Bruselas celebra que el "maestro negociador de la UE" esté en el banquillo del primer ministro francés

Los antiguos colegas de Michel Barnier, elegido por el presidente francés Emmanuel Macron para ocupar el cargo de primer ministro, hacen cola en Bruselas para felicitar al veterano político por su regreso al corazón de la política europea. Los elogios han llegado desde lo más alto de la Unión Europea, empezando por la propia Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea brindó por el reciente nombramiento del ex negociador de la UE para el Brexit como primer ministro francés, declarando en la red social X que deseaba a Barnier "mucho éxito en su nueva misión".

"Sé que Michel Barnier tiene en mente los intereses de Europa y de Francia, como demuestra su larga experiencia", afirmó.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también se quitó el sombrero. En un post en X, Metsola afirmó que Barnier ha demostrado previamente "liderazgo, visión y método" y que confiaba en que haría el "mejor uso de su experiencia y habilidades como nuevo Primer Ministro francés".

El último en la lista de altos cargos es el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que escribió en X que Europa se ha "beneficiado enormemente" del "sentido de la escucha, el respeto y la transparencia en las negociaciones" de Barnier. Michel dijo que esperaba con impaciencia que Barnier pusiera "una vez más" sus cualidades "al servicio de Francia".

Los antiguos comisarios también se acercaron a felicitar al veterano político de 73 años del partido conservador Los Republicanos por su reciente nombramiento.

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Por qué se ha elegido a un hábil negociador

"Estoy muy contento por el nombramiento de Michel Barnier", declaró a Euronews Jean Claude Juncker, ex Presidente de la Comisión Europea.

"Le nombré negociador jefe para el Brexit, y durante este tiempo sentí su talento para escuchar y hablar de forma comprensiva a quienes le escuchaban. Era muy inteligente, también muy bien preparado", añadió.

Barnier demostró "verdadero talento" como negociador durante este tumultuoso periodo, recordó Juncker, en el que hablaba con sus homólogos británicos -primeros ministros, parlamentarios y funcionarios de la Comisión- varias veces por semana.

"Tenía una idea positiva del Reino Unido y solo quería sacar lo mejor de las negociaciones", dijo el político luxemburgués, que dirigió la Comisión Europea entre 2014 y 2019.

Macron nombró al excomisario de la UE Barnier -que anteriormente ocupó las carteras de Mercado Interior y Política Regional- diciendo que quería que creara "un Gobierno unificador al servicio del país", según un comunicado del Palacio del Elíseo.

Sin embargo, las primeras opciones de Macron eran el ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve y el presidente de centro-derecha de la región del norte de Francia, Xavier Bertrand, con el alcalde derechista de Cannes, David Lisnard, también en la mezcla.

Sin embargo, ninguno de estos nombres contaba con posibilidades de ser aprobado en el Parlamento, en medio de la brecha ideológica que se abre cada vez más en Francia.

Sin embargo, según quienes trabajaron estrechamente con él durante los intensos y rencorosos días del Brexit, Barnier tiene las habilidades necesarias para, al menos, intentar salvar la brecha. Juncker dijo que, como primer ministro francés, Barnier "intentará unir a la gente" de lados opuestos del espectro político.

"Está acostumbrado a negociar con Gobiernos de coalición en toda Europa y no es de extrema derecha, sino de centro-derecha moderado", dijo.

Preguntado sobre si Barnier podría conseguir atemperar las divisiones profundamente arraigadas a las que se enfrenta Francia, dijo: "No exageremos la influencia que puede tener en la situación de Francia, pero sin duda es una de las mejores opciones en este momento".

Momento existencial para la UE

Por su parte, Georg Riekeles, asesor diplomático de Barnier durante el Brexit, aseguró que la capacidad del político para "estabilizar el barco" tras la sacudida del Brexit en 2016 fue su "logro más destacado".

Ahora no pensamos en ello, pero en 2016 uno se preguntaba si el Brexit era el comienzo de un impulso europeo más amplio a favor de los referendos; había líderes políticos que decían: 'Este es nuestro momento'", dijo Rikeles.

"Se veía como un momento existencial para la UE".

Riekeles, ahora director asociado en el 'European Policy Centre', dijo que los logros mejor gestionados de Barnier de esta época fueron lidiar con los 27 Estados miembros y asegurarse de que "se mantuvieran unidos". A pesar de que en Bruselas se temía que el Brexit pudiera provocar la caída de la UE, Riekeles dijo que la unidad que surgió estaba "lejos de ser una conclusión inevitable en 2016".

"La cuestión en ese momento era si la UE podría permanecer unida con un negociador, o si los Estados miembros grandes o pequeños irían por su cuenta para tratar de conseguir el mejor acuerdo", dijo. "Si no, no tiene sentido estar en una unión".

Del final del camino a la cima

A pesar de fracasar en su intento de asegurarse la candidatura de su partido conservador a la presidencia, parecía que Barnier había llegado al final de su carrera política.

A menudo se le describe como una persona poco o nada conocida en Francia, a pesar de haber sido Ministro de Asuntos Exteriores, Agricultura, Medio Ambiente y Asuntos Europeos.

En medio de los muchos elogios de Bruselas, destaca por su ausencia cualquier comentario sobre el dramático giro de Barnier hacia la derecha populista durante su malograda candidatura a la presidencia francesa.

Barnier abogó por una moratoria de la inmigración, el endurecimiento de los criterios de reagrupación familiar y la primacía de la legislación francesa sobre la europea o internacional.

Barnier también lamentó la perspectiva de que Francia volviera a tener "soberanía jurídica para dejar de estar sometida a las sentencias" del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.