Buscan que México legisle medidas de protección ante huracanes

CANCÚN, QR., marzo 9 (EL UNIVERSAL).- Previo a su participación en el 18 Seminario Internacional de Huracanes que inició este jueves en Mérida, Yucatán, Fernando Loría, asesor en prevención ante ciclones, adelantó que se impulsa la elaboración de una iniciativa de ley para regular el tipo de materiales constructivos, la distancia de edificaciones instaladas en zonas costeras de México y la habilitación obligada de refugios, entre otros aspectos que normen las medidas de protección.

En Cancún, Loría Fernández, experto en materia de seguridad y reconocido por la Asociación Internacional de Protección contra Huracanes (IHPA, por sus siglas en inglés), explicó en entrevista con EL UNIVERSAL, que México se basa en las directrices marcadas por los Estados Unidos, en normativa de huracanes, sin considerar las distintas realidades y características entre las zonas costeras de uno y otro país.

En aquella nación, la normativa se enfoca en medidas preventivas respecto a construcciones esencialmente hechas de madera, que en México no son el común; las corrientes marinas y la dirección de los vientos son distintas también, debido a la posición geográfica de ambos territorios, por ejemplo.

Bajo ese enfoque, el también representante de Hurricane Solutions –que brinda asesoría a diversos resorts en el Caribe Mexicano– propone la creación de una iniciativa de Ley que considere ese tipo de elementos y otros, para que México pueda normar la prevención de sus zonas costeras ante huracanes y tormentas tropicales, conforme a su propia realidad.

"Lo que buscamos es que desde Quintana Roo se abandere esto y sea punta de lanza para la definición de reglas que apliquen en todas las zonas de riesgo de México, tanto en el Pacífico, como en el Atlántico.

"Hoy nada ni nadie regula, excepto la normativa de Estados Unidos que se basa en sistemas constructivos de madera que aquí no tenemos; incluso la aplicación de seguros es distinta", indicó, al señalar que existen acercamientos con el diputado federal, Juan Carrillo Soberanis, militante del Partido Verde (PVEM), quien se mostró interesado en respaldar la propuesta.

El planteamiento se hará también a la directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Alejandra Méndez Girón, quien acudirá al Seminario Internacional de Huracanes.

Este evento en particular es organizado por el Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), para la capacitación e información que permita a las autoridades aeroportuarias conocer las acciones y tareas que se aplican en una terminal aérea tras el paso de un huracán.

El especialista comentó que el Seminario surgió a partir de la complejidad y complicación que originó el golpe del huracán Wilma, en octubre del 2005, al dificultar las operaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún, lo que supuso un reto para el Aeropuerto Internacional de Mérida, Yucatán, como central aérea alternativa.

"En ese momento no había nada previsto y generó una complicación enorme. Hoy el Aeropuerto de Cancún ha crecido en 15 años y Mérida tiene que estar preparado por cualquier cosa", manifestó.

Loría expuso que se ha observado que la ocurrencia de huracanes de la magnitud de Wilma –considerado el evento meteorológico más costoso para las aseguradoras en lo que va del siglo– oscila entre los 15 y 17 años, lo que supone que el Caribe Mexicano podría sufrir un nuevo embate de esa intensidad.

Para ello, subraya, habrá que prepararse con medidas preventivas constructivas, guardando distancia respecto al mar –sobre todo para nuevos resorts– aplicando protocolos y habilitando refugios obligados para resguardar vidas, pero también una infraestructura turística millonaria que soporta la base económica del estado.

Al cierre del 2022 la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur) reportó la operación de mil 331 hoteles, con 127 mil 399 cuartos, no todos en la costa.

En Riviera Maya y la zona continental de Isla Mujeres el grueso son de cadenas hoteleras españolas, que privilegian la estética por encima de invertir en medidas preventivas, contrario a los hoteles norteamericanos, con mayoría en Cancún, más ocupados en la seguridad, dijo el especialista.

"En Cancún algunos sí consideran, incluso, la posición que tienen contra el mar y cómo entran las corrientes del viento; hay muchos que no. Depende del hotel. En general los hoteles de cadenas americanas son mucho más conscientes del riesgo que las cadenas españolas.

"El hotel americano sabe que está en una zona de riesgo. Los hoteles europeos, particularmente los españoles, tienen entre un ego europeo donde ‘mis materiales y mis hoteles son los mejores del mundo’ y además que desdeñan lo americano. Son mentalidades", consideró.

Loría mencionó el caso de un hotel en Playa Mujeres, en donde realizó un dictamen sobre los daños estructurales que enfrenta al haber invertido en la instalación de ventanas de aluminio reforzadas antihuracanes, que operaban con un motor que, con solo presionar un botón, hacía subir o bajar una suerte de persianas.

Aquello fue "una mala decisión". En menos de dos años esas ventanas eléctricas contra huracanes dejaron de funcionar, pues debido a la cercanía con el mar, los motores se oxidaron, mientras que las lonas quedaron completamente inservibles al resecarse y rasgarse.

"En este caso los hoteleros se dejaron llevar por la operatividad y estética, y subestimaron lo más importante que es la seguridad y la calidad", señaló.

La inversión para para resarcir los daños de ese hotel, rebasaban el 50 por ciento de la inversión total que hicieron al adquirir sus persianas eléctricas.

"Por decirlo de otro modo, si el hotel invirtió un millón de dólares por estas ventanas eléctricas, ahora tiene que gastar medio millón de dólares más solo para quitarlas y reparar algunos daños estructurales, sin contar que todavía tienen que contemplar el gasto que implicará la adquisición del nuevo sistema de protección contra el impacto de huracanes", detalló.