'California Forever': la ciudad del futuro ideada por los magnates de Silicon Valley
Se trata de una operación de compra de terrenos por valor de 800 millones de dólares en el norte de California. Los multimillonarios de Silicon Valley implicados en la misma han dado por fin algunos detalles sobre sus planes: se trata de una nueva ciudad tecnológica sostenible que, no obstante, debe ganarse antes tanto a los escépticos votantes como a los dirigentes locales.
Tras años eludiendo el escrutinio, Jan Sramek, exoperador de Goldman Sachs encargado de encabezar la iniciativa, lanzó el jueves un sitio web sobre "California Forever".
La web presentaba el proyecto como "una oportunidad para una nueva comunidad, con empleos locales bien remunerados, granjas solares y espacios abiertos" en Solano, un condado rural entre San Francisco y Sacramento que alberga actualmente a 450 000 personas.
Sramek también ha empezado a reunirse con políticos clave que representan a la zona y los cuales llevan años intentando sin éxito averiguar quién estaba detrás de la misteriosa empresa Flannery Associates LLC, encargada de comprar enormes extensiones de terreno hasta el punto de convertirse en el mayor terrateniente del condado.
El proyecto cuenta con el respaldo de un grupo de empresarios y capitalistas de riesgo de Silicon Valley, como la filántropa Laurene Powell Jobs, el cofundador de LinkedIn Reid Hoffman y el capitalista de riesgo Marc Andreessen.
The New York Times fue el primero en informar sobre los inversores y los planes del grupo.
Los votantes deben aprobar los planes
California Forever, la empresa matriz de Flannery, ha comprado más de 202 kilómetros cuadrados de tierras de cultivo en el condado de Solano desde 2018, en gran parte en la parte sureste del condado, con parcelas que se extienden desde Fairfield hasta Río Vista.
Según el sitio web, Sramek se enamoró de la zona en viajes de pesca y él y su esposa compraron recientemente una casa en el condado para su creciente familia.
El mes pasado, el proyecto lanzó una encuesta entre los residentes para sondear el apoyo a "una nueva ciudad con decenas de miles de nuevas viviendas", granjas de energía solar y nuevos parques financiados íntegramente por el sector privado.
Pero para construir algo parecido a una ciudad en lo que ahora son tierras de cultivo, el grupo debe convencer primero a los votantes del condado de Solano para que aprueben una iniciativa electoral que permita usos urbanos en esas tierras, una protección que está en vigor desde 1984.
Las autoridades locales y federales siguen teniendo dudas sobre las intenciones del grupo.
Dos congresistas de la zona —que durante años trataron de averiguar quién estaba detrás de la oleada de compras en torno a una base de las Fuerzas Aéreas estadounidenses— han mostrado su tremendo malestar con el hecho de que Flannery mantuviera oculta su identidad durante tanto tiempo.
El sitio web afirma que el 97 % de su financiación procede de inversores estadounidenses y el resto del Reino Unido e Irlanda.
"El FBI, el Departamento del Tesoro, todo el mundo ha estado trabajando para intentar averiguar quiénes son estas personas", declaraba semana tras reunirse con Sramek el congresista estadounidense Mike Thompson, que representa a gran parte del condado. Tanto secretismo, lamenta Thompson, ha causado "muchos problemas, mucho tiempo y muchos gastos".
El grupo inversor se defendió de estas quejas asegurando que era necesario mantener el secreto hasta que se adquirieran suficientes terrenos, a fin de evitar la especulación a corto plazo, pero que ahora está más que dispuesto a escuchar a los hogares de Solano a través de una encuesta y de la creación de un consejo asesor comunitario.
"En lugar de ver cómo se marchan nuestros hijos, tenemos la oportunidad de construir una nueva comunidad que atraiga a nuevos empresarios, cree puestos de trabajo locales bien remunerados, construya viviendas en barrios transitables, sea líder en la protección del medio ambiente y alimente una base fiscal creciente que sirva al condado en general", recuerda la web del grupo.
Necesidad de más viviendas
Lo cierto es que el estado de California necesita urgentemente más viviendas, especialmente asequibles para profesores, bomberos y trabajadores de los servicios y la hostelería. Pero las distintas ciudades y condados no saben dónde construir, ya que los barrios establecidos se oponen a la construcción de nuevas viviendas que, según dicen, congestionarían sus carreteras y estropearían su tranquilo estilo de vida.
