¿Buscas tinta en Fort Worth? Estos estudios de tatuajes son los más populares

Cuando James Lomax se trasladó a Arlington desde California hace más de 22 años, nunca pensó en abrir su propio estudio de tatuajes. Lomax, conocido como OG Poppy entre sus colegas tatuadores, recuerda cuando llegó al norte de Texas e intentó encontrar un estudio que se adaptara a su estilo de tatuaje afrocéntrico o afroconsciente.

“Por aquel entonces, muchos estudios eran más exclusivos y no contrataban a artistas afroamericanos, así que pasé un tiempo en la clandestinidad”, dijo Lomax.

Conoció a su futuro socio, Mike Montgomery, mientras este hacía tatuajes en la parte trasera del salón de su esposa. Como las filas para los tatuajes de Lomax rebasaban la puerta del lugar, la esposa de Montgomery sugirió a ambos que abrieran su propio negocio de tatuajes juntos.

“Si me hubieras preguntado entonces, hubiera dicho que ni siquiera quería dedicarme a esto de los estudios, pero me vi obligado a ello. Ha sido una bendición desde entonces”.

Ahora, más de dos décadas después, Lomax y Montgomery han pasado de su estudio original a otros dos y administran Da Kandy Shop Tattoo Studio en South Cooper Street, en Arlington. El estudio atiende a unos 200 clientes a la semana, entre diseños de tatuajes y piercings, y acaba de ganar el la votación del Favorito de los Lectores del Fort Worth Star-Telegram como el mejor lugar para hacerse un tatuaje en la zona de Fort Worth.

El Star-Telegram comenzó con 38 estudios de tatuajes nominados por los lectores en el Condado de Tarrant, y luego hizo cuatro rondas de votación para reducir la lista.

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Lomax dijo que lo que distingue a Da Kandy Shop es su versatilidad, lo que significa que los clientes pueden entrar y conseguir cualquier diseño que quieran por un precio bastante barato. La tienda hace de todo, desde retratos hasta las tradicionales líneas gruesas y colores brillantes, pasando por una moda de anime que se ha hecho popular recientemente.

Montgomery dijo que cree que la tienda tiene muchos seguidores porque no hay un precio mínimo que los clientes deban gastar durante las visitas. Da Kandy Shop cobra desde $10 por los tatuajes y $1 por los piercings, dependiendo del tamaño, y tiene ofertas especiales en determinados días, dijo Montgomery.

Da Kandy Shop emplea a unos 25 artistas en turnos de día y de noche, entre ellos seis mujeres. Lomax dijo que el tatuaje promedio puede tomar de una a cuatro horas o más, dependiendo del arte.

Lomax dijo que se convirtió en artista del tatuaje porque fue siempre el niño que dibujaba en la parte posterior del salón de clase. Cuando su padrastro, también dibujante, fue enviado a prisión, le mandaba cartas a la madre de Lomax llenas de letra script y dibujos de osos de peluche con corazones.

“Sus cartas de amor a mi madre fueron lo que más me inspiró para trasladar eso a mis tatuajes”, dijo Lomax. “Incluso hoy, sigo haciendo piezas como un osito de peluche con sombrero o un corazón fumándose un puro: piezas con un vínculo emocional”.

Khaotic Zen quedó en segundo lugar en la votación del favorito de los lectores. El estudio, situado en Bluebonnet Circle, cerca de la TCU, abrió sus puertas hace poco más de año y medio.

Los copropietarios Will Carter y Yovi Valentín se cruzaron mientras trabajaban en otros estudios de tatuajes de Fort Worth y decidieron abrir el suyo, que lleva el nombre de sus personalidades contrastadas. Carter se describe a sí mismo como enérgico y lleno de emociones, mientras que Valentín se describe como apacible y tranquilo.

“Se nos ocurrió el nombre de Khaotic Zen, porque nos gustó el juego de palabras”, dijo Valentín. “Son opuestos pero funciona, como nosotros. Tenemos un buen equilibrio”.

