Bronquiolitis: la (peor) pesadilla de los padres

Lo que tienes que hacer para que tu hijo no la pille

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El virus respiratorio sincitial (VRS) es la primera causa de infección respiratoria aguda (grave), en forma de bronquiolitis, y el principal motivo de ingreso en la edad pediátrica.

Si tu hijo tiene menos de dos años (o es prematuro) entra dentro del grupo de riesgo. Los más vulnerables son los bebés que nacen con menos de 35 semanas de gestación.

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“El pulmón de estos niños tiene alteraciones en su desarrollo y se ha visto en distintos estudios que está disminuida su función pulmonar”, explica la doctora Ana Remesal, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Salamanca. “Estos niños reingresan con más frecuencia que los niños que nacen a término”.

Como medida de prevención, la Sociedad Española de Neonatología recomienda mantener la lactancia materna al menos hasta los seis meses.

También es importante lavarse las manos con frecuencia, así como limpiar los objetos que puedan estar en contacto con el bebé.

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Además es conveniente extremar la limpieza de las superficies donde haya podido estar una persona que padecía la enfermedad, evitar el contacto físico con familiares enfermos, utilizar pañuelos desechables, evitar los ambientes cerrados y muy cargados o exponer a los bebés al humo del tabaco.

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Si pones en práctica estas sencillas medidas puedes disminuir las posibilidades de infecciones en los más pequeños.

Estad atentos a las señales, si además de catarro, fiebre alta (por encima de 39°) y obstrucción de la nariz tu bebé tose y emite una especie de pitido (sibilancia), debéis llevarlo al médico.

Otros síntomas que pueden darte pistas de su estado:

- Respira más deprisa (como si tuviera un ataque de asma) y con dificultad.

- No quiere beber ni comer.

- Se queja de dolor de oídos, se toca las orejas y está irritable.

- Tiene los labios morados o azulados.

No dudes en llevarle al pediatra o al hospital, es mejor pasar vergüenza a quedarte en casa y que la situación empeore.

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Qué puedes hacer para ayudarle a respirar:

- Puedes administrarle gotas de suero fisiológico, en las fosas nasales.

- Levantarle un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño.

- Coloca un humidificador en su cuarto para que el ambiente no se reseque.

- Dale tomas más pequeñas y más frecuentes. Recuerda que, en estas condiciones, la ingestión de líquidos (agua, leche o zumos) es más importante que la de sólidos.

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Sigue siempre las recomendaciones de tu pediatra y recuerda que, en casos graves, el niño con bronquiolitis puede necesitar el ingreso en clínica para administrarle medicamentos que le dilaten los bronquios y le ayuden a respirar.