Córdoba: el turista que murió por comer el hongo de la muerte era un apasionado de las recetas veganas

CORDOBA. Iván Tarasconi es el cordobés que murió después de estar cuatro días internado por haber comido un hongo venenoso, el de la especie Amanita Phalloides, conocido como como "el hongo de la muerte" o la "cicuta verde".

Tarasconi, de 36 años, era oriundo de Río Cuarto , docente universitario de la facultad de Ciencias Económicas e integrante del emprendimiento "Bien vegano". El hombre estaba de vacaciones en Santa Rosa de Calamuchita, donde decidió recolectar hongos silvestres (en la zona hay muchos porque hay pinares); obviamente desconocía que esa especie puede resultar letal en el organismo humano.

El miércoles pasado fue al hospital de Santa Rosa con un cuadro de gastroenteritis, con diarrea y vómito. No aceptó quedarse en observación y se fue a Río Cuarto, desde donde el viernes llegó al Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba ya con un fallo hepático.

A mediados de diciembre contó en su Facebook que había "formalizado" su vínculo con su pareja. "Hoy siento la necesidad de decirte gracias, simplemente. Es muy fácil una relación sin adversidades ni contratiempos, sin avatares económicos, sin cuestionamientos, sin juicios ni prejuicios. A pesar de todo ello, y de lo vertiginoso que fue este largo y complicado año, seguimos. Y aunque duela patear piedras, me ajusto los zapatos para seguir sacándolas de nuestro camino. Gracias por lo más valioso que me das a diario, tu compañía incondicional, el abrazo sanador; eso es amor", escribió en su muro y acompañó el texto con una foto de los dos.

El hongo que comió, a simple vista es muy parecido a un champiñón, crece en bosques de pino y robles. Según los primeros datos, Tarasconi comió una cantidad considerable; con 50 gramos -según los toxicólogos- puede morir un adulto.

La posibilidad de salvarse era un trasplante de hígado, pero su organismo no estaba en condiciones. El hombre murió al mediodía. La ingesta del hongo ataca directamente el sistema enzimático. En Calamuchita, siempre se advierte en que no hay que recolectar hongos si no sabe la procedencia o de qué espécimen se trata; ante la duda, hay que consultar.

Tarasconi era muy querido entre sus colegas y amigos; su pasión era cocinar por eso participaba del emprendimiento de recetas veganas y era muy activo en temas de la cocina conciente. Compartía videos, propuestas de bares y datos sobre la alimentación sana.