Bucarest, la cumbre decisiva de la OTAN en 2008 que dejó escrito el futuro de Ucrania

Hace aproximadamente mes y medio, el 24 de febrero de 2022, Rusia decidía invadir Ucrania e iniciar una guerra en Europa, la primera en el continente en los últimos 30 años. Unas semanas que han estado protagonizadas por los bombardeos sobre las ciudades ucranianas, el éxodo de millones de refugiados y las masacres cometidas por las tropas de Moscú.

Este conflicto bélico llega después de años de tensiones entre ambos vecinos por el acercamiento de Kiev a la OTAN y a la Unión Europea. Sin embargo, las cosas podrían haber sido muy distintas si la alianza hubiera tomado una decisión diferente a la que tomó en 2008.

Angela Merkel y George W. Bush en la cumbre de la OTAN de 2008. (Photo by Pool Interagences/Gamma-Rapho via Getty Images)
Angela Merkel y George W. Bush en la cumbre de la OTAN de 2008. (Photo by Pool Interagences/Gamma-Rapho via Getty Images)

Para conocer que pasó hay que viajar hasta Bucarest (Rumanía) hace exactamente 14 años. Entre el 2 y el 4 de abril, la OTAN celebró una cumbre en la capital rumana en la que se propuso a Croacia y Albania unirse y se estudiaron los casos de Georgia y Ucrania.

Un debate que ahora, en mitad de la guerra con Rusia, ha querido resucitar el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Y lo ha hecho directamente para culpar a dos de los miembros: a Francia y a Alemania.

"Invito a la Sra. Merkel y al Sr. Sarkozy a visitar Bucha, para ver a qué ha llevado la política de 14 años de concesiones a Rusia. Para ver con sus propios ojos los hombres y mujeres ucranianos torturados", señalaba.

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Zelenski hacía así referencia al contenido de ese encuentro en el que hubo intensos debates sobre si otorgarle a Ucrania, al igual que a Georgia, un plan de acción sobre una membresía en la Alianza. Mientras que Estados Unidos, con George W. Bush a la cabeza, presionó a favor de hacerlo, tanto franceses como alemanes argumentaron que ninguno de los dos estaba listo para unirse.

Finalmente, la postura de los países europeos (liderados por Sarkozy y Merkel) se impuso y se prometió a estos dos posibles aspirantes llegar a ser miembros en el futuro, aunque sin especificar fechas. Uno de los principales motivos para defender esta postura fue que esta decisión dañaría gravemente las relaciones con Rusia.

De hecho, el propio Vladímir Putin fue invitado a participar en la cumbre para unas conversaciones bilaterales entre Rusia y la OTAN y se opuso firmemente a una posible adhesión de Georgia y Ucrania, señalando que eran líneas rojas para él.

Vladímir Putin en la cumbre de la OTAN de 2008. (Photo by DANIEL MIHAILESCU/AFP via Getty Images)
Vladímir Putin en la cumbre de la OTAN de 2008. (Photo by DANIEL MIHAILESCU/AFP via Getty Images)

Incluso, algún tiempo después, el secretario de Defensa de Bush, Robert Gates, señaló que ofrecer la membresía de la OTAN a esos dos países fue "realmente exagerado" y un caso de "ignorar imprudentemente lo que los rusos consideraban sus propios intereses nacionales". Fue, por tanto, una iniciativa personal del presidente estadounidense que ni siquiera tenía el respaldo de sus propios asesores de inteligencia.

Cabe recordar que solo cuatro meses después de ese evento, Rusia entró en guerra con Georgia, en defensa de las autoproclamadas repúblicas de Osetia del Sur y Abjasia.

De momento, Angela Merkel ya ha respondido al presidente ucraniano, manifestando "mantener sus decisiones en relación con la cumbre de la OTAN de 2008 en Bucarest". Por su parte, Nicolas Sarkozy no ha realizado ninguna declaración.

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