Brasil le ganó a Bolivia en el Preolímpico con una corrida sensacional de Endrick, el crack del futuro que no esconde sus secretos

Silencio, por favor: Endrick celebra con estilo, en el triunfo de Brasil sobre Bolivia
Silencio, por favor: Endrick celebra con estilo, en el triunfo de Brasil sobre Bolivia - Créditos: @Ariana Cubillos

Endrick va a cumplir 18 años el 21 de julio próximo. Ya fue comprado por Real Madrid en 37,5 millones de euros y permanecerá en Palmeiras exactamente hasta ese día. Con 17 años y tres meses tiene el récord de precocidad en ser llamado para el seleccionado mayor de Brasil, por delante de Ronaldo Nazario (17 años y seis meses) y de Pelé (17 y siete). Dos cracks instalados en el olimpo del fútbol.

Necesitó solamente 3 minutos y 42 segundos para marcar su primer gol para el combinado Sub 23, en el triunfo del gigante sobre Bolivia por 1 a 0, en el Preolímpico que se desarrolla en Venezuela. Sonrisa de niño, cuerpo de gladiador y con la clase de un fuera de serie, no solo da seis años de ventaja. También lidera el festivo baile en la celebración, el primero de una hilera de divertidos acompañantes.

El baile de Endrick y compañía
El baile de Endrick y compañía - Créditos: @Ariana Cubillos

El pibe de oro, al parecer, dejó atrás esa mueca de tristeza cuando Abel Ferreira, el entrenador, lo arrojaba sobre el campo de juego muy de vez en cuando. “Debe aprender a tolerar la frustración”, contaba el gran DT, campeón otra vez con Palmeiras del Brasileirao. En las redes sociales, el humor varía: pasa de ídolo a demonio cuando el balón choca en el palo y entra… o sale. La efervescencia de estos tiempos. “El fútbol brasileño no tiene paciencia”, expone el conductor.

Lo comparan con los más grandes de la historia. Al parecer, el chico nacido en Taguatinga, que les prometió a sus padres ser una estrella para poder cubrir las necesidades básicas, tiene cosas que contar. En una entrevista reciente, concedida a un canal de YouTube en Brasil, abrió su corazón y generó una empatía que no solo se nutre de gambetas. Las tentaciones, el mundo de la velocidad y las comparaciones odiosas, todo junto en un envase de 1,73m y 17 goles en 60 partidos.

Corre siempre hacia adelante Endrick, con una zurda endiablada
Corre siempre hacia adelante Endrick, con una zurda endiablada - Créditos: @FEDERICO PARRA

“No quiero beber porque lamentablemente, con las cosas que he vivido en mi familia, sé que el alcohol no es para mí. Salir a comprar ropa… sí. Mis padres me controlan si gasto mucho, sobre todo en videojuegos”, contó con una sonrisa que se replica en la pantalla, en la señal CazéTV.

El crack prefiere la calma al vértigo, al menos, fuera de una cancha de fútbol. “Para ser sincero odio las discotecas, odio ir de fiesta, prefiero salir al restaurante con mi familia. Ni siquiera me gusta saber lo que gano, cuánto voy a ganar, ni los años de contrato... Yo sólo quiero jugar al fútbol”, asume. Se nota, cuando captura el balón y va para el frente. Es un atrevido: casi nunca mira a los costados, mucho menos hacia atrás.

Como tantos jóvenes de su edad, tiene un anhelo que sus años todavía no le permiten. “Cuando cumpla los 18 años quiero conducir. Me gusta mucho manejar kartings. La primera cosa que quiero hacer es tener mi coche”, suscribe. “Ahora mi novia conduce para mí. Tiene un Golf GTI que acelera mucho”, agrega. Gabriely Miranda, la mencionada, es modelo e influencer con más de 100.000 seguidores en Instagram. Y tres años mayor que Endrick.

Sabe que el peso de la historia está sobre sus hombros. Sin embargo, la descarta con la frescura de la juventud. Y, la verdad, hace muy bien. “Hay cosas que ocurren y hay personas que hablan y dicen, es el nuevo Pelé, el nuevo Ronaldo... Yo quiero ser Endrick y para mí lo que se hable no me importa”, transmite el pequeño mago, que es una de las grandes atracciones del Preolímpico que se celebra desde el sábado pasado y hasta el 11 de febrero en Venezuela, en el que se disputan dos cupos para ir a los Juegos Olímpicos de París 2024.

“Si Dios quiere, llevaremos a Brasil a los Juegos, que es donde tiene que estar”, reconoce. La Canarinha, que ganó la medalla de oro en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, al derrotar en la final a Alemania y España, respectivamente, está marcada en el Grupo A de la tradicional competencia, junto con Venezuela, Colombia, Bolivia y Ecuador.

Por el piso, a centímetros del boliviano Jairo Quinteros
Por el piso, a centímetros del boliviano Jairo Quinteros - Créditos: @Ariana Cubillos

Velocidad, potencia y gol. Su socio en el ataque, John Kennedy (el antihéroe que le dio la Copa Libertadores a Fluminense frente a Boca) peinó en la mitad de la cancha una pelota que cayó a sus pies con campo abierto para acelerar. Fue imparable. Se abrió paso a toda marcha entre dos zagueros que intentaron interceptarlo y definió con categoría. Bolivia, sin embargo, fue valiente. Entrenada por Pablo Escobar, de la mano del brasileño Antonio Carlos Zago, seleccionador mayor, no agachó la cabeza y por muchos pasajes del encuentro le robó la pelota a Brasil.

Un gol (otro anulado) un par de pinceladas, la admiración de cientos de venezolanos y una reflexión, a tono con su presente. “Ahora tengo una gran responsabilidad, voy a aguantar la presión porque sé que puedo ayudar a mi familia y también quiero incentivar a otros jóvenes”, apunta. Evidentemente, quiere trasladar la admiración sobre el césped en otros terrenos, más trascendentes y lejos de la pelota.