Bruselas mediará entre Hungría y Ucrania en el conflicto del petróleo

Bruselas mediará entre Hungría y Ucrania en el conflicto del petróleo

La Comisión Europea está dispuesta a mediar en la creciente disputa entre Hungría y Eslovaquia, por un lado, y Ucrania, por otro, sobre la decisión de esta última de reforzar las sanciones contra Lukoil, la mayor petrolera de Rusia, con sede en Moscú, y restringir en consecuencia el tránsito de crudo ruso por su territorio.

Kiev argumenta que las sanciones son necesarias para reducir los ingresos del Kremlin que sostienen la invasión militar, que ya va por su tercer año. Pero Budapest y Bratislava han respondido virulentamente, quejándose de que la interrupción del suministro energético amenaza sus economías.

Decidirá la Comisión, con competencia exclusiva en política comercial

En una carta conjunta, Hungría y Eslovaquia han pedido a la Comisión que intervenga e inicie un procedimiento de consulta en virtud del Acuerdo de Asociación UE-Ucrania. Bruselas ha acusado recibo de la petición e insiste en que cualquier procedimiento, si lo hay, lo iniciará el propio Ejecutivo, que tiene competencia exclusiva en política comercial.

"Actualmente estamos estudiando el contenido de esta carta y recabando más información antes de tomar cualquier decisión", dijo el martes un portavoz de la Comisión. "Por el momento, no hay ningún impacto inmediato en la seguridad del suministro de petróleo a la UE".

Hemos comunicado a las autoridades ucranianas que ha sido una decisión incomprensible, inaceptable e inamistosa

El miércoles se celebrará una reunión del Comité de Política Comercial a petición de Hungría y Eslovaquia, que ayudará a "evaluar los hechos".

"La Comisión está dispuesta a apoyar el impacto en los Estados miembros y encontrar una solución junto con Ucrania", añadió el portavoz, señalando que Kiev también participará en las discusiones.

La carta conjunta se envió el lunes, mientras los ministros de Asuntos Exteriores del bloque se reunían en un encuentro en el que la agresión rusa ocupaba un lugar destacado en la agenda.

Reacción del ministro de Exteriores de Hungría

El ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, aprovechó la ocasión para plantear el tema a sus homólogos: "Hemos comunicado a las autoridades ucranianas que ha sido una decisión incomprensible, inaceptable e inamistosa", aseguró Szijjártó en un comunicado.

"Es extraño que un país que aspira a integrarse en la UE ponga en grave peligro el suministro energético de dos Estados miembros", añadió.

Su homólogo eslovaco, Juraj Blanár, se mostró igualmente crítico y dijo que las restricciones impuestas a los suministros de Lukoil representaban una "clara violación" del Acuerdo de Asociación.

El ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, amenazó con demandar a Ucrania por las restricciones impuestas a la empresa Lukoil.
El ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, amenazó con demandar a Ucrania por las restricciones impuestas a la empresa Lukoil. - Geert Vanden Wijngaert/Copyright 2024 The AP. Todos los derechos reservados.

"Nos negamos a ser un instrumento político", escribió en Facebook. "Nos defenderemos con determinación y utilizaremos todas las posibilidades de la legislación europea".

Con las tensiones a flor de piel, Hungría y Eslovaquia advierten de que si la mediación liderada por la UE no da una respuesta satisfactoria, llevarán a Ucrania a los tribunales.

Hungría y Eslovaquia están, junto con la República Checa, exentas de una prohibición europea que prohíbe la compra de crudo ruso. La excepción, impulsada por Viktor Orbán en una cumbre de alto nivel, permite a los tres Estados sin litoral recibir suministros de petróleo a través del oleoducto Druzhba, el más largo del mundo, que va de Rusia a Europa Central.

Lukoil es el principal suministrador del oleoducto, pero no el único: Tatneft, en Tartaristán; Gazprom Neft, Russneft y otras pequeñas empresas también utilizan la ruta. Según Reuters, el ramal sur del oleoducto transporta unos 250.000 barriles diarios de petróleo ruso. El principal comprador es el húngaro Grupo MOL, que explota refinerías en Eslovaquia y Hungría.

"Las sanciones de la UE, que hemos cuestionado en varias ocasiones, y que en este caso han vuelto a demostrar que tienen un mayor impacto negativo sobre Eslovaquia y la UE que sobre la propia Rusia, establecen claramente que Eslovaquia tiene una exención para las importaciones de petróleo hasta finales de año. La parte ucraniana nos ha impedido ejercer esta exención", dijo Blanár en su declaración.

Un conflicto exacerbado por Orbán con Ucrania al fondo

La disputa se produce tras la autodenominada "misión de paz" de Orbán, una serie de visitas no anunciadas en las que el primer ministro húngaro viajó a Kiev, Moscú y Pekín para tratar el fin de la guerra de Ucrania. Su encuentro con Vladímir Putin resultó enormemente polémico y ha alimentado un creciente boicot contra la presidencia semestral húngara del Consejo de la UE, que comenzó el 1 de julio.

En una entrevista con los medios locales, Szijjártó vinculó la disputa sobre el petróleo con el prolongado veto de Hungría a la ayuda militar de la UE a Ucrania, que ha impedido el desembolso de 6.500 millones de euros en reembolsos que se adeudan a otros Estados miembros.

"Mientras Ucrania no resuelva esta cuestión, todo el mundo debería olvidarse del pago de los 6.500 millones de euros en compensación por las transferencias de armas", dijo Szijjártó. "Porque, ¿cómo sería el pago de 6.500 millones de euros? Contribuimos mientras Ucrania amenaza la seguridad de nuestro suministro energético".