El calor de julio en el Mediterráneo es "prácticamente imposible" sin cambio climático, según un estudio

Unos surtidores vaporizan agua en la terraza de un café de Lyon para refrescar a los clientes por el fuerte calor, el 22 de julio de 2024 en la ciudad francesa (Arnaud Finistre)
Unos surtidores vaporizan agua en la terraza de un café de Lyon para refrescar a los clientes por el fuerte calor, el 22 de julio de 2024 en la ciudad francesa (Arnaud Finistre)

Las temperaturas extremas que golpearon en julio regiones de la cuenca mediterránea habrían sido "prácticamente imposibles" sin el calentamiento global, concluyeron el miércoles expertos de la red de referencia World Weather Attribution (WWA).

"Las temperaturas extremas alcanzadas en julio habrían sido prácticamente imposibles si los humanos no hubieran calentado el planeta quemando combustibles fósiles" (carbón, gas, petróleo), escribió el WWA, que evalúa regularmente el vínculo entre eventos meteorológicos extremos en el mundo y el cambio climático.

Esta red de científicos se centró en esta ola de calor que afectó principalmente a los países del entorno mediterráneo como España, Francia, Grecia, Italia y Marruecos.

En el reino norteafricano, que enfrenta su sexto año consecutivo de sequía, 21 personas murieron en 24 horas en una ciudad del centro del país, anunciaron las autoridades el pasado jueves. Las temperaturas ascendieron hasta 48,3° C en el país.

"Meses de julio extremadamente calurosos ya no constituyen eventos raros", destacó Friederike Otto, climatóloga del Imperial College London, quien cofirmó el estudio, basado en datos de observación.

"En el clima actual, con un calentamiento de origen humano de aproximadamente 1,3° C a nivel mundial, se pueden esperar meses de julio con temperaturas extremas aproximadamente una vez por década", subrayó.

"La ola de calor en Europa ha sido más intensa", de hasta +3,3° C "debido al cambio climático", indicó también la investigadora.

"París habría estado unos 3° C más fresca y mucho más segura para practicar deportes", señaló en referencia a los Juegos Olímpicos, organizados en la capital francesa hasta el 11 de agosto, que no se vieron afectados a pesar de las temperaturas que superaron los 35° C en algunos sitios de competición.

El vínculo en general entre las olas de calor -más intensas y más probables- y el cambio climático está bien establecido por la comunidad científica.

"A menos que el mundo deje rápidamente de quemar combustibles fósiles, estos eventos se volverán más cálidos, más frecuentes y durarán más tiempo", recordó el WWA en su breve estudio.

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