Bruselas, muy contrariada con Rumanía por la tala ilegal de árboles en espacios protegidos

Bruselas, muy contrariada con Rumanía por la tala ilegal de árboles en espacios protegidos

Cada año se talan en Rumanía 36 millones de metros cúbicos de madera de los bosques rumanos. De ellos, se cree que solo la mitad, 18 millones, son talados de manera legal.

Una delegación de eurodiputados preocupados por esta posible tala ilegal en un espacio de la red europea 'Natura 2000' ha visitado la región para comprobarlo por sí misma. Y lo que han visto no les ha gustado nada.

"Lo he visto con mis propios ojos y la destrucción es realmente enorme", confirmaba la eurodiputada por los Verdes, Anna Deparnay. "Y puedes ver que el propósito de 'Natura 2000', la ley de la Unión Europea de protección de la naturaleza, no está protegiendo allí nada. Me ha impactado, estoy un poco enfadada, y quiero actuar ya".

Rumanía alberga más de 500 000 hectáreas de bosques antiguos y vírgenes. En teoría, el 63 % de ellos están bajo estricta protección, pero la realidad es completamente distinta.

Y sí, es legal talar en las zonas 'Natura 2000', pero las normas son muy estrictas.

"Todas las talas aprobadas en zonas protegidas de 'Natura 2000' se han hecho sin llevar a cabo evaluaciones de impacto ambiental", denuncia el biólogo Gabriel Paun. "Así que básicamente están practicando la eliminación completa de la cubierta forestal, sin tener ni idea de qué especies y hábitats destruirían."

Bruselas inició un procedimiento de infracción contra Rumanía precisamente por este motivo. Una directiva de la Unión Europea obliga a los Estados miembros a proteger las especies animales y sus hábitats. Los funcionarios rumanos insisten en que lo están haciendo.

"La zona fue controlada varias veces en los últimos dos años por representantes del primer ministro y por la Guardia Forestal tras las quejas de la Comisión Europea", defiende el director de la Agencia Nacional de Bosques de Brasov, Runceanu Dan. "Nunca hubo nada malo".

Euronews Rumanía intentó ponerse en contacto con el ministro de Medio Ambiente de Bucarest, Tanczos Barna, pero este declinó hacer comentarios