flores que también tenía muy buena imagen.

El hasta ahora padre coraje vilipendiado por Rocío Carrasco se convirtió, en apenas un episodio de la serie documental emitida en Telecinco “Rocío: contar la verdad para seguir viva”, en el villano de España.

Sin derecho a réplica, su despido fue fulminante (aunque ahora el juez ha pedido que se le indemnice con 80.000€ por ello) y ninguna televisión ni revista ha vuelto a contar con él dado que ahora tiene imagen de embustero, maltratador y machista.

El testimonio de Carrasco también afectó duramente a sus hijos, sobre todo a Ro, la cual sufre ataques constantes a raíz de la presunta paliza que le pegó a su madre con 15 años. A eso se le suman los insultos por su sobrepeso o, sencillamente, los de los fanáticos simpatizantes de su madre.

En todo este drama, la revista ‘Lecturas’ anuncia la ruptura entre Olga Moreno y el ex guardia civil y este se persona en comisaría con su abogado para emprender acciones legales. Además de esto, una presunta amante sale a la palestra, Marta Riesco, colaboradora de Telecinco y amiga de su hija Ro.

Desde luego los tres clanes han pagado una dura penitencia por estar en lo más alto de la fama del corazón vendiendo sus historias personales y es la de ver como sus familias quedan rotas en pedazos mientras la audiencia se alimenta de sus miserias retransmitidas.