Carter y Valentín recuerdan haber tenido problemas con los estudios, pero siempre les ha gustado el arte, crear y dibujar. La tía de Valentín le animó a seguir una carrera de tiempo completo en el diseño de tatuajes, mientras que el hermano pequeño de Carter fue el primero en despertar su interés.

“Puedo ver cómo hace sentir a otras personas”, dijo Valentín, mientras hablaba de por qué le encanta ser un artista del tatuaje. “Todos se emocionan cuando se hace un tatuaje nuevo, fresco y bonito. Aumenta su autoestima y añade positividad a su vida”.

Por su parte, Carter dice que no se considera estrictamente un artista del tatuaje.

“Soy un artista que hace tatuajes y, afortunadamente, se me ha dado bien”, dice Carter. “Sigo sacando tiempo para dibujar para mí todo el tiempo. Al menos una vez a la semana, intento dedicar al menos cinco o seis horas a dibujar”.

El crecimiento de Khaotic Zen apenas empieza, según los copropietarios. A finales de septiembre, Khaotic Zen estará en la Cowtown Comic Con para hacer tatuajes y piercings in situ en la convención de dos días.

En tercer lugar en la votación del favorito de los lectores quedó Prather Tattoos. Scott Prather tiene su estudio en una suite privada en Montgomery Plaza, sobre Weisenberger Street.

Prather se graduó del Ringling College of Art and Design en Sarasota, Florida, con una licenciatura en ilustración. Después de probar diferentes caminos, incluyendo trabajar como independiente en ilustración, diseño y guiones gráficos, cayó de nuevo en su sueño original de la preparatoria de ser un artista del tatuaje.

Durante sus nueve años en el negocio del tatuaje, Prather ha desarrollado una gran lista de clientes, lo que le permite trabajar solo y operar en su propio horario. Confía sobre todo en las recomendaciones de boca en boca y dice que ha desarrollado una fuerte comunidad local.

“Al proceder de la ilustración, mis tatuajes tienen un toque distintivo con respecto a lo que se ve normalmente en el arte del tatuaje”, dijo Prather. “En los últimos años, me he centrado en el tatuaje a mano alzada, es decir, en dibujar directamente sobre la piel para conseguir el mejor ajuste y composición. Al hacer esto, mi estilo se ha definido más singularmente como tatuajes que solo vienen de mí”.

Además de tatuar, Prather creó recientemente una portada para Fort Worth Magazine e ilustraciones interiores para dos números. También ha realizado varios murales y pinturas para bandas musicales y bares locales.

Studio Black, en Williams Road en Benbrook, ocupó el cuarto lugar en votos. Su propietario es Michael Gordon, quien hace años fue condenado por cargos federales de tráfico de drogas en Fort Worth. Gordon perfeccionó sus habilidades como dibujante y tatuador en la cárcel durante casi una década.

“Cuando volví a casa, era muy importante para mí ser un ejemplo de alguien que había cambiado”, dijo Gordon. “Quería tener un impacto positivo en mi comunidad y demostrar que no nos define nuestro pasado, sino cómo nos sobreponemos y avanzamos hacia el futuro”.

Gordon dijo que espera transmitir a los demás todos los días que nunca es demasiado tarde para hacer algunos cambios y perseguir sus sueños

Hannah Bratcher es dueña del ganador del quinto puesto, Ink by Hann, también en Williams Road, en Benbrook. Bratcher, quien le renta una habitación a Gordon, empezó a tatuar poco después del inicio de la pandemia del COVID. Define su estilo como centrado en el realismo, las mariposas y las flores.

Aunque a Bratcher siempre le interesaron los tatuajes, nunca pensó que se convertirían en su estilo de vida. A los tres meses de empezar a tatuar, dejó su trabajo de tiempo completo para centrarse en su negocio.