En muchos sentidos, el condado de Solano es ideal para el desarrollo. Está a 96 kilómetros al noreste de San Francisco y a 56 kilómetros al suroeste de Sacramento, la capital de California. Las viviendas del condado de Solano se encuentran entre las más asequibles de la bahía de San Francisco, con un precio medio de venta de 600 000 dólares el mes pasado.
Princess Washington, alcaldesa pro tempore de Suisun City, recuerda no obstante que los residentes de este lugar decidieron deliberadamente proteger el espacio abierto y mantener la zona alrededor de la Base Aérea de Travis libre de invasiones, dada su importancia.
Washington sospecha que el verdadero propósito del grupo es "crear una ciudad para la élite" bajo el pretexto de levantar más viviendas.
"El deterioro económico está en todas partes", recuerda la alcaldesa. "Entonces, ¿por qué hay que gastar más de 1000 millones de dólares para crear una ciudad nueva cuando están todas estas otras cosas que se pueden conseguir en toda el área de la Bahía?".
Flannery enfureció aún más a la población local el pasado mes de mayo, tras demandar ante los tribunales a varios terratenientes, acusándoles de conspirar para fijar los precios de sus propiedades. La empresa reveló que había comprado o tenía un contrato para comprar unas 140 propiedades por más de 800 millones de dólares.
La semana pasada, los residentes empezaron a recibir una encuesta en la que se pedía el apoyo de los votantes a "un nuevo gran proyecto" que incluiría "una nueva ciudad con decenas de miles de nuevas viviendas". En dicha encuesta se les preguntaba si estarían más dispuestos a apoyar el proyecto si los residentes del condado tuvieran prioridad y ayudas económicas para alquilar o comprar una de las nuevas viviendas.
"Aún no hay plan"
El congresista Thompson no quedó especialmente impresionado tras reunirse con Sramek, afirmando que el promotor era "impreciso en los detalles" y que no mostraba comprensión o aprecio por el condado o sus valores.
A la pregunta de cómo ayudaría a los residentes a financiar las nuevas viviendas, Thompson dijo que Sramek le había asegurado que pensaba utilizar "todos sus conocimientos como financiero" para generar ahorros.
El desarrollo en California es enrevesado, pero Thompson dijo que Sramek le dijo que esperan que se aceleren los permisos, "al tratarse de un proyecto tan bueno y siendo sus intenciones tan grandes".
"No tiene un plan, aún no hay nada", sentenció Thompson.
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El congresista John Garamendi, cuyo distrito incluye Travis y las áreas inmediatas a su alrededor, informa por su parte de que los funcionarios de la base y del condado se pusieron en contacto con él hace unos cinco años, para tratar de averiguar quién estaba comprando terrenos. Garamendi, que tiene previsto reunirse con Sramek el viernes, se mostró consternado al saber quién respaldaba el proyecto.
"Ustedes, los multimillonarios ricos de Silicon Valley, participan en todo esto. ¿Ésta es la clase de gente que sois? Lo que han conseguido es envenenar totalmente el pozo", lamentó Garamendi.
Los promotores del proyecto aseguran por su parte que protegerán la base militar y que los agricultores que quieran seguir cultivando en sus parcelas podrán hacerlo.
Según revela Ron Kott, alcalde de Río Vista, Flannery habría comprado prácticamente todos los terrenos que rodean la pequeña ciudad.
Kott sospecha igualmente que a las personas mayores, que constituyen la mitad de los cerca de 10 000 habitantes de la ciudad, no les gustará la congestión y el ruido añadidos, aunque también opina que a otros ciudadanos sí podría gustarles la mejora de la atención médica, la vida nocturna y las compras que podría aportar una nueva y sofisticada ciudad vecina.
"Si se hace correctamente, creo que hay muchas oportunidades para el condado. Sus ingresos fiscales aumentarán bastante. Será una gran ganancia inesperada. El valor de las propiedades probablemente aumentará aún más. Creo que, desde ese punto de vista, es algo bueno", sostiene Kott. "Pero, insisto, creo que se está renunciando a una calidad de vida que es única en esta zona".