Bovo descarta aumentar el alquiler en las viviendas asequibles de Hialeah, aunque se prevén ajustes para nuevos inquilinos

“Debemos retirarnos del negocio de manejar viviendas”, declaró el alcalde Esteban Bovo Jr., justificando así la resolución que transferirá la responsabilidad de administrar, gestionar y mantener las 14 propiedades asequibles de la ciudad a la Autoridad de Vivienda de Hialeah (HHA).

Con estas viviendas, la mayoría construidas hace cuatro décadas, la ciudad posee un inventario de 625 unidades a precios asequibles, una dinámica que pronto se verá alterada.

El 9 de enero, cuando la oficina del alcalde presentó la propuesta ante los concejales municipales, Bovo enfatizó en tres ocasiones: “no vamos a aumentar los alquileres de las viviendas de la ciudad”. Sin embargo, en la sesión del 23 de abril, Ruth Rubí, Directora de Finanzas, informó que habrá un incremento en el precio de las unidades vacantes.

Actualmente, la ciudad cuenta con 40 de las 625 unidades vacías desde hace meses por estar en reparaciones, según la directora. Una vez sean alquiladas, se podrá utilizar por primera vez vales de Sección 8 proporcionados por la HHA, financiados con fondos federales, explicó el director de HHA, Julio Ponce.

Esto supondrá un ajuste en las tarifas del alquiler de propiedades, que con el subsidio quedaría en unos $1,239, explicó Ponce.

Sin embargo, la jefa de gobierno del alcalde, Ismare Monreal, aseguró a el Nuevo Herald que aunque el dinero que va a recibir Hialeah a través de los fondos del gobierno federal es mayor, los inquilinos verán una reducción de sus tarifas.

La explicación de Ponce contradice a Monreal.

“Nosotros no vamos a limitar el alquiler de las viviendas asequibles de Hialeah a vales de Sección 8”, dijo el director de HHA a el Nuevo Herald. “Si alguien que está en otra lista de espera o que no está en ninguna lista viene buscando alquilar una unidad en esas propiedades de la ciudad, se la alquilaremos a $1,239”.

Aunque ahora se oficializa ese incremento, la ciudad ha estado aumentando los alquileres de estas propiedades cuando quedan vacías desde hace tiempo.

Según documentos públicos de la ciudad proporcionados a el Nuevo Herald, todas las viviendas cuentan con una disparidad de precios en sus alquileres, variando desde los $300 hasta $1,070. En muchos casos un edificio tiene hasta cuatro tarifas diferentes. La ciudad no ha proporcionado información detallada de las razones.

Sin embargo, Jesús Tundidor, presidente del concejo, explicó a el Nuevo Herald que en la propiedad más grande de la ciudad, Daisy & Rosa, conocida popularmente como las 300 unidades, “se les ha honrado la renta hasta el final, pero cuando alguien muere y queda libre la unidad, la renta se cobra a precio de mercado”.

El concejal Bryan Calvo, principal opositor al alcalde, considera beneficioso para los residentes que HHA administre las propiedades porque durante mucho tiempo ha habido problemas de mantenimiento.

“Nadie quiere subir la renta, pero lo más importante es que no haya ningún apartamento vacío“, dijo Calvo. “Lo más preocupante es que haya 40 unidades vacías. Es desalentador cuando hay tanta necesidad”.

La revelación de que existen 40 unidades desocupadas en las viviendas asequibles de Hialeah ocurre mientras en la biblioteca John F. Kennedy miles de personas hacen largas filas para inscribirse en la lotería de vales de sección 8 por 1,000 cupos que HHA acaba de abrir.

El acuerdo entre HHA y Hialeah no guarda relación de los ya establecidos por la agencia federal con la agencia de vivienda local o con la ciudad.

Un vocero de HUD explicó que HHA tiene un contrato con HUD para operar 1,117 unidades de viviendas públicas y administrar 5,128 vales de vivienda del Plan 8, entre los que no se encuentran las viviendas asequibles de la ciudad.

Desafíos financieros de las viviendas asequibles de Hialeah

Según una carta enviada por la directora de Finanzas a los concejales, el programa de vivienda asequible enfrenta desafíos financieros debido a que la ciudad ha estado subsidiando una parte de los gastos de las propiedades, principalmente debido a las diferencias en las estructuras de alquiler que no cubren los costos de mantenimiento anual.

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Rubí mencionó en su comunicación a los concejales que la administración había realizado un “análisis exhaustivo” sobre las viviendas asequibles. Sin embargo, este documento no se incluyó en la información proporcionada.

Este análisis determinaría que “transferir la gestión de las propiedades del día a día a la HHA sería la decisión más prudente y beneficiosa tanto para los inquilinos como para la administración continua de los 14 edificios de la ciudad”.

El Nuevo Herald solicitó el presupuesto de estas viviendas asequibles y la ciudad envió documentos de los últimos cinco años que muestran los ingresos, sin incluir los gastos en los que incurren estas propiedades.

