Los Bravos le van a dar la oportunidad a Yuli Gurriel. Ahí es donde debe estar, afirma pelotero cubano

Si Jorge Soler hubiera regresado a Miami habría sido a base de poder puro.

De haberlo hecho Yuli Gurriel, la base de cualquier negociación estuviera basada no solo en su aporte en el terreno, sino en el magisterio que el veterano pelotero transmitiría al resto del club.

Al final ni Soler ni Gurriel regresaron con los Marlins y si el slugger cubano halló un nuevo hogar con los Gigantes de San Francisco, su compatriota firmó recientemente un pacto de Liga Menor con los Bravos de Atlanta con la idea de subir en algún momento.

“Me parece bastante bien’’, comentó Soler al comentar la firma de Gurriel con la potencia de la División Este en la Liga Nacional.

“Creo que ahí le van a dar la oportunidad de jugar y donde le den la oportunidad, ahí es donde hay que estar’’.

Gurriel, que cumple 40 años en junio, jugó la temporada pasada con los Marlins después de pasar siete años con los Astros de Houston.

Debutó en 2016 a los 32 años y conectó 31 jonrones en 2019, la cifra más alta de su carrera, ademá de liderar la Liga Americana con un promedio de bateo de .319 en el 2021.

La contienda previa, en 108 partidos con Miami, el espirituano dejó línea ofensiva de .245/.304/.359 con cuatro jonrones y 27 carreras impulsadas.

En su carrera ha bateado .281 con 98 cuadrangulares en ocho temporadas en las Mayores.

Los Marlins vencen a los Gigantes y están a un juego de cambiar una dinámica negativa en el inicio de temporada

Pero el impacto de Gurriel no solo habría que buscarlo en números y si alguien puede dar fe de ello es Jesús Sánchez, quien en varias entrevistas reconoció cómo el trabajar muy cerca del cubano le ayudó a rebasar varios problemas con su mecánica de bateo.

“Tener a Gurriel ayuda mucho para ver cómo hacer tu rutina de trabajo’’, explicó Sánchez en una de esas entrevistas.

“Yuli ha hablado mucho conmigo y sus palabras han tenido mucho valor para mí, sobre todo en los momentos más difíciles’’.

Soler, por su parte, había declinado su opción de jugador de $9 millones con Miami y permaneció en la agencia libre como uno de los peloteros más cotizados con su innegable poder como mercancía de cambio, pero él no albergaba muchas esperanzas de retorno.

Luego de un decepcionante 2022 plagado de lesiones, el toletero antillano tuvo un gran repunte en la pasada contienda con el club de Miami donde encabezó el casillero de jonrones del equipo (36) y fue convocado al primer Juego de Estrellas de su carrera.

Los Marlins sabían que yo quería quedarme. Slugger cubano reflexiona de su tiempo en Miami

Completó su despliegue ofensivo con 75 carreras remolcadas, 24 dobles y 124 imparables, además de exhibir un porcentaje de slugging de .512 y un OPS de .853 en 137 partidos, cifras que lo colocaron entre los nominados al Bate de Plata de la Liga Nacional.

Ante el silencio de los peces que hablaba sobre la realidad de las cosas, San Francisco, huérfano de un slugger nato en su alineación, emergió como la novena que valoró los buenos números en su más reciente campaña y le ofreció el abrigo que buscaba.

“Yo estoy donde tengo que estar’’, recalcó Soler, quien por estos días visitó el loanDepot con los Gigantes.

“San Francisco me dio la oportunidad y estoy superagradecido de estar aquí con ellos’’.