Buscan que Luis Rubiales pase 2.5 años en cárcel y más castigos por el beso forzado a Jenni Hermoso

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La Fiscalía española solicitó una pena de 2.5 años de cárcel para el expresidente de la Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso forzado que dio a la jugadora Jenni Hermoso en la final del Mundial de Australia.

Pero no solo acusan a Rubiales de agresión sexual, sino que también por presionar a la futbolista para que “justificara y aprobara el beso que contra su voluntad”, según dijo el Ministerio Fiscal en su escrito.

Además, la Fiscalía pidió 2 años de libertad vigilada una vez cumpla la pena de cárcel, prohibición de comunicarse o acercarse a Jenni Hermoso durante 4 años e indemnizar a la jugadora con 50 mil euros (896 mil 109 pesos aproximadamente).

El 20 de agosto de 2023, en medio de la entrega de medallas del Mundial de Australia, ganado por España, el expresidente de la RFEF “sujetó la cabeza” de Hermoso “con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios”, relató la Fiscalía en su escrito.

“Ante las consecuencias personales y profesionales que le podían acarrear”, Rubiales ejerció “actos constantes y reiterados de presión” sobre Hermoso, lo que le impidió a esta última “desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente”, prosiguió.

Pero Luis Rubiales no es el único objetivo de la Fiscalía, ya que también pide un año y seis meses de cárcel para el exseleccionador femenino Jorge Vilda, al director deportivo de la selección masculina Albert Luque y al exresponsable de marketing de la RFEF Rubén Rivera, quienes participaron en las coacciones.

Ellos también tendrían que indemnizar a Hermoso con otros 50 mil euros en conjunto.

Luis Rubiales cárcel
Luis Rubiales celebrando el triunfo de España en la final del Mundial Femenil. Foto: AFP.

¿Por qué Luis Rubiales podría ir a la cárcel?

Desde una reciente reforma del Código Penal español, un beso no consentido podría considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.

“No fue intencionado. No había connotación sexual de ningún tipo, sólo fue un momento de felicidad, la gran alegría del momento”, se defendió Rubiales, de 46 años, en una entrevista con el programa de televisión británico Uncensored de Piers Morgan el año pasado.

Hermoso, que presentó la denuncia contra Rubiales en septiembre, afirmó en enero pasado, al declarar ante un juez de la Audiencia Nacional, una alta jurisdicción madrileña, que el beso fue “inesperado” y “en ningún momento consentido”, según informaron entonces fuentes judiciales.

La jugadora afirmó igualmente que sufrió un “atosigamiento constante” del exdirectivo español y su entorno en los días posteriores, según la misma fuente.

El juez también escuchó en septiembre pasado a Rubiales, quien defendió ante el magistrado que el beso era consentido.

Luis Rubiales rechazó, en un primer momento, dimitir por su acción en una polémica asamblea de la RFEF el 25 de agosto, pero en los días siguientes, la presión creció desde el gobierno, la justicia y el propio mundo del futbol hasta que el 10 de septiembre presentó su renuncia.

El expresidente federativo, suspendido por 3 años por la FIFA, alegó que dejaba el cargo por una “campaña desproporcionada” en su contra y el deseo de no perjudicar la candidatura al Mundial de 2030.

Este no es el único problema legal de Rubiales: la Guardia Civil registró recientemente la sede de la RFEF y una propiedad suya en Granada, en una investigación por supuesta corrupción, en un caso relacionado con el traslado de la Supercopa a Arabia Saudita.

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