Estos registros solo indican que cada año la ciudad informa sobre la transferencia de fondos generales del presupuesto para cubrir el déficit del fondo de las viviendas asequibles que cubren el personal, pero no detallan cuáles son los gastos que generan cada propiedad para constituir la deuda.

Cada año, los ingresos muestran un aumento en la transferencia de fondos, desde $353,000 en 2020 hasta $907,000 en 2024, lo que suma entre esos cinco años un déficit de al menos $2,874,473, según los informes de Hialeah.

Ese subsidio ha creado una acumulación de tareas necesarias, como reparaciones y reemplazos de electrodomésticos, lo que representa una “carga financiera significativa que la ciudad debe abordar”.

Monreal explicó que desde al menos hace 12 años la ciudad presenta déficit de mantenimiento de las propiedades, advirtiendo que existe una hipoteca que cada año, en promedio, representa un gasto adicional de $900,000 para la ciudad.

El acuerdo entre la ciudad y HHA contempla la administración de estas propiedades durante un mínimo de cinco años, con posibilidad de renovación, mediante el cobro de una tarifa del 6 por ciento. Esto implicará un gasto adicional de aproximadamente $150,000 para Hialeah durante el primer año.

La jefe de gobierno estima que con este convenio, en 2027 Hialeah estará al día en las finanzas de estas propiedades, dejando de subsidiarlas.

Violaciones de códigos locales

Informes proporcionados por Hialeah a el Nuevo Herald revelan que al menos 7 de las 14 propiedades asequibles han incurrido en violaciones de los códigos de la ciudad, presentando condiciones que representan riesgos para la seguridad de los residentes. Estas violaciones incluyen:

Señalización de salida dañado

Inspección de ascensores vencida

Certificado de inspección de ascensores vencida

Obstrucción de carros de supermercado en los pasillos, lo que habría ocasionado diversos incidentes

Obstrucción de carros de supermercado en las escaleras

Vertedero de basura ilegal

En uno de los edificios, específicamente en Villa Esperanza, los inquilinos le reportaron a los inspectores de la ciudad que una persona estaba viviendo en la sala de lavandería.

Inspecciones de Hialeah han determinado que al menos siete de las 14 propiedades que conforman el programa de viviendas asequibles de la ciudad, receptores de fondos federales, han estado en incumpliendo los reglamentos de los códigos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD)
Inspecciones de Hialeah han determinado que al menos siete de las 14 propiedades que conforman el programa de viviendas asequibles de la ciudad, receptores de fondos federales, han estado en incumpliendo los reglamentos de los códigos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD)

Esta situación forma parte de la justificación de la administración de Bovo para ceder el control de las propiedades de la ciudad a HHA.

“Con HHA vendrá un robusto servicio que la ciudad no puede ofrecer a través de los subsidios, vamos a tener una administración de la ciudad mucho más robusta”, explicó Rubí ante el concejo.

Cuatro décadas del programa de vivienda asequible en Hialeah

Los archivos del Miami Herald revelan que en 1984, durante el mandato de Raúl Martínez, la ciudad de Hialeah inició su programa de viviendas asequibles.

En aquel entonces, Martínez solicitaba permiso al HUD para utilizar $1.4 millones de fondos federales en la construcción de un complejo de apartamentos de 32 unidades destinado a familias de bajos ingresos.

La primera propiedad asequible resultante fue Villa Esperanza, situada en 1470 y 1480 West 38th Place.

Martínez, quien dejó la política hace dos décadas, opina que “Bovo está desmantelando el programa de vivienda asequible”, aunque destaca que “esto comenzó con Carlos Hernández cuando vendió todo el equipo de construcción, carpintería, electricidad y fontanería que tenía la ciudad”.

Vertedero de basura ilegal, señalización de salida dañada, inspecciones de ascensos vencidos en las propiedades asequibles de Hialeah son parte de los reportes de la ciudad sobre las deficiencias en los mantenimientos, incumpliendo los códigos municipales y del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD)
Vertedero de basura ilegal, señalización de salida dañada, inspecciones de ascensos vencidos en las propiedades asequibles de Hialeah son parte de los reportes de la ciudad sobre las deficiencias en los mantenimientos, incumpliendo los códigos municipales y del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD)

“Si hay deterioro y falta de mantenimiento en estos edificios, es culpa de los administradores”, afirma Martínez.

Según el exalcalde, el comentario de Bovo de que Hialeah se está retirando del negocio de vivienda carece de sentido.

“La ciudad nunca ha estado en el negocio de vivienda, sino en el de proporcionar servicios para atender una necesidad”, dijo Martínez. “La ciudad está para ofrecer servicios, a parte del agua, bomberos, policías y basura”.

“Me siento extremadamente frustrado y enojado al ver cómo continúan destruyendo algo que costó tanto construir”, lamenta Martínez, quien estima que cuando dejó la alcaldía en 2005, la necesidad de vivienda en Hialeah era 15 o 20 veces menor que la actual.

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