Buscan elevar el perfil del Parlasur luego de años de parálisis

El oficialismo aspira a que el organismo se involucre más en los procesos políticos de la región

En un intento de reforzar la unidad de América Latina, uno de los planes de Alberto Fernández, el Gobierno busca relanzar el Parlasur y ya estudia medidas para levantar el perfil del cuerpo, que en los últimos años tuvo poca actividad.

Las próximas elecciones en Bolivia, la crisis en Venezuela y el futuro del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) son algunos de los temas que ocuparán la agenda de los legisladores durante este año.

El presidente del Parlasur, el argentino Oscar Laborde, aspira a darle un mayor protagonismo al cuerpo en las cuestiones regionales y afirmó, en declaraciones recientes, que el oficialismo hará un "esfuerzo" por recomponer al organismo luego de haber sido, según él, "denostado" por la administración de Mauricio Macri, quien le quitó prioridad al cuerpo en su agenda de política exterior.

La intención del Gobierno se reflejó hace dos semanas, cuando el canciller Felipe Solá recibió a las autoridades del Parlasur en el Palacio San Martín. El encuentro contrastó con el vínculo frío que había mantenido con el cuerpo su antecesor Jorge Faurie.

Fue, además, la primera vez en la historia que la mesa directiva del cuerpo se reunió en Buenos Aires. Los funcionarios mantuvieron un encuentro con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

El Parlasur reactivará el Observatorio de la Democracia y conformará una mesa de supervisión del proceso electoral boliviano, luego de la renuncia de Evo Morales a la presidencia. El organismo conformará un grupo de veedores previos al acto electoral que busque garantizar la libertad de las candidaturas y la confección de los padrones de votación.

Asimismo, se buscará establecer una mesa de diálogo entre el chavismo y la oposición venezolanas para encontrar una salida ordenada a la crisis institucional, económica y humanitaria que atraviesa ese país. En línea con los postulados de Fernández, el Parlasur se mantendrá lejos de la postura dura del Grupo de Lima (integrado por países como Brasil, Chile, Colombia y Canadá) y rechazará la presión extranjera. Para la conducción argentina del cuerpo, la cuestión debe resolverse en el ámbito del Mercosur.

Por su parte, el acuerdo con la Unión Europea también será una cuestión en la que el Parlasur buscará alzar la voz, aunque su efecto será extremadamente limitado por no tener capacidad de tomar decisiones vinculantes.

El organismo se sumará al debate sobre los impactos del acuerdo en la industria de los países incluidos en el pacto, que deberá aprobarse por los congresos de todos los Estados para entrar en vigor, un proceso que podría empezar este año. El organismo planteará la necesidad de adoptar mecanismos para proteger a los sectores que podrían verse más afectados.

Regularizados y con sueldo

La influencia meramente declarativa del Parlasur y la imposibilidad de dictar normas de cumplimiento obligatorio seguirán siendo, sin embargo, las principales limitaciones del cuerpo. Sin embargo, este año se buscará avanzar en un proyecto de ley para, al menos, regularizar la situación de los legisladores.

La permanencia de los diputados argentinos en el bloque había quedado envuelta en un manto de duda el año pasado, cuando la gestión anterior suspendió -en acuerdo con Brasil, Uruguay y Paraguay- la elección directa de los próximos parlamentarios, que debería haber sido en octubre último, cuando se cumplieron cuatro años de la primera elección.

El macrismo había justificado la decisión por la parálisis que evidenciaba el Parlasur -creado en 2006- desde hacía años y la necesidad de recortar gastos, pues la estructura prevé el pago de dietas y viáticos para los legisladores.

En un comunicado, los Estados manifestaron la necesidad de suspender la votación hasta que todos los países que integran el cuerpo establezcan la elección por voto directo y ya no haya legisladores que no hayan sido elegidos exclusivamente para ese rol. Por eso, las boletas electorales de 2019 no contaron con la categoría dedicada al Parlasur, como sí había habido en 2015. Ese año se había desatado la polémica alrededor de si se debía permitir que los parlamentarios gozaran de fueros. Milagro Sala y José López fueron candidatos en esa elección.

El Congreso deberá definir en las próximas semanas cuál será el futuro inmediato de los legisladores. En octubre, la Cámara Nacional Electoral determinó que los legisladores sigan cobrando las dietas y viáticos que el macrismo discontinuó.

El Parlasur está compuesto actualmente por 135 divididos entre cinco países: Argentina (42), Brasil (38), Venezuela (19), Paraguay (18) y Uruguay (18). La adhesión de Bolivia está en trámite.