Brian Fernández y su triste presente: lo despidieron de México después de dos partidos y un gol y realizó un dramático posteo en las redes

El grito de ayuda de Brian Fernández
El grito de ayuda de Brian Fernández - Créditos: @Instagram

El delantero santafesino Brian Fernández, que el próximo martes 26 cumplirá 29 años, fue despedido en los últimos días por Morelia, de la segunda división de México, donde permaneció solamente un mes, jugó dos partidos (fue suplente, entró 18 minutos en total) y anotó un gol. El ex Colón admitió que cometió “una falta”, al día siguiente se sintió “peor”, pidió “disculpas”, pero igualmente fue desvinculado de los Monarcas “por incumplimiento de contrato”.

Fernández, que mantiene un prolongada lucha contra las adicciones que ya lo llevaron a dejar otros clubes como el propio Colón, Ferro Carril Oeste y Deportivo Madryn (surgió en Defensa y Justicia, donde tuvo un gran rendimiento, y luego fue a Racing, donde también lució), publicó un descargo en sus redes sociales respecto de su salida de México.

“Yo me encontraba en una clínica de Buenos Aires haciendo un tratamiento. Estaba internado ya desde hacía tres meses, cuando del cielo sentí que me llegó la propuesta de mi vida: ir a Morelia. Sentí que venía de Dios. Lo consulté con mi gente y me dijeron que no la aceptara, pero me dije que podía y mis ganas de jugar pudieron más”, refirió.

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“Nada podía salir mal, porque el sol estaba saliendo para mi. Pero en mi cabeza la ansiedad y todo lo que trae mi enfermedad no me dejó seguir y cometí una falta. Eso me llevó al otro día a sentirme peor, pero decidí pedir disculpas y me sentí acompañado, sintiendo que podía revertirlo. Iba a buscar la forma de ajustar sin caer para no pasar por la misma autodestrucción de siempre”, remarcó.

Brian Fernández, en 2019, en otro paso en México
Brian Fernández, en 2019, en otro paso en México - Créditos: @Refugio Ruiz

“Pero al volver del entrenamiento y mientras dormía la siesta, me empezaron a llamar de todos lados para decirme que el club había publicado un comunicado oficial con mi despido. Es que el contrato tenía muchas cláusulas que yo, por el momento que pasaba, era difícil que pudiera cumplir, ya que necesitaba mucha contención y gente con muchas ganas de ayudarme y apoyarme”, argumentó.

“Y enseguida llegaron las preguntas de todos: ¿Recaíste ? ¿De nuevo lo mismo? ¿La oportunidad que querías? ¡Que manera de cagarte la vida! Y esos comentarios hacen todo más difícil de lo que es. Comentarios que la hacen aún más difícil de lo que es. Por eso vengo llorando mucho, pero para mi ese gol que metí en esos pocos minutos que jugué me dio fuerzas para continuar”, cerró Fernández.

Fue presentado el 22 de agosto como refuerzo del Morelia. “Bienvenido a la capital michoacana, bienvenido al rojo y amarillo, bienvenido a casa. Ya eres canario”, rubricó el club. A través de un comunicado escrito, la entidad mexicana anunció el final del vínculo. “Anunciamos que la relación contractual ha llegado a su fin. Lo anterior derivado al incumplimiento de contrato por parte del jugador con la institución”. “Le deseamos a Brian éxito en sus futuros proyectos”, se suscribió. Fernández jugó 16 minutos entre dos partidos y anotó un gol.

Brian Fernández comenzó su carrera en Defensa y Justicia e integró el gran equipo que logró el ascenso a primera división, bajo la dirección técnica de Diego Cocca, en la temporada 2013/2014. A partir de su gran rendimiento en el club de Florencio Varela y de sus goles, y recomendado por Cocca, fue comprado por Racing en 2015. Sin embargo, fue en la Academia cuando empezaron los problemas de adicción que entorpecieron su ascendente andar. A mediados de ese año dio positivo en sendos controles antidoping realizados tras encuentros ante River (por el torneo local) y ante Wanderers (por la Copa Libertadores). La Conmebol lo suspendió por un año.

Brian Fernández, durante un partido de 2015 frente a Guaraní, de Paraguay
Brian Fernández, durante un partido de 2015 frente a Guaraní, de Paraguay - Créditos: @AP Photo/Jorge Saenz

Su trayectoria continuó en Sarmiento de Junín y luego tuvo un raid por el exterior: Metz (Francia), Unión La Calera (Chile), Necaxa (México, donde tuvo un muy buen rendimiento) y Portland (Estados Unidos). Pero estando en la MLS los problemas de adicción volvieron y la liga decidió cortar su contrato. A su regreso a la Argentina, todo fue cuesta abajo. Firmó con Colón, pero casi ni jugó. Luego actuó una temporada en Ferro, donde quedó a las puertas del ascenso. Pero sus pesares extrafutbolísticos eran más grandes que su pasión por el fútbol.

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En marzo pasado, después de que el director técnico de Colón, Néstor Gorosito, señalara al delantero por ausentarse a dos entrenamientos sin aviso, el auto de alta gama del jugador apareció abandonado y vandalizado en Santa Fe. Durante algunos días, se desconocía el paradero. El vehículo, un BMW, apareció en la intersección de las calles Peñaloza y Doldán, en la provincia de Santa Fe. El auto apareció con los vidrios rotos y sin neumáticos. “Brian Fernández faltó a dos entrenamientos. No tenía permiso. Le dije que le daba una oportunidad y le di dos. Ya está”, había dicho Pipo.

Brian Fernández junto a su pareja y su hijo, Milán
Brian Fernández junto a su pareja y su hijo, Milán

“Mucha gente no lo va a entender, no van a comprender mi dolor, mi molestia, el fastidio que llevo conmigo mismo. La gente es hincha y quiere que vos les rindas como ellos quieren. No entienden que detrás del futbolista hay una persona. Hay circunstancias que no podés sobrepasar. Es algo que me duele mucho”, dijo, tiempo atrás, en el programa de Santa Fe.

Al ser consultado por la salud mental de los jugadores, y si no tenía pensado dialogar con un psicólogo, Fernández confirmó que es algo que está analizando: “Estuve evaluando un tratamiento psicológico. La idea es empezar con eso. Mi familia me lo está pidiendo. Soy una persona muy desconfiada. No es por nada, pero me ha tocado estar en charlas con psicólogos en las cuales después me he enterado que han hablado con distinta gente, entonces a mí me cuesta entrar en confianza. Voy y no le cuento la verdad, entonces, ¿para qué voy a ir?”.