Y el nuevo campeón...boxeador cubano conquista la faja dejada vacante por el Canelo Alvarez y dice ir por más

WILLIAM SCULL (i) se impuso por decisión unánime de los jueces al ruso Vladimir Shishkin en una velada que se originó desde Falkensee, Alemania, y llegó a todo el planeta por la plataforma de DAZN.

El momento no pudo ser más dulce para William Scull. Delante de su gente querida y en su tierra adoptiva, el cubano conquistó el cetro mundial de la Federación Internacional del Boxeo (FIB) para convertirse en el otro rey de la división súper mediana., junto con el Canelo Alvarez.

Luego de 12 peleados rounds de idas y venidas por parte de ambos peleadores, Scull se impuso por decisión unánime de los jueces al ruso Vladimir Shishkin en una velada que se originó desde Falkensee, Alemania, y llegó a todo el planeta por la plataforma de DAZN.

“Estoy contento’‘, comentó Scull (23-0, 9 KO), tras ver su mano levantada. “Gracias a Dios, a mis santos, a mi entrenador Franqui Aldama, a mi mis hijos, mi mamá y a toda la gente que vino a verme, a la gente de Cuba. Somos campeones del mundo hoy. Así que muchas gracias a todos’‘.

La pelea tuvo dos grandes momentos, pues la primera mitad estuvo marcada por una batalla táctica, con un Shishkin que venía siempre adelante y un Scull que contragolpeaba en medio de movimientos laterales para evitar cualquier castigo prominente.

Típico al estilo de pelea de su gente, Shishkin utilizaba el jab como arma predominante y lo seguía con una derecha ocasional, mientras que el matancero buscaba golpes en ángulos y cerraba su guardia de manera oportuna e inteligente.

Para la segunda mitad Shishkin aumentaba la presión y obligaba a Scull a pararse en ciertos momentos e intercambiar, lo cual propició momentos que beneficiaban a uno u al otro, pero sin que ninguno pudiera sacar una ventaja definitoria.

Sin embargo, daba la impresión de que el cubano llevaba la mejor parte y cuando sentía algún impacto buscaba el agarre para romper cualquier ritmo del ruso antes de que sonara la campana final y se diera a conocer el triunfo de Scull en las tarjetas.

“Este es el premio a 20 años de trabajo, sacrificio’‘, agregó un Scull visiblemente emocionado. “Gracias a mi familia y mi entrenador que han pasado trabajo conmigo. Ahora vamos por más. No tengo palabras para describir este momento. Me siento orgulloso y feliz’‘.

Para el cubano se abre ahora un nuevo panorama, pues convertido ya en campeón mundial cabría hasta la posibilidad de una pelea contra Saul “Canelo’‘ Alvarez, el poseedor de los otros tres cinturones de la categoría, que dejara vacante el cinturón de la FIB.

Pase lo que pase, Scull no habrá de olvidar este momento mientras vida y el sonido de esas palabra tan importantes: “Y nuevo campeón mundial...’‘.