Bolsonaro mantenía en silencio y sus aliados lo presionaban para que reconozca la derrota

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vota en las elecciones del domingo 30 de octubre de 2022.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vota en las elecciones del domingo 30 de octubre de 2022. - Créditos: @BRUNA PRADO

BRASILIA.- Silencio absoluto. En un hecho inédito en la democracia brasileña, Jair Bolsonaro completó este lunes, más de 24 horas después, sin pronunciarse sobre la derrota electoral ante Luiz Inácio Lula da Silva, mientras uno de sus hijos y aliados admitieron el revés, aplacando los temores de un eventual desafío al veredicto de las urnas.

A media tarde del lunes, el senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente y coordinador de la campaña, se convirtió en el primer miembro del clan presidencial en quebrar el silencio.

El hijo del presidente agradeció a cada brasileño que “ayudó a rescatar el patriotismo, oró, rezó, fue a las calles y entregó su sudor por el país que estaba en el rumbo correcto y dio a Bolsonaro la mayor votación de su vida”, en un mensaje en Twitter.

Con el reconocimiento de la expresiva votación del presidente, que obtuvo 58,2 millones de votos -más que en 2018 y que en la primera vuelta de este año-, el bolsonarismo comienza a pensar en cómo administrará el capital político con el que el excapitán del Ejército dejará el Palacio del Planalto.

Flavio, coordinador político de la campaña, arengó a los seguidores del derechista: “Vamos a levantar la cabeza y no vamos a desistir de nuestro Brasil. Dios en el control”.

La familia del presidente, muy activa en redes sociales, había permanecido casi un día sin publicar nada luego de la derrota ante el Partido de los Trabajadores (PT).

Más tarde, el senador por Río de Janeiro regresó a las redes y dejó un mensaje en un tono más emotivo: “Papá, estoy con vos para lo que venga”.

Bolsonaro comenzó el día postderrota en el Palacio del Planalto, donde llegó temprano en silencio y evitando el contacto con periodistas.

Según supo LA NACION, el mandatario se reunió con colaboradores más cercanos, entre ellos el candidato a vice de su fórmula, el general Walter Braga Netto. El mandatario escuchó orientaciones para pronunciarse lo antes posible para reconocer el resultado, algo que ya había sido hecho el domingo por los jefes de los principales poderes.

Por la tarde, Bolsonardo dejó el Planalto y regresó hasta la residencia oficial, la Alvorada, donde periodistas esperaban sus palabras.

Tras las palabras de Flavio, se esperaba finalmente un pronunciamiento de Bolsonaro. Un colaborador cercano al mandatario confió a LA NACION que “la tendencia” era que se pronunciara el lunes, en un mensaje para TV, aunque el formato no estaba definido y la decisión tampoco estaba firme.

Las palabras de Bolsonaro no llegaron.

El ministro de las Comunicaciones, Fabio Faria, aseguró este lunes al diario O Globo que Bolsonaro no debe “cuestionar el resultado” de las elecciones, y especuló con que la esperada declaración podría darse este martes.

La primera dama, Michelle Bolsonaro, desmintió rumores de distanciamiento con el presidente y dijo, en un breve mensaje publicado en Instagram, que estarán “juntos, amándose ‘en la alegría y la tristeza’”.

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El presidente de Brasil Jair Bolsonaro junto a Michelle Bolsonaro, su esposa - Créditos: @MAURO PIMENTEL

El primer contacto del alto escalón del gobierno de Bolsonaro con la campaña de Lula llegó por parte de Hamilton Mourao, vicepresidente, que se comunicó con Geraldo Alckmin, vice en la fórmula de Lula, según reportaron medios brasileños.

Más tarde, Edinho Silva, coordinador de la campaña de Lula da Silva, admitió que ya hubo un primer diálogo con Cigo Nogueira, jefe de la Casa Civil de Bolsonaro para coordinar la transición.

Mientras Bolsonaro, devenido en el primer presidente brasileño que intenta la reelección y no la consigue, se mantenía en silencio, grupos de camioneros bolsonaristas protagonizaron al menos 200 cortes en caminos de 19 estados.

El silencio se convirtió en luz verde para el accionar de extremistas.

Los bloqueos comenzaron la noche del domingo, una vez que el triunfo de Lula fue oficializado, y camioneros salieron en rechazo al presidente electo.

La avenida Explanada de los Ministerios, que desemboca en la plaza de los Tres Poderes, fue cerrada preventivamente por la policía militar del Distrito Federal luego de informes de inteligencia que preveían un intento de ocupar la plaza en señal de protesta.

El período de transición tuvo un comienzo tenso cuando camioneros y manifestantes bloquearon el lunes varias carreteras en todo Brasil en una aparente protesta por la derrota electoral de Bolsonaro ante el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva
El período de transición tuvo un comienzo tenso cuando camioneros y manifestantes bloquearon el lunes varias carreteras en todo Brasil en una aparente protesta por la derrota electoral de Bolsonaro ante el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva - Créditos: @ANDERSON COELHO

La procuraduría general de la república dio 24 horas al director de la Policía de Carreteras, Silvinei Vasques, para que informe qué acciones está tomando para disuadir a los manifestantes, ante la sospecha de una actitud connivente.

Período de transición

Por ley, comenzará a regir el martes el período de “transición” hasta la asunción de Lula el próximo 1 de enero, 60 días en los que el gobierno entrante podrá designar hasta 50 miembros con cargo en el Ejecutivo para organizar la transición con el gobierno de Bolsonaro.

Lula sólo tendrá poderes a partir de enero, pero el Ejecutivo está obligado a prestar todas las informaciones requeridas por el gobierno electo.

Pero hasta el reconocimiento de la derrota por parte del mandatario, el comienzo de la transición es todavía una incógnita.

“Espero que la transición suceda, es una garantía legal que haya transición”, dijo Edinho Silva a la CNN Brasil.

El presidente electo, que retornará al poder tras haber gobernador entre 2003 y 2010, ya trabaja en el armado de su equipo de ministros. Lula tuvo este lunes en San Pablo una reunión con sus colaboradores más cercanos, antes de que recibiera al presidente argentino Alberto Fernández. Tendrá también que designar los próximos días un coordinador para la transición.

Alberto Fernández y Lula tras la victoria del izquierdista en las elecciones presidenciales del domingo
Alberto Fernández y Lula tras la victoria del izquierdista en las elecciones presidenciales del domingo - Créditos: @ESTEBAN COLLAZO

“El anuncio de ministerios va a salir de Lula en el momento adecuado. La cabeza de él ya está pensando en la construcción del gobierno, tenemos poco tiempo hasta la asunción. Es un gobierno que va a tener que asumir trabajando mucho”, admitió Edinho Silva.

Uno de los desafíos inmediatos del gobierno de Lula será encontrar espacio en el presupuesto para sustentar propuestas lanzadas por el izquierdista en la campaña, como la manutención del programa asistencial Auxilio Brasil en 600 reales y otorgar aumentos del salario mínimo, no contempladas en el presupuesto para 2023.