Cámaras policiales exoneran a policías. Pero más deberían llevarlas y deben tener el micrófono activado, según un estudio

Los agentes de Policía de Miami que llevan cámaras corporales tienen el doble de probabilidades de ser absueltos de las denuncias por mala conducta y el problema más común asociado a la cámara es que su micrófono no está activado, según un nuevo estudio de la ciudad.

La mayoría de las denuncias relacionadas con las cámaras corporales proceden del Distrito 5, una zona triangular en el extremo norte de la ciudad que es mayoritariamente negra, según el Censo más reciente.

Un estudio de seis meses hecho por el Panel de Investigación Civil (CIP) de la ciudad sobre esta tecnología, que sigue siendo controversial, reveló que el problema más común al que se enfrentan el público y los investigadores en relación con las cámaras, es que el micrófono no esté activado. El panel independiente de supervisión policial de la ciudad también recomendó que se instalara una tecnología que encendiera automáticamente la cámara cuando un agente sacara su arma.

El director interino de CIP, Rodney Jacobs, dijo que, en general, el uso adecuado de las cámaras corporales de la policía les da a los agentes más protección y permite a los investigadores de supervisión evaluar las denuncias con mayor precisión.

“Cuando la cámara se usa correctamente, es probablemente una de las mayores herramientas que tenemos”, dijo Jacobs. “Con ella, encontramos que nuestros casos están justificados en el 75% por ciento de las veces. En el pasado eso era una crítica. Así que nos permite hacer nuestro trabajo de manera más eficiente y crea una mejor responsabilidad para la policía”.

Para los policías, las cámaras hacen más bien que mal

Tal vez la conclusión menos sorprendente del reporte de 28 páginas, según los activistas que apoyaban el uso de las cámaras hace ya una década, sea que la tecnología beneficia a la policía más de lo que la perjudica. El reporte de CIP concluye que, en dos de cada tres casos, los agentes fueron absueltos de los cargos porque la cámara no apoyó la acusación de mala conducta.

Este resultado fue pronosticado por el ex jefe de policía de Miami Beach, Dan Oates, hace casi una década, cuando su personal fue el primero de Miami-Dade en ser equipado con el nuevo dispositivo. La tecnología era fascinante en aquel momento. Pero un público dudoso y unos sindicatos policiales recelosos pusieron en duda que fuera justa para todos los implicados. Al público le preocupaba que el video pudiera ser manipulado con el interruptor de encendido y apagado. La Policía argumentaba que la fracción de segundo que se tardaba en encender el dispositivo podía costarle la vida a un agente.

Casi una década después, muchas de esas preocupaciones ya no existen. La policía, mayoritariamente, se acostumbró a las cámaras. Aunque todavía existe la preocupación de que la gente haga denuncias falsas y no sea castigada.

El presidente de la Orden Fraternal de Policía de Miami, Tommy Reyes, dijo que a sus agentes les gustaría que se castigara a las personas que hacen acusaciones falsas. Pero en general, dijo, las cámaras corporales de la policía ayudan a todos los involucrados.
El presidente de la Orden Fraternal de Policía de Miami, Tommy Reyes, dijo que a sus agentes les gustaría que se castigara a las personas que hacen acusaciones falsas. Pero en general, dijo, las cámaras corporales de la policía ayudan a todos los involucrados.

“Creo que hay que trabajar en ello. Pero en general, creo que es algo bueno”, dijo Tommy Reyes, presidente de la Orden Fraternal de la Policía de Miami. “Creo que ayuda más que lo que no”.

Recientemente, el jefe de la Policía de Miami, Manny Morales, modificó las normas de su departamento, equipando con cámaras a los sargentos de operaciones en el terreno. También aumentó el tiempo de almacenamiento del video de un mes, a un año.

“Es una herramienta valiosa que ofrece transparencia, al tiempo que garantiza la responsabilidad de los agentes y restablece la confianza del público”, dijo el jefe.

El CIP estudió los años 2018 a 2021. Examinó 122 infracciones por parte de 66 agentes.

Micrófono apagado y cámaras en los supervisores

El estudio concluyó que la gran mayoría de las denuncias provenían del distrito con la mayor población afroamericana. No trata de explicar porqué es así, ni opina sobre cómo resolver la disparidad. Según el estudio más reciente del Censo, el Distrito 5 de Miami, que se extiende al oeste de Biscayne Boulevard por Liberty City y al norte y al este del bulevar hasta Shorecrest y Belle Meade, es 52% negro.

La comisionada miamense Christine King, que representa al distrito, dijo que es probable que se haga una reunión con el jefe de Policía de la ciudad.

“Me preocupan las conclusiones [de que la mayoría de las denuncias sobre las cámaras ocurren en el distrito de la comisionada]. Trabajaré con el jefe de Policía de Miami para aplicar medidas correctivas”, dijo.

Varios casos de gran repercusión relacionados con la Policía de Miami y las cámaras corporales ilustran porqué el panel de supervisión llegó a la conclusión de que los micrófonos deben estar encendidos siempre que se use una cámara y que los supervisores deben estar equipados con cámaras.

Uno de ellos ocurrió en abril de 2020, cuando un médico de la Universidad de Miami, que había sido tema de un artículo del Miami Herald por ayudar a los desamparados durante la pandemia, fue esposado por un sargento de policía frente a su casa de Flagami por tirar basura, a pesar de las súplicas de la esposa del médico que había recuperado su identificación. El sargento Mario Menegazzo dijo que estaba patrullando la zona por vertidos ilegales de desechos.

El doctor Armen Henderson, que es afroamericano, presentó una queja ante el CIP diciendo que fue encasillado en un perfil. Menegazzo acabó dejándolo ir y el encuentro fue grabado en un video de vigilancia en la casa de los Henderson. Sin embargo, no había audio ni imágenes de las cámaras corporales del policía, ya que, al ser sargento en ese momento, Menegazzo no estaba obligado a llevar el equipo.

Los miembros de la junta del CIP determinaron que Menegazzo debería haber sido sancionado por apuntar con el dedo a la cara de Henderson, por no llevar cubrebocas y por esposar al médico. Sin embargo, Asuntos Internos determinó que esposar a Henderson estaba justificado, diciendo que el médico no obedeció una orden policial. El sargento fue amonestado en una carta por ser descortés.

Jorge Colina, quien era el jefe de Policía de Miami en ese momento, dijo que equipar a los sargentos y supervisores con las cámaras corporales es algo obvio. El ex jefe dijo que una cámara corporal podía haberle dado a los investigadores una imagen más clara de la dinámica del encuentro frente a la casa de Henderson.

“Ciertamente, la idea de que su motivo [de Menegazzo] era que el médico era afroamericano, se puede captar más con una cámara corporal, si ese fuera el caso”, dijo Colina. “Creo que nos habría dado una mejor perspectiva”.