Bruselas espera este jueves a Zelenski en una jornada simbólica

Bruselas, 8 feb (EFE).- Las instituciones europeas esperan este jueves al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Bruselas, donde se va a celebrar una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno y donde el Parlamento Europeo ha preparado una sesión extraordinaria, en una visita que se da por hecha pero que no está confirmada por razones de seguridad.

En su segundo viaje fuera de Ucrania desde el inicio de la invasión hace casi un año, Zelenski se reunió hoy en Londres con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y posteriormente en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

Tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de la UE han reforzado sus habituales medidas de seguridad, ante la deseada visita del líder ucraniano, que fuentes diplomáticas describieron como "fuertemente simbólica" y un "reconocimiento" al "papel central de la UE en la ayuda económica, política, humanitaria y militar a Ucrania".

Pese a este apoyo y a que la invitación de la UE a Zelenski para que visite Bruselas se cursó hace meses, fuentes europeas quisieron hoy quitar hierro al hecho de que haya ido antes al Reino Unido, que no forma parte del club comunitario desde 2020.

Zelenski "está en guerra", subrayaron las fuentes, asegurando que el simple hecho de que pueda viajar fuera de Ucrania es "asombroso".

La guerra volverá a centrar parte del debate de la cumbre, donde se prevé que algunos líderes europeos subrayen la necesidad de darle a Kiev los aviones que reclama, tras haber logrado el visto bueno de los tanques.

ECONOMÍA

En el capítulo económico, los líderes abordarán el Plan Industrial presentado la semana pasada por la Comisión Europea para potenciar las industrias verdes europeas y permitirles competir con los ingentes subsidios que ofrecen Estados Unidos o China, aunque no se esperan decisiones concretas puesto que Bruselas aún no ha plasmado estas ideas en propuestas legislativas concretas.

La acción más inmediata que plantea es flexibilizar las normas europeas de ayudas de Estado hasta 2025 para facilitar los subsidios a inversiones verdes estratégicas, incluidas exenciones y desgravaciones fiscales, e incluso permitir a los Gobiernos igualar las subvenciones que ofrecen países terceros cuando haya riesgo de deslocalización de la industria.

La medida genera recelos en algunos socios, entre ellos Países Bajos, que temen que desencadene una carrera de subsidios y dé una ventaja desproporcionada a los Estados con más margen para apoyar a sus empresas, tradicionalmente Francia y Alemania.

Para garantizar la igualdad, Bruselas propone movilizar también fondos europeos que, a corto plazo, saldrían de reorientar partidas ya existentes como los fondos de recuperación, el Fondo de Innovación o el Repower EU, mientras que a medio plazo apuesta por crear un "fondo de soberanía", cuyo debate empezaría el próximo verano.

Con este punto de partida, se espera que los líderes pidan a Bruselas trabajar urgentemente en ambas vías de financiación y en otras medidas del plan, como la simplificación de los permisos para producir tecnologías ecológicas, el acceso a materias primas críticas o la promoción del comercio para diversificar fuentes de suministros, mientras prepara, en paralelo, una estrategia a largo plazo para impulsar la competitividad de la UE.

"Todo el mundo está de acuerdo en que hay necesidad de actuar, de acelerar, de que la financiación europea y nacional vayan de la mano, que las ayudas de Estado no deben llevar a una carrera de subsidios y, por tanto, deben ser específicas, proporcionadas y temporales; y que no vamos a inventar nuevos instrumentos de financiación europea si no hay necesidad", resume un diplomático europeo.

MIGRACIÓN

La migración será el tercer tema que debatirán los líderes, tras el aumento en el último año de las llegadas de migrantes irregulares a través de los Balcanes Occidentales y del Mediterráneo central.

A esta situación se suma la llegada de millones de refugiados de Ucrania a la UE desde el inicio de la guerra, lo que ha puesto a los sistemas de acogida europeos "al límite", según fuentes europeas.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió a los mandatarios europeos hace un par de semanas una carta que plantea soluciones prácticas para resolver algunos de los retos urgentes en el ámbito migratorio, a la espera de la adopción de aquí a 2024 del pacto europeo de Migración y Asilo.

Habla, por ejemplo, de un proyecto piloto para impulsar las devoluciones de los migrantes que no tienen derecho a protección internacional en la UE a través de un procedimiento acelerado, que se podría poner en marcha "en las fronteras terrestres externas".

El debate de los líderes sobre migración tocará algunos temas espinosos, como el uso de fondos europeos para construir vallas y alambradas en las fronteras exteriores, algo que piden países como Austria pero a lo que la Comisión Europea se ha opuesto.

Fuentes diplomáticas admitieron que hay distintas "sensibilidades" entre los gobiernos y opiniones públicas de la UE en materia migratoria y que es difícil prever lo que defenderán los países sobre este punto, aunque no descartaron que durante la cumbre haya intervenciones "duras" que generen "espectáculo", aunque dudaron de que ese tipo de posiciones sean "productivas".

De momento al menos hay "consenso" entre los países sobre la llamada "dimensión exterior" de la migración, es decir, la necesidad de trabajar para prevenir las llegadas de irregulares, entre otras medidas con acuerdos con los países de origen y tránsito de los flujos, como ya hace España.

En ese contexto, los líderes insistirán en la necesidad de mejorar las devoluciones y luchar más eficazmente contra las mafias de tráfico de personas.

(c) Agencia EFE