¿Cambio de guardia en el peso completo? Dos gigantes chocan en la UFC 295 por una faja interina y mucho más

Dicen que es por un título interino, pero el sábado en la noche bien podríamos ver un absoluto y total cambio de antorcha en la división pesada, cuando en el Madison Square Garden de Nueva York se enfrenten Tom Aspinall y Sergei Pavlovich, en un choque que despierta mucho interés.

Ninguno de los dos estaba destinado a mostrarse en este evento UFC 295, porque originalmente se trataba de un choque por la faja regular entre el campeón Jon Jones y el legandario Stipe Miocic, donde había un toque nostálgico y hasta cabía la posibilidad de verlos retirados a los dos.

Pero una lesión que mantendrá alejado a Jones durante un buen tiempo y el hecho de que la empresa no quería poner a Miocic contra ninguno de los dos jóvenes leones abrió las puertas a este encuentro entre dos de los mejores guerreros del peso máximo.

Dado el hecho de que Jones vive una incógnita y de que Stipe tendría 42 años si la pelea vuelva a restablecerse, es muy probable que el campeón interino de este choque termine siendo el rey absoluto dentro de unos cuantos meses, algo que tanto Aspinall como Pavlovich entienden muy bien.

Esta pelea se ha querido vender como la batalla entre el poder brutal de Pavlovich y el juego completo e inteligente de Aspinall, pero no cabe duda de que se trata de mucho más que eso y ahí nace la fascinación de este encuentro que puede resultar mejor, incluso, que el original.

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Intimidante y fornido, Pavlovich llega con una racha de seis victorias consecutivas y es sin duda el boxeador más duro de la división, al punto que algunos le comparan con Ivan Drago, en Rocky IV, y como botones de muestra exhiben sus triunfos por nocaut ante Curtis Blaydes, Tai Tuivasa y Derrick Lewis, tres gigantes en su propio sentido.

Por su parte, Aspinall no posee la impresionante hoja de servicio de Pavlovich, pero ha acabado con seis rivales en el octágono, noqueando a Marcin Tybura y Sergei Spivac y sometiendo a Alexander Volkov y Andrei Arlovski para demostrar que sus avenidas al éxito son más diversas.

Sin duda, Aspinall tratará por todos los medios de no enredarse en intercambios tontos ante el ruso, sino que buscará boxear a la distancia y alguna brecha para intentar llevarlo al suelo para probar cuánto ha crecido Pavlovic en el grappling, desde que fuera vencido por Alistair Overeem en el 2018 con un tremendo ground and pound.

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El inglés es un completo en la mejor extensión de la palabra, pero se mueve con la rapidez de un peso welter y su base principal estriba en el jiu-jitsu y el boxeo, donde ha servido de sparrings en varios campamentos como los del campeón mundial Tyson Fury.

Dicho esto, Pavlovich solo necesita un golpe para cambiar la decoración de esta pelea y si logra sacar del recuerdo sus años como luchador grecorromano, pudiera causarle muchos problemas a Aspinall, quien tomó este combate con apenas dos semanas de preparación.

En resumen, Pavlovich tratará de destruir y Aspinall de evitar en espera de su oportunidad, pero no cabe duda de que el ganador de este choque será visto como algo más que un campeón